Sin control
El circo del rock and roll sigue siendo parte importante de lo que propone en directo la banda vallecana Ska-P. Un orondo cura mostrando un gran falo y fingiendo orgasmos con una mu?eca hinchable, un polic¨ªa aporreando al que lleva una bandera pacifista y gay con los colores del arco iris, una ejecuci¨®n en silla el¨¦ctrica, un pat¨¦tico torero, un t¨ªo Sam en zancos portando la guada?a de la muerte o una gran bandera rasta con una enorme hoja de marihuana como escudo son algunos de los muchos elementos que utilizan en su puesta en escena para arremeter contra Bush, la guerra de Irak, propugnar la abolici¨®n de la fiesta nacional y la pena de muerte en todo el mundo, denunciar al capitalismo, la represi¨®n policial o reivindicar la libertad individual de uso del hach¨ªs. Todo esto siempre ha formado parte del argumentario vital y filos¨®fico de Ska-P, que no ha dudado en utilizar textos muy expl¨ªcitos apoy¨¢ndose en la s¨ªncopa musical con las guitarras de rock duro a contratiempo que algunos quieren llamar ska, aunque ya poco tenga que ver con el ritmo jamaicano que da nombre al g¨¦nero. Tanta incontinencia verbal y fidelidad a un estilo y actitud les ha granjeado fama de rebeldes incontrolados, y as¨ª llevan a?os encandilando a millares de j¨®venes, tan de barrio como ellos, que se aprenden sus canciones y las corean con rabia. Ese descontrol vital llen¨® de energ¨ªa la pen¨²ltima de las actuaciones de su gira (acab¨® el s¨¢bado en Valencia), con el p¨²blico madrile?o entregado mucho antes de su inicio. Baile, saltos y diversi¨®n sin tregua y un momento de ternura cuando alabaron al Rayo Vallecano, su equipo del alma, que ahora pena por las categor¨ªas inferiores.
Ska-P
Pulpul (voz y guitarra), Pipi (coros y danzas), Josemi (guitarra), Julio (bajo), Kogote (teclados), Luismi (bater¨ªa), Gary (tromb¨®n) y Chiquit¨ªn (trompeta). Discoteca Macumba (Madrid), 22 de octubre de 2004.
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