La due?a del tiempo
Su coraz¨®n dio un vuelco, apasionado y perplejo, aquel 2 de agosto del a?o 1999 cuando Javier Gimeno, el entonces responsable de Onda Cero, le cancel¨® por sorpresa el contrato que con tanto ¨¦xito ella hab¨ªa cumplido en las tardes de esa emisora. No s¨®lo fue una sorpresa, sino tambi¨¦n un dolor. De ese dolor naci¨® su desconfianza, hirieron su ingenuidad. Julia Otero merece, seg¨²n miembros de su equipo, estos adjetivos: "Apasionada, vehemente, intuitiva, luchadora". Y con todos ellos juntos resolvi¨® aquel problema, que todo el mundo entendi¨® como una decisi¨®n influida por la pol¨ªtica de entonces.
No se call¨®, claro; reapareci¨® en TV-3, la televisi¨®n auton¨®mica catalana, con otro programa de tarde, La columna, que ha cancelado en pleno triunfo para asumir la direcci¨®n de Las cerezas (?por qu¨¦ ese t¨ªtulo?, porque s¨ª), el nuevo programa de TVE que se estrena el pr¨®ximo 26 de octubre en medio de la expectaci¨®n que esta orensana de origen genera siempre con cualquier proyecto que se le ocurra.
Es una mujer arriesgada. ?Ha mantenido una secci¨®n de libros en La columna, todos los d¨ªas, y sin hacer chismograf¨ªa! S¨®lo a ella se le ocurre inaugurar un programa de prime time con una entrevista a un fil¨®sofo puro, y eso fue lo que hizo cuando se atrevi¨® a llevar a Gustavo Bueno para abrir en 1995 su espacio Un paseo por el tiempo, tambi¨¦n en TVE. Y a pocos se le puede ocurrir dedicar todo un programa de la tarde de la radio a la filosof¨ªa de Plat¨®n, y ella lo hizo. Asimismo, fue la primera mujer que explic¨® c¨®mo es, y qu¨¦ es, el cl¨ªtoris, a una audiencia radiof¨®nica que ella aliment¨® con el riesgo de la calidad. Luchadora de las causas d¨¦biles, ha tenido en su punto de mira la batalla por las mujeres antes de que en Espa?a ¨¦sta fuera una exigencia colectiva e incluso gubernamental; denunci¨®, por ejemplo, que en los partos de la Seguridad Social no se practicaba la epidural, y a ella se debe que la epidural ahora forme parte obligatoria de esas operaciones.
Debe ser su origen proletario -su padre era trompetista, su madre ama de casa- lo que le ha prevenido de caer en las garras de la vanidad famosa; lo perciben los que est¨¢n a su alrededor, y se percibe cuando habla, cuando discute y cuando se mueve; fue de las primeras mujeres que se movieron en un plat¨® televisivo, y ese movimiento fue ya un signo de su manera de ejercer, tambi¨¦n en lo f¨ªsico, la libertad. Se cuida, intelectual y f¨ªsicamente; en una cena reciente, con el escritor mexicano Carlos Fuentes, que presentaba en Barcelona su libro Contra Bush, no s¨®lo acudi¨® con el libro le¨ªdo y subrayado -es su costumbre-, sino que -y esto tambi¨¦n es a¨²n m¨¢s raro por parte de los periodistas- trat¨® de usted al autor. Y es que trata de usted a los libros, a los autores y a la realidad. Acaso por eso se mantiene en forma, intuitiva e inteligente, r¨¢pida como una centella.
Es fil¨®loga, y se gradu¨® con una tesis sobre Mario Vargas Llosa, algunos de cuyos libros ha presentado. El escritor peruano nos dijo esta semana: "Es excepcional; culta, simp¨¢tica, incapaz de caer en la vulgaridad ni en el chismorreo, y al tiempo llega al gran p¨²blico. Hay que felicitar a TVE por llevarla en su programaci¨®n".
Procura estar bien ella misma para que los oyentes -y los televidentes- la perciban as¨ª; a algunos de los de su entorno les extra?aba, hace a?os, cuando hac¨ªa un programa radiof¨®nico de madrugada, que se pintara, se peinara, se volviera a pintar y se perfumara antes de ponerse ante el micr¨®fono. ?Por qu¨¦, si no te a ver nadie? "No me ven, pero me notan, y si yo me noto bien, ellos lo van a percibir tambi¨¦n". Ya se perfuma para el martes pr¨®ximo. Se estrenar¨¢ con Felipe Gonz¨¢lez y Jordi Pujol. Ella es un buen ¨¢rbitro. Distribuir¨¢ el tiempo como sabe: los que le ayudan ya est¨¢n acostumbrados a que ella sea -ni la publicidad ni nadie: ella- la due?a del tiempo.
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