Los achaques del comandante
El desmayo de 2001 y la ca¨ªda de ayer atizan la inquietud sobre la salud de Castro
Los achaques de salud del mandatario cubano, aunque guardados con celo por sus allegados, no son un secreto. Sobre todo despu¨¦s de que Castro se desmay¨® en p¨²blico el 23 de junio de 2001 mientras pronunciaba un discurso en el barrio habanero del Cotorro, durante un acto multitudinario que era transmitido en directo por televisi¨®n. El desvanecimiento dur¨® s¨®lo unos minutos y fue atribuido "al calor y al sol excesivo" de ese d¨ªa, aunque, como ahora, provoc¨® conmoci¨®n en la isla.
En aquella ocasi¨®n, Castro hizo uso de la palabra en cuanto se recuper¨® un poco, y ocho horas despu¨¦s apareci¨® en un programa televisivo para dar su versi¨®n de lo sucedido. En tono jocoso, aludi¨® a las especulaciones sobre su sucesi¨®n y a los interrogantes sobre el futuro de la revoluci¨®n surgidos despu¨¦s del desmayo, bromeando: "Cualquiera dir¨ªa que me hice el muerto para ver el entierro que me hac¨ªan". Esta vez, cuando Castro se repuso de la ca¨ªda en la plaza Ernesto Che Guevara de Santa Clara, enseguida cogi¨® un micr¨®fono y calm¨® a los presentes: "Estoy entero".
En la nota oficial distribuida despu¨¦s exhort¨® a sus compatriotas "a mantener la tranquilidad", indicando "que est¨¢ en condiciones de seguir atendiendo las cuestiones fundamentales, en estrecha cooperaci¨®n con la direcci¨®n del partido y del Estado".
S¨®lo unos pocos colaboradores saben a ciencia cierta cu¨¢l es, en realidad, el estado de salud de Castro, pero ¨¦ste, sin duda, es objeto de much¨ªsima atenci¨®n, tanto dentro como fuera de Cuba, pues existe el convencimiento de que el fidelismo sin Fidel no es posible. En el exilio, decenas de veces se ha corrido el rumor de supuestas enfermedades malignas que tendr¨ªan al mandatario al borde de la muerte. Sus defensores y los que lo consideran todav¨ªa el "invicto comandante en jefe", niegan la veracidad de tales versiones.
Sin embargo, hasta los fidelistas m¨¢s leales no ocultan su preocupaci¨®n por c¨®mo est¨¢ afectando a su l¨ªder el paso de los a?os, y por c¨®mo pueden mermar en el futuro sus capacidades, f¨ªsicas y mentales. Seg¨²n un m¨¦dico cubano, "desde hace a?os Castro tiene un problema en su rodilla derecha que le dificulta caminar. Ahora, con una fractura en la izquierda, podr¨ªa pasar una larga temporada en silla de ruedas". Y ¨¦ste es un golpe duro, que abre las puertas de nuevo a las especulaciones y a la incertidumbre.
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