La tarea del ciudadano
La polic¨ªa vasca atribuye a ETA las explosiones registradas contra sendas empresas inmobiliarias en San Sebasti¨¢n y las vincula con su extorsi¨®n mafiosa, que fue la motivaci¨®n de la mitad de los atentados con explosivos realizados por la banda el pasado a?o. Seg¨²n el consejero vasco de Interior, Javier Balza, la identificaci¨®n y cierre de las v¨ªas de financiaci¨®n de ETA ser¨ªa la "asignatura pendiente". El consejero entiende tambi¨¦n que la ampliaci¨®n de las pr¨¢cticas de extorsi¨®n a muchas personas busca, adem¨¢s de dinero, crear un clima social de intimidaci¨®n.
De los papeles incautados tras las detenciones de este mes se deduce que ETA ten¨ªa un presupuesto de unos 100.000 euros al mes para gastos ordinarios (excluyendo compra de armas), lo que supone el equivalente a unos 200 millones de pesetas anuales. El dinero es la gasolina que mueve todo el entramado, y de ah¨ª que, para derrotar a ETA, sea tan importante obstaculizar su financiaci¨®n como la captura de dirigentes y arsenales. Esa prioridad implica ahora un esfuerzo por acabar con la idea equ¨ªvoca de que "todos pagan" o de que "es inevitable pagar". Ni lo uno ni lo otro.
Desde que el empresario Juan Alcorta hizo p¨²blica, el 29 de abril de 1980, una carta en la que dec¨ªa a ETA que no pensaba pagar, han sido muchos los que han seguido su ejemplo. Aquel mismo d¨ªa, el veterano dirigente nacionalista Juan Manuel Epalza declar¨® que el gesto de Alcorta "nos lava la cara frente al clima de cobard¨ªa que se est¨¢ apoderando de Euskadi". Poco despu¨¦s, el Parlamento vasco aprobaba una declaraci¨®n de solidaridad con Alcorta en la que se instaba a los chantajeados a no ceder. El PNV, el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n, las patronales, hicieron lo mismo. A?os despu¨¦s, los empresarios y ayuntamientos de la comarca del Gohierri creaban una fundaci¨®n cuya primera iniciativa fue hacer p¨²blica su voluntad de no pagar a ETA. En 1995, el entonces consejero de Interior, Juan Mari Atutxa, dec¨ªa que "ceder al chantaje pagando el impuesto revolucionario es un delito" y que "la Ertzaintza perseguir¨¢ a los que paguen".
El tono de algunas reacciones contra los cocineros acusados por un etarra de haber pagado han podido ser exageradas, pero eso no justifica las del Gobierno vasco y los partidos que lo forman, que s¨®lo han elevado la voz para pedir que se investigue la filtraci¨®n de la noticia y para hablar de "linchamiento inaceptable"o de "manipulaci¨®n rastrera", y tambi¨¦n de "operaci¨®n contra la imagen de Euskal Herria". Con independencia de lo que decida la Audiencia Nacional, es importante que los gobernantes apoyen y defiendan a los que no ceden, que son quienes m¨¢s derecho tienen a protecci¨®n. Y que animen a resistir, no a ceder. Porque resistir no es tarea de h¨¦roes, sino virtud de ciudadanos.
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