Un peque?o muy grande

Valero Rivera, el ex entrenador del Barcelona de balonmano m¨¢s laureado, lo tuvo claro cuando le vio jugar por primera vez. Fue en 1998, en el c¨¢mping La Siesta de Calella, donde el ex t¨¦cnico organizaba su campus de verano. Un joven zurdo de 13 a?os destacaba por encima de todos: no se arrugaba, siempre ped¨ªa la pelota, le¨ªa las jugadas antes que el resto y, al tirar, no fallaba. Rivera no tuvo ninguna duda y se lo llev¨® a las categor¨ªas inferiores del club.

Han pasado seis veranos y V¨ªctor Tom¨¢s, nacido hace 19 a?os en Barcelona, sigue progresando. En su primera temporada como jugador del primer equipo, transcurridas siete jornadas de Liga, se ha colocado como el s¨¦ptimo m¨¢ximo goleador (38 goles) y dentro de los cinco mejores en porcentaje de tiro.

Parte del ¨¦xito se lo debe a su padre, Carlos, que de joven ya practic¨® el balonmano como aficionado en el Horta y que entren¨® al Castelldefels en la Divisi¨®n de Honor femenina. En el cuarto de V¨ªctor, su padre le pon¨ªa un mu?eco del tama?o de una persona -realmente, era un tendedero- para que le tomara por un rival. Le ense?aba a driblarle, a hacerle fintas y a tirar a la porter¨ªa improvisada y que ¨¦l mismo defend¨ªa. Su madre, Montse, se desesperaba. "Nos pas¨¢bamos horas y horas jugando y, quieras que no, siempre romp¨ªamos algo. Se enfadaba mucho, pero se le pasaba pronto", reconoce V¨ªctor mostrando una p¨ªcara sonrisa.

En su colegio, el Frederic Mistral, no hab¨ªa equipo de balonmano, por lo que, a los ocho a?os y para suerte de los jarrones de su madre, se inscribi¨® en el del Sagrado Coraz¨®n. Por aquel entonces, V¨ªctor ya ten¨ªa claro lo que quer¨ªa ser: "Siempre respond¨ªa: jugador de balonmano". Pas¨® por La Salle Bonanova, el Safa Horta, el Adrianense -filial del Barcelona-, y el campus de Rivera.

Desde que conoci¨® a Valero, su progresi¨®n ha sido mete¨®rica. Tras pasar por las selecciones juvenil y j¨²nior, el 6 de abril de 2002 debut¨® con el primer equipo del Bar?a. Fue en el Palau Blaugrana contra el Pilotes Posadas: triunfo por 36-24 y tres goles de V¨ªctor como profesional. "El pabell¨®n estaba bastante vac¨ªo, pero hab¨ªa una parte de las gradas en que no cab¨ªa un alfiler: mi familia no quiso perderse el momento. Al acabar el partido, me felicitaron mi gente y mis compa?eros", rememora el extremo derecho.

La pasada campa?a la pas¨® a caballo entre el filial y el primer equipo. Ahora, tras el buen final de temporada que hizo, Xesco Espar, que ha tomado el relevo de Valero, le considera imprescindible: "No me esperaba que rindiese a tan alto nivel, pero su car¨¢cter y ganas por triunfar le hacen ser uno de los jugadores m¨¢s determinantes que he conocido".

Su corta estatura para ser un jugador de balonmano -es el sexto m¨¢s bajo de la Liga, con 176 cent¨ªmetros- la suple con garra y valent¨ªa. De hecho, es el encargado de tirar los penaltis. As¨ª lo explica Espar: "Su altura se puede entender como una desventaja a la hora de defender porque algunos goles nos llegan por su lado. Sin embargo, ¨¦l marca m¨¢s tantos que los que consiente, por lo que es una apuesta segura. Adem¨¢s, es tremendamente r¨¢pido. Si est¨¢ en la cancha, el contraataque es una de nuestras armas m¨¢s fiables". Es tan veloz como el que fuera considerado el mejor extremo izquierdo del mundo y uno de sus ¨ªdolos, Rafa Guijosa. Su otros referentes son Ortega (Barca) y Petersen (Kiel).

Por exigencias de su demarcaci¨®n, juega ataviado con una rodillera azul en la pierna izquierda -salta desde el extremo para abrirse ¨¢ngulo de disparo y cae sobre la rodilla-, pero no ha sufrido una lesi¨®n grave, aunque este verano tuvo un buen susto: mientras jugaba con la selecci¨®n j¨²nior, parec¨ªa predestinado a pasar por el quir¨®fano por culpa de los abductores. No obstante, su empe?o en obviar el hospital y un plan espec¨ªfico que le hizo el club a base de ejercicios abdominales y estiramientos evitaron la intervenci¨®n. Ahora ya no s¨®lo le observan con cari?o sus padres o su hermana mayor, Carla -juega en el primer equipo de f¨²tbol femenino del Bar?a-, sino que desde que hace el calentamiento -atendiendo a su ¨²nica superstici¨®n, siempre hace los ejercicios en el mismo orden-, nota el aliento de los aficionados. Estudiante de INEF, Tomasini -como le apodan sus compa?eros- se siente querido en el Palau.