Ocho d¨ªas para romper el empate
La recta final de la campa?a, limitada a una decena de Estados, se centra en la seguridad y la confianza que ofrecen los candidatos
Dentro de ocho d¨ªas, los estadounidenses eligen presidente -aunque millones habr¨¢n votado por adelantado el 2 de noviembre-, en una de las elecciones m¨¢s ¨¢speras y disputadas de este siglo. La recta final de la campa?a, limitada a una decena de Estados, se centra en la seguridad y la confianza que ofrecen los candidatos: Bush -que ayer repiti¨® que "la amenaza terrorista est¨¢ en aire"-, para seguir cuatro a?os m¨¢s en la Casa Blanca, y Kerry -que hoy cuenta con el desembarco del ex presidente Clinton-, para cambiar la direcci¨®n del pa¨ªs.
Las amenazas de denuncias en los Estados con sondeos empatados -Florida y Ohio, especialmente- dejan abierta la posibilidad de que el d¨ªa 3 no haya un ganador claro. ?Se puede permitir EE UU otro Florida? El presidente que asuma su cargo el 20 de enero tiene por delante problemas urgentes y graves, desde qu¨¦ hacer en Irak hasta c¨®mo reducir los d¨¦ficit que amenazan la econom¨ªa y el futuro de las pensiones de la generaci¨®n nacida tras la Segunda Guerra Mundial y que empezar¨¢ a jubilarse masivamente en los pr¨®ximos a?os. Otro resultado electoral confuso, una clase pol¨ªtica enfrentada y un pa¨ªs dividido son recetas para la crisis. "Algunos expertos y pol¨ªticos creen que una segunda elecci¨®n cuestionada podr¨ªa abrir brechas duraderas en la sociedad (...), que se mantendr¨ªan durante a?os, sofocando las esperanzas de la cooperaci¨®n de los dos partidos en el Gobierno", escribe John Broder en The New York Times.
Ninguno de los dos candidatos logra despegarse del otro: Bush lo hizo despu¨¦s de su convenci¨®n, pero Kerry gan¨® los debates. Ahora, con ese efecto casi evaporado, la combinaci¨®n de las m¨²ltiples encuestas revela que cualquier resultado es posible. Ning¨²n sondeo da pistas fiables sobre el comportamiento de los nuevos votantes -en principio, Kerry lleva ventaja- ni sobre la participaci¨®n de los j¨®venes -tambi¨¦n para Kerry- o lo que har¨¢ el voto religioso y el de las minor¨ªas. Tampoco est¨¢ claro qu¨¦ argumento funcionar¨¢ mejor: se necesita un cambio o no se puede cambiar de caballo en medio de una carrera.
A favor de esto ¨²ltimo, Bush dice que el peligro existe. A pesar de que el pa¨ªs est¨¢ ahora a salvo del terrorismo, la amenaza no puede despreciarse porque "est¨¢ en el aire", declar¨® a la cadena Fox. En otro programa que se emitir¨¢ hoy, el presidente asegura que no hay indicios de que pueda suceder un atentado antes del 2 de noviembre, como sucedi¨® en Madrid el 14 de marzo. "Nada en concreto" apunta a ello salvo que ese peligro siempre est¨¢ ah¨ª, insiste Bush, que dice que la seguridad es ahora "mucho mejor". "Espero que hagamos de este pa¨ªs un lugar m¨¢s seguro estando siempre a la ofensiva".
El 'Post', con Kerry
La seguridad es la carta que se juega en la decena de campos de batalla a que ha quedado reducida la campa?a. Kerry -que hoy contar¨¢ en Filadelfia con la preciosa ayuda del ex presidente Clinton y que se mueve con mucha mayor seguridad en la victoria que hace diez d¨ªas- sigui¨® ayer atacando a Bush por no haber manejado de forma adecuada la seguridad y la guerra contra el terrorismo: "Cuando ten¨ªa la oportunidad de capturar a Osama Bin Laden hizo lo mismo que con vuestros empleos: pas¨® el trabajo a los se?ores de la guerra afganos. Y Bin Laden se escap¨® por la puerta trasera".
Como hiciera el domingo pasado The New York Times, ayer The Washington Post dio su apoyo al dem¨®crata. "No vemos el voto por Kerry como un voto sin riesgos, pero los riesgos en el otro lado son muy bien conocidos y las cualidades que aporta Kerry son considerables", se?ala el rotativo.
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