Fraga garantiza que ser¨¢ "democr¨¢tica" la elecci¨®n de su sucesor
Baltar insiste en reclamar un congreso extraordinario cuando se retire el presidente
El discurso de Mariano Rajoy en la clausura del XII congreso del PP gallego soliviant¨® al sector cr¨ªtico del partido cuando sus miembros a¨²n rumiaban la satisfacci¨®n por las palabras del presidente de la Xunta, Manuel Fraga. En l¨ªnea con las designaciones para la nueva ejecutiva, en la que se refuerza la posici¨®n de los adversarios de Rajoy, Fraga tuvo una intervenci¨®n conciliadora y garantiz¨® que, cuando llegue el momento de designar un sucesor, se har¨¢ "democr¨¢ticamente y por consenso". Enfatiz¨® que de eso "responde" ¨¦l.
Los cr¨ªticos interpretaron el compromiso de Fraga como un respaldo a su prop¨®sito de que el relevo de su presidente, de 82 a?os, al frente de las listas electorales auton¨®micas se decidir¨¢ en un congreso regional extraordinario. Pese a ello, la direcci¨®n nacional defiende su potestad exclusiva para tomar tal decisi¨®n.
La sucesi¨®n de Fraga no figuraba entre los asuntos a debate en el congreso, pero recorri¨® los dos d¨ªas de c¨®nclave como una sombra que divide profundamente al partido. El sector aglutinado en torno a Xos¨¦ Cui?a, aspirante al relevo del presidente, invoca los reglamentos regionales para defender a toda costa la autonom¨ªa de decisi¨®n de las bases del PP gallego, mientras la direcci¨®n insiste en que los estatutos nacionales otorgan la potestad exclusiva de designar los candidatos auton¨®micos al comit¨¦ electoral, que preside Javier Arenas.
No discutir por reglamentos
Fraga no pudo evitar la cuesti¨®n y, tras pedir a todos "que no se discuta por reglamentos", prometi¨®: "Todo se har¨¢ por consenso. Todo se har¨¢ democr¨¢ticamente. Yo respondo de ello". Los partidarios de Cui?a, que ya aseguraban contar con el respaldo de Fraga en este asunto, quedaron plenamente satisfechos.
El m¨¢s firme apoyo de Cui?a, el presidente del PP de Ourense, Jos¨¦ Luis Baltar, que hace un mes amenaz¨® con dejar el partido por sus diferencias con la direcci¨®n nacional, anunci¨® "de forma solemne" ante los delegados: "Me tendr¨¦is siempre en el PP para defender la democracia interna y el galleguismo". En declaraciones a los periodistas, tras la clausura del congreso, Baltar dej¨® claro que esa apelaci¨®n a la democracia incluye el modo en que deber¨¢ elegirse, cuando toque, al sucesor de Fraga. "Si alguien no quiere democracia, que lo diga p¨²blicamente", desafi¨®. "Yo me expongo a presentarme y perder, y cualquier otro sistema no me vale". Baltar resumi¨® as¨ª su propuesta: "Candidaturas al viento. Y a quien Dios se la d¨¦, San Pedro se la bendiga".
El dirigente de Ourense asegur¨® no sentirse aludido por algunas de las insinuaciones de Rajoy y record¨® que su interlocutor para negociar las listas electorales gallegas nunca ha sido otro m¨¢s que Fraga. Durante los dos d¨ªas del congreso, Baltar se pase¨® euf¨®rico y hasta se permiti¨® menospreciar a la vicepresidenta del Parlamento gallego y diputada por Ourense, Inmaculada Rodr¨ªguez, con la que est¨¢ enfrentado desde hace tiempo y que ha anunciado su abandono de la pol¨ªtica tras quedar excluida de la ejecutiva. "A enemigo que huye, puente de plata", se regocij¨® Baltar.
Las actuaciones durante el congreso del sector cr¨ªtico, el grupo de la boina, como lo bautiz¨® Baltar, mostraron de modo inequ¨ªvoco su prop¨®sito de ganar posiciones para el futuro. En la ¨²nica votaci¨®n apretada que se produjo en el c¨®nclave, durante el debate de la ponencia de estatutos, los seguidores de Cui?a y Baltar lograron derrotar al sector oficial y rebajaron el baremo m¨ªnimo de avales necesarios para presentar una candidatura en un congreso. Ese tope queda fijado ahora en un 15% de los compromisarios, en contra de las directrices aprobadas por el reciente congreso nacional, que estableci¨® una cuota m¨ªnima del 20%, aplicable a todas las organizaciones regionales. Tambi¨¦n en contra de las normas establecidas para toda Espa?a, los cr¨ªticos lograron cambiar los criterios para la elecci¨®n de compromisarios por una f¨®rmula m¨¢s favorable a las provincias de Lugo y Ourense, donde reside la fuerza de los partidarios de Cui?a.
Fuera de los gui?os a los cr¨ªticos, Fraga hizo un discurso de escaso contenido pol¨ªtico y con alusiones dispares al camino de Santiago, a antiguos arzobispos de la ciudad y a sus propios logros en la Xunta, que compar¨® con las "revoluciones religiosas inglesas del siglo XVI". El presidente gallego escuch¨® el discurso final de Rajoy con visibles muestras de cansancio y cabeceando por momentos. De arremeter contra sus adversarios se encarg¨® el secretario regional, Xes¨²s Palmou, quien acus¨® al PSOE de utilizar a Galicia para un intento de "machacar la alternativa del PP al Gobierno de Zapatero".
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