Vestido de Milan
El Barcelona se puso la zamarra del Milan y se levant¨® del div¨¢n en el que se hab¨ªa tumbado a su regreso de San Siro. No hay club que se ausculte m¨¢s que el azulgrana. Dos goles en los tres ¨²ltimos partidos y la derrota del mi¨¦rcoles le llevaron a interrogarse por los centros de Belletti, la forma de Ronaldinho, la calidad de Eto'o y por la utilidad de su juego. Tanto el presidente como el entrenador coincidieron en pedir a los futbolistas que fueran menos virtuosos y m¨¢s efectivos. Rijkaard lleg¨® a practicar los centros y tiros a puerta con los delanteros en los ¨²ltimos entrenamientos. El resultado fue ¨®ptimo. Eto'o marc¨® en una jugada repetida en los ensayos: remat¨® de primera el servicio desde la izquierda de Ronaldinho. Desequilibrado el partido, un error del ¨¢rbitro ayud¨® a cerrarlo y Eto?o repic¨® en el ¨²ltimo minuto.
El Bar?a gan¨® pegada a cambio de perder juego. Jug¨® como el Milan y Osasuna ejerci¨® de Barcelona. Aunque los goles digan lo contrario, los azulgrana se mostraron confundidos y superados en el primer acto para despu¨¦s exhibirse en el ¨²ltimo tramo, momento que ni pintado para que Messi debutara en el Camp Nou en un partido oficial.
A la espera de la Copa, la victoria de ayer y la clasificaci¨®n invitan ahora al barcelonismo a serenarse m¨¢s que a presionarse. El equipo ha perdido frescura respecto al comienzo entre otras cosas porque pasan las jornadas y siempre juegan los mismos. No hay m¨¢s. No es casualidad, sin embargo, que se reencontrara con el gol a partir de una mejor organizaci¨®n ofensiva. La reaparici¨®n de Giuly y el regreso de Ronaldinho al flanco izquierdo, para suerte de Eto'o, ayud¨® a centrar a un equipo que es el m¨¢ximo goleador y el m¨ªnimo goleadoy cuenta con el pichichi.
De la victoria de ayer y de la derrota de Milan se puede concluir que el Bar?a no necesita de su mejor juego para ganar en la Liga y en cambio no puede permitirse una concesi¨®n ante el Milan en la Champions. En un a?o en que se exigen t¨ªtulos m¨¢s que victorias bonitas, triunfos como el de ayer son sobre todo sedantes. Se puede discutir c¨®mo atacar mientras se siga defendiendo como hasta el momento.
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