Caras nuevas sin autocr¨ªtica
No habr¨¢ maniobra de ¨²ltima hora. No ser¨¢ necesario que Antonio Sanz corretee por los pasillos pidiendo firmas a favor de Teofila Mart¨ªnez. Fue a?os atr¨¢s, en el pasado congreso regional celebrado en Granada, en donde un h¨¢bil Javier Arenas se quit¨® de encima la responsabilidad de asumir el control del PP andaluz y la candidatura a la presidencia de la Junta, con tal artima?a. Una maniobra que, desde luego, no gust¨® mucho a la principal afectada, la misma Mart¨ªnez que se ve¨ªa as¨ª, de nuevo, con el traje hecho a medida, condenada a despe?arse en otra contienda electoral frente a un socialismo en auge. Ahora, sin embargo, no ha hecho falta tirar de alambicadas tretas.
Las circunstancias le han despejado el camino. O lo que es lo mismo, los fracasos electorales obtenidos le han forzado a aterrizar, otra vez, en Andaluc¨ªa. S¨®lo cuando est¨¢ de vuelta es cuando ha llegado a la conclusi¨®n de que con este partido no puede ir a muchos sitios. Necesita una cierta renovaci¨®n pero lo va a ser a su manera. Ser¨¢ un querer y no poder. Mantendr¨¢ a los mismos pero les a?adir¨¢ otros nombres nuevos que ser¨¢n, a la larga, los que asuman el control de la formaci¨®n. Nada de traumas y, por supuesto, tampoco de autocr¨ªtica que eso no se lleva, vaya a ser que los contrarios saquen ventaja de ello o que se repare en exceso en la parte de culpa que a ¨¦l le toca por haber configurado un partido al que s¨®lo le echaba un vistazo los fines de semana y, todo ello, con una pol¨ªtica gubernamental dise?ada para castigar a Andaluc¨ªa. Una estrategia que, al final, se ha demostrado fatal para los propios intereses del PP andaluz.
Viejos mensajes
As¨ª que de la cita de este fin de semana en Sevilla se espera que salga un PP ciertamente renovado de forma parcial o superficial, seg¨²n se quiera, con los mismos agentes que dise?aron la t¨¢ctica de cerco a Andaluc¨ªa y de abandono de hasta su mismo partido aqu¨ª, y eso s¨ª, con algunos nombres nuevos con los que cumplir el tr¨¢mite.
Una "profunda renovaci¨®n", dice Arenas, que llegar¨¢ hasta los presidentes provinciales, figuras que sobreviven en sus puestos favorecidos, por cierto, por la tardanza en celebrar los respectivos congresos provinciales reiteradamente aplazados por otros intereses m¨¢s acuciantes. Todo lo dem¨¢s, como, por ejemplo, eso de enfocar el partido hacia el "centro andalucista", suena ya a viejo. Se trata de una aspiraci¨®n hist¨®rica reiteradamente planteada por Arenas pero que luego no se ha visto plasmada en ninguna acci¨®n pol¨ªtica de los populares.
De hecho, en el Partido Andalucista no se sienten ni sorprendidos ni inquietos por estos anhelos regionalistas del PP. Con todo, su secretario general, Antonio Ortega, no est¨¢ para muchas disputas. Bastante tiene con lo suyo, esto es, tambi¨¦n otro congreso que se plantea como crucial para el futuro de esta organizaci¨®n. En su bando se muestran confiados en que ganar¨¢n este pulso, el en¨¦simo contra el fundador del partido, Alejandro Rojas-Marcos al que atribuyen la paternidad de la otra candidatura encabezada por el ex alcalde de ?cija Juli¨¢n ?lvarez.
Si bien no quiere entrar en el cuerpo a cuerpo con sus contrincantes, Ortega ya tiene que hacer frente a informaciones que hablan de supuestas desafecciones como las de Juan Carlos Benavides, en Granada o la de Javier Aroca, su m¨¢s cercano colaborador. Nada de eso es cierto dicen, pero ?lvarez se mueve r¨¢pido en busca de un lugar para la nueva generaci¨®n que desea hacerse con el control del partido.
Mientras tanto, el ex consejero de Turismo, contabiliza m¨¢s sigilosamente sus apoyos y sabe que, simplemente, deslizando algunos datos sobre la gesti¨®n de ?lvarez al frente del ayuntamiento ecijano, incluso, con sentencias judiciales que podr¨ªan dar debida cuenta de su verdadero talante, bastante alejado de las buenas formas de las que hace gala, contribuir¨ªa, de forma eficaz, a minar el mensaje que preconiza su joven rival. Otra cosa es lo que ocurra con Rojas-Marcos al que se le ve como un ni?o con zapatos nuevos con ese juguete de la Plataforma Andaluces Levantaos, un invento que a medida que pasan los d¨ªas pierde fuelle y en donde le resulta cada vez m¨¢s dif¨ªcil disimular su af¨¢n de instrumentalizarlo pol¨ªticamente para sus propios intereses. Su vigencia seguro que est¨¢ ligada a la suerte que corra el congreso andalucista mientras que alguna de las estrellas de esta iniciativa, como es el caso de Rafael Escuredo, denota cierta incomodidad por la deriva que est¨¢ adquiriendo dicha plataforma al tiempo que avanza, a pasos agigantados, en la mejor¨ªa de las relaciones personales con Manuel Chaves.
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