La penuria llega a la ciudad de Yukos
La localidad siberiana de Nefteyugansk sufre las consecuencias del cerco del Kremlin a la petrolera rusa
En Nefteyugansk, a 3.000 kil¨®metros al este de Mosc¨², decenas de miles de personas sienten en su bolsillo c¨®mo se estrecha el cerco en torno a la petrolera rusa Yukos, cuyo directivo, Mija¨ªl Jodorkovski, arrestado el 25 de octubre de 2003, era percibido como un desaf¨ªo por el Kremlin. Nefteyugansk, una ciudad fundada en los a?os sesenta por los pioneros del crudo siberiano, tiene hoy 110.000 habitantes y es la sede de la principal filial de Yukos, la petroleraYuganskneftegas, que produce m¨¢s del 60% del crudo de la compa?¨ªa y que hoy se ve afectada por el embargo de sus cuentas por el fisco.
"Cada d¨ªa tenemos m¨¢s deudas. No tenemos dinero y desde el 25 de agosto no hemos pagado a ning¨²n proveedor y tampoco la energ¨ªa el¨¦ctrica. No podemos comprar tubos, ni cemento ni productos qu¨ªmicos, y hemos dejado de perforar pozos, lo que pronto se notar¨¢ en la producci¨®n", dice Sergu¨¦i Kudriashov, el director de Yuganskneftegas, un ejecutivo que quisiera "desarrollar la empresa" y no "tapar agujeros". El fisco retira todos los ingresos en la cuenta bancaria de la petrolera y le deja lo justo para la n¨®mina.
Desde agosto Iv¨¢n no cobra su sueldo de 9.000 rublos mensuales (257 euros)
En el contencioso de Yuganskneftegas con el Estado, la plantilla de la empresa est¨¢ protegida por la legislaci¨®n, pero los contratistas, los proveedores, los t¨¦cnicos y los empleados de compa?¨ªas que trabajan por contrato con la petrolera sufren ya el paro, los impagos salariales y las estrecheces. "Si pudiera, me marchar¨ªa, pero si me voy ahora a lo mejor no podr¨¦ cobrar lo que ya me deben", dec¨ªa Iv¨¢n, empleado de una empresa de transportes. Desde agosto, Iv¨¢n no cobra su sueldo de 9.000 rublos mensuales (257 euros). Paga 5.000 rublos de alquiler, tiene una esposa embarazada y vive de pr¨¦stamos.
"Queremos que acabe esta incertidumbre y que nos paguen los sueldos, tanto si el propietario de la empresa es Jodorkovski como cualquier otro". En v¨ªsperas de una posible subasta de la petrolera, esta corresponsal oy¨® a menudo este mensaje en Nefteyugansk. Los puntos de vista diverg¨ªan seg¨²n la posici¨®n del interlocutor. Los directivos y especialistas cualificados aprecian las posibilidades de ascenso y formaci¨®n profesional que Jodorkovski les ofreci¨®. "Trabajar aqu¨ª resultaba muy interesante para el desarrollo intelectual. He asistido a cursos en el extranjero y he aprendido mucho", afirma Kudriashov. "Invert¨ªan en nuestra preparaci¨®n y eso era muy estimulante", explicaba la pareja formada por Grigori y Yulia. ?l tiene 30 a?os y cobra 40.000 rublos; ella, 20.000. Han comprado un piso con un cr¨¦dito hipotecario, cuyos intereses han sido subvencionados en parte por la empresa. Ahora, no saben si la subvenci¨®n se congelar¨¢ como ha sucedido con los programas sociales y de formaci¨®n. Yuganskneftegas ha dejado de pagar los m¨®viles e Internet a parte de sus ejecutivos. "Nadie ha salido aqu¨ª a la calle a favor de Jodorkovski y no creo que las autoridades se atrevan a poner en peligro la producci¨®n del petr¨®leo. Ser¨ªa insensato para Rusia y para el mundo", se?ala la periodista Zhanna Samova. Su hijo, ingeniero, tendr¨¢ vacaciones sin sueldo a partir de enero.
La disparidad en los salarios produce roces. En la petrolera, el sueldo medio es de 26.800 rublos, pero en el municipio y en los servicios es mucho m¨¢s bajo. Un maestro con antig¨¹edad puede cobrar 10.000, y Ania, una mujer de la limpieza que hace turnos de 15 d¨ªas en el rico yacimiento de la ribera izquierda del r¨ªo Ob¨ª, cobrar¨ªa 5.600 rublos, si la pagaran. La empresa de servicios de Ania fue parte de Yuganskneftegas, pero hoy es independiente, como otras muchas compa?¨ªas auxiliares, desde transportistas a constructores, enviadas a "navegar por su cuenta", cuando Jodorkovski emprendi¨® la reforma de Yuganskneftegas y redujo al m¨ªnimo su plantilla. El peque?o detalle, sin embargo, es que la mayor¨ªa de estas empresas te¨®ricamente libres en un mercado libre s¨®lo tienen un cliente potencial, que dicta sus condiciones.
El final de los noventa fue muy duro. El aprendizaje de Jodorkovski como petrolero se tradujo en despidos, retrasos salariales y recortes sociales. En 1998 fue asesinado el alcalde Vlad¨ªmir Petujov, un personaje reivindicativo que se enfrentaba a Yukos. Los ciudadanos salieron entonces a la calle con pancartas donde se le¨ªa "Yukos, asesina". La muerte del alcalde, sobre la que hab¨ªa pistas diversas, no se ha esclarecido hasta hoy.
La subida del precio del crudo mejor¨® la situaci¨®n en Nefteyugansk. Ahora, el embargo de las cuentas de la petrolera ha asestado un golpe a los peque?os proveedores, que se beneficiaban de la bonanza. Los perforadores pueden, en teor¨ªa, irse a otros pozos de Siberia, pero la regi¨®n est¨¢ llena de pamburi, como se conoce aqu¨ª a las brigadas de obreros curtidos que se ofrecen para cualquier cosa. "Les dan 10.000 rublos al mes y est¨¢n contentos", dice un petrolero. En este mercado de sindicatos d¨¦biles y empresas monopolistas impera la ley de la jungla. Y cuesta quedarse impasible al comparar la penuria de los trabajadores de las empresas auxiliares de Yuganskneftegas con las fortunas de los dirigentes de Yukos en Mosc¨².
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