M¨¢s que camisetas y hamburguesas
El III Foro Social Europeo reuni¨® en Londres, del 15 al 17 de octubre, a 20.000 personas de m¨¢s de 70 pa¨ªses, en su mayor¨ªa j¨®venes, para debatir sobre temas pol¨ªticos, econ¨®micos y sociales bajo el ya conocido lema "Otro mundo es posible". EL PA?S inform¨® del foro y de la multitudinaria manifestaci¨®n final por las calles londinenses, con una cr¨®nica de su corresponsal Walter Oppenheimer titulada El Foro Social de Londres re¨²ne a miles de militantes contra la globalizaci¨®n (18 de octubre, p¨¢gina 6 de Internacional). Cr¨®nica que ha motivado enfadadas quejas de varios lectores, quienes la consideran "opinativa" y "folcl¨®rica".
"Ni una sola palabra sobre el desarrollo del foro; apenas unas palabras sobre las decenas de temas important¨ªsimos que se trataron, las organizaciones y personalidades que acudieron. S¨®lo una cr¨ªtica feroz y bastante superflua de lo que el autor parece considerar una pandilla de rojos radicales y marginales, hip¨®critas y algo violentos. (...) ?Por qu¨¦ no hablar de esa mesa redonda con soldados israel¨ªes desertores, madres israel¨ªes que han perdido a sus hijos, y palestinos que han sufrido igualmente la muerte de familiares y sufren una aut¨¦ntica persecuci¨®n? Todos juntos intentaban buscar v¨ªas para la esperanza. Es s¨®lo un ejemplo de lo que all¨ª hubo. Por debajo de lo llamativo, de lo anecd¨®tico, hubo 20.000 personas que no s¨®lo fueron a criticar a Bush", dice Ana C¨®rdoba de Tudela (Navarra).
Julio J. G¨®mez Otero, de Cervera de Pisuerga (Palencia), critica la cr¨®nica "te?ida de iron¨ªa y desprecio. Califica a los participantes como 'la izquierda de la izquierda de la izquierda'; a los objetivos del foro, con los verbos 'renegar, criticar y manifestarse una vez m¨¢s', y dedica la mayor parte del art¨ªculo a destacar las supuestas contradicciones de los asistentes. (...) Muchos nos sentimos defraudados cuando vemos que tambi¨¦n EL PA?S cae en la demagogia y la desinformaci¨®n y no sabe, o no quiere, distinguir lo accesorio de lo fundamental".
Por su parte, Carla Hern¨¢ndez, de Barcelona, responde al comentario de Oppenheimer sobre las comidas de los j¨®venes altermundistas en McDonald's. "?Usted sabe c¨®mo est¨¢n los precios de los restaurantes de Londres? Recordemos que la mayor¨ªa de los participantes somos estudiantes que no podemos permitirnos lujosos restaurantes. (...) Le recomiendo que la pr¨®xima vez se interese un poco m¨¢s por los temas que all¨ª se han debatido, antes que fijarse en la parte folcl¨®rica".
En similares t¨¦rminos se expresan Jos¨¦ Mar¨ªa Herreros Ruiz, de Getafe (Madrid), y Carlos L¨®pez Ibarra, de Alfaz de Pi (Alicante), que califica la informaci¨®n de "tendenciosa". "Bajo la apariencia de una noticia neutra esconde una ristra de prejuicios sobre la izquierda alternativa, que lo ¨²nico que busca es esconder lo que realmente ha acontecido en Londres". Y Lourdes G¨®mez, directora del Observatorio de Derechos Econ¨®micos Sociales y Culturales de Barcelona, lamenta que s¨®lo se se?alara "la mercantilizaci¨®n del evento". "Como participantes del Foro Social Europeo consideramos que ridiculizar y banalizar este fen¨®meno social, subrayando las contradicciones y resaltando las facciones que se encuentran dentro de estos movimientos, no s¨®lo es preocupante, sino peligroso para el pluralismo que deber¨ªa defender la prensa libre que apoya los valores democr¨¢ticos".
El autor de la cr¨®nica, Walter Oppenheimer, contesta: "Siento much¨ªsimo que mi art¨ªculo haya podido ofender a los asistentes al Foro Social Europeo. No era ¨¦sa mi intenci¨®n. En ning¨²n momento quise ser despectivo. Pero discrepo de las acusaciones de que era opinativo: era una cr¨®nica de color que echaba mano de la iron¨ªa con la pretensi¨®n de reflejar la dispersa y variopinta amalgama de cuestiones englobadas bajo una misma etiqueta. Era imposible hacer un seguimiento puramente informativo de las discusiones del foro precisamente porque ¨¦stas eran much¨ªsimas y con un solo hilo conductor: la causa de la izquierda. Por eso decidimos, de com¨²n acuerdo con la secci¨®n de Internacional, reflejar el foro en una sola cr¨®nica en forma de reportaje tomando como base la manifestaci¨®n del domingo. Comprendo que quienes vivieron esos d¨ªas con la pasi¨®n del debate ideol¨®gico y la forja de nuevas amistades no se reconozcan en esa cr¨®nica, pero el texto no pretend¨ªa explicar el foro en detalle, sino hacer un apunte desde la perspectiva del que no est¨¢ implicado en ¨¦l. Y esa distancia es la que permite observar que, en paralelo al debate intelectual, all¨ª estaban muchos de los t¨®picos tradicionales de la izquierda: la contradicci¨®n (vender camisetas anticapitalistas como en un mercadillo), los demonios de siempre (el antiamericanismo), la querencia por los oprimidos (la referencia al pueblo nepal¨ª), la nostalgia de unos pocos (lo siento mucho, pero la pancarta con las efigies de Marx, Lenin y Stalin estaba all¨ª, bastante grande), el eterno enfrentamiento entre anarquismo y socialdemocracia. Son clich¨¦s, s¨ª, pero todos estaban all¨ª, no los invent¨¦ yo".
La redactora jefe de Internacional, Berna Gonz¨¢lez Harbour, a?ade: "Creo que los lectores tienen toda la raz¨®n, y que no hemos sabido explicar los contenidos del Foro Social. Debemos intentar hacer una aproximaci¨®n m¨¢s objetiva, basada en los debates reales que se produzcan en estos movimientos o en cualquier foro que sea de inter¨¦s informativo. Y nosotros, los miembros de la secci¨®n Internacional, deber¨ªamos haber ejercido nuestro papel de editores de forma mucho m¨¢s exigente. Disculpas".
Efectivamente, si el peri¨®dico hubiera informado adecuadamente del "debate intelectual", en palabras de Oppenheimer, justo la otra cara de lo anecd¨®tico de un foro que iba mucho m¨¢s all¨¢ de las hamburguesas y camisetas que com¨ªan o vend¨ªan los participantes -hubo m¨¢s de 500 reuniones y debates con 250 oradores-, el resultado informativo hubiera sido bastante m¨¢s objetivo y ajustado a la realidad.
Coches y velocidad
Un lector de Barcelona, Francisco Mar¨ªn, protesta por dos informaciones aparecidas el 9 de octubre en las p¨¢ginas de Motor del suplemento El Viajero.
"Once de octubre, d¨ªa mundial sin accidentes y puente laboral en Espa?a. Llamadas a la prudencia en todos los medios. Sin embargo, el d¨ªa del inicio del puente, el titular de un comentario sobre un coche de lujo es La berlina m¨¢s r¨¢pida del mundo, una caracter¨ªstica fundamental, la velocidad, que en palabras de Marcos Baeza ha convertido ese veh¨ªculo en 'objeto de culto para los entusiastas de los autom¨®viles familiares de altas prestaciones'. Dos p¨¢ginas m¨¢s all¨¢, P¨¦rez-Sala comenta un modelo m¨¢s sencillo explicando que el consumo de gasolina es muy bajo 'a ritmos legales' y queda debajo de nueve litros 'a conducci¨®n r¨¢pida', o sea, para diferenciarla de la anterior y sin eufemismos 'conducci¨®n ilegal'. ?Es que EL PA?S encuentra razonable la 'conducci¨®n ilegal' siempre que no consuma demasiado?".
Luis P¨¦rez-Sala reconoce que la expresi¨®n "consumo a ritmos legales" "no es la m¨¢s apropiada, y creo que no hay que utilizarla porque puede inducir a confusi¨®n. Es una frase bastante com¨²n en la prensa especializada, que intenta reflejar el consumo del coche cuando se viaja con tr¨¢fico fluido, conduciendo relajadamente, con suavidad y circulando en marchas largas. En cuanto a la expresi¨®n 'consumo en conducci¨®n r¨¢pida', similar a 'conducci¨®n deportiva', se refiere al consumo m¨¢ximo del coche en condiciones desfavorables (carreteras viradas, trazados de monta?a, tr¨¢fico denso, adelantamientos...). Pero esto no implica violar los l¨ªmites de velocidad: se puede acelerar con m¨¢s br¨ªo o usar el cambio sin necesidad de superarlos. En todos los casos, los l¨ªmites de consumo se obtienen respetando la legislaci¨®n de tr¨¢fico y los l¨ªmites de velocidad vigentes, que por cierto no son los mismos en todos los pa¨ªses de la UE, lo que tambi¨¦n viene a dar la raz¨®n al lector: el t¨¦rmino 'velocidades legales' no es apropiado porque la legalidad var¨ªa seg¨²n cada pa¨ªs".
En cuanto al titular La berlina m¨¢s r¨¢pida del mundo, el autor de la informaci¨®n, Marcos Baeza, explica que no pretende hacer apolog¨ªa de la velocidad. "Informa sobre la caracter¨ªstica diferenciadora m¨¢s destacable y llamativa del modelo descrito. Veh¨ªculos como ¨¦se son m¨¢s seguros que los convencionales, tienen unos frenos sobredimensionados, adelantan en menos tiempo e incluyen dispositivos de seguridad m¨¢s avanzados. Otra cuesti¨®n diferente es lo que haga cada conductor cuando se sienta al volante, algo que depende s¨®lo de su responsabilidad. Pero sucede lo mismo con todos los coches que se venden hoy en Espa?a: no hay ninguno que no pueda superar de largo los l¨ªmites vigentes".
Los lectores pueden escribir a la Defensora del Lector por carta o correo electr¨®nico (defensora@elpais.es), o telefonearla al n¨²mero 913 377 836.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.