El remate final
Eran las rebajas de las rebajas. Fue el remate final. La despedida de los empresarios por la puerta de atr¨¢s. Una baratija en toda regla. Y no se daba cr¨¦dito a un saldo tan descarado, tan inmenso de desverg¨¹enza torera. Una encerrona indigna por los descastados e inv¨¢lidos animales; por los jinetes sacados de un tebeo, por los caballos de una cuadra infame; por unas varas torticeras; por unos novilleros con pretensiones gal¨¢cticas; por unos gestores que perpetran insufribles atropellos; por unos presidentes acomodados; por una Comunidad de Madrid que no se reponsabiliza de lo que sucede. Y mientras tanto, la afici¨®n soportando el desconsuelo m¨¢s absoluto.
En la tarde de ayer no sucedi¨® nada con verdad. Quiz¨¢, la ilusi¨®n de los j¨®venes matadores, pero insuficiente si faltan rescursos. Se les perdonar¨ªa la osad¨ªa triunfalista si hubieran estado m¨ªnimamente poderosos. Mal¨ªsimas bregas, capotazos sin fin, mantazos a diestro y siniestro.
San Lorenzo / Ca?as, Mora, Mart¨ªn
Toros de Puerto de San Lorenzo, desiguales de presentaci¨®n, descastados, mansos, flojos, inv¨¢lidos 1?, 3? y 5?. 1? devuelto. Sobrero de Navalrosal, manso, noblet¨®n. Miguel ?ngel Ca?as: estocada ca¨ªda tendida (silencio); estocada atravesada, 1 descabello (vuelta por su cuenta). David Mora: estocada delantera (vuelta); pinchazo, estocada ca¨ªda (aplausos). Jos¨¦ Mart¨ªn: -aviso- estocada atravesad¨ªsima (silencio); lo mismo. Las Ventas, 24 de octubre. ?ltimo festejo de temporada. Tres cuartos de entrada.
Queda un invierno caliente, una plaza que sale a concurso, un agujero negro con dimensiones espeluznantes, una afici¨®n que espera un milagro. Y no lo har¨¢ Dios, sino alguien que sepa y exiga, y sobre todo que tenga ganas, adem¨¢s de afici¨®n, para arreglar este desaguisado. Lo dicho, un milagro.
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