Javier P¨¦rez instala procesos vitales
El artista presenta en el Palacio de Cristal del Retiro tres piezas sobre 'Mutaciones'
El artista Javier P¨¦rez (Bilbao, 1968) presenta hasta el 17 de enero en el Palacio de Cristal del Retiro madrile?o tres instalaciones unidas bajo el t¨ªtulo de Mutaciones. La exposici¨®n forma parte del programa del Museo Nacional Reina Sof¨ªa, de Madrid (www.museoreinasofia.mcu.es), que mantiene cerca, en el Palacio de Vel¨¢zquez, la muestra de pinturas de Martin Kippenberger (hasta el 10 de enero). La arquitectura de cristal y acero envuelve los "procesos vitales" con sus sistemas circulatorios en rojo, con un juego de la naturaleza de interior y exterior.
Javier P¨¦rez ha aceptado el "riesgo" de ocupar un espacio singular que se relaciona con algunos aspectos de su obra desde finales de los a?os noventa, como la utilizaci¨®n del cristal y los sonidos. Las tres instalaciones que forman Mutaciones en el Palacio de Cristal se completaban ayer con el ruido de la lluvia y la ca¨ªda del agua, pero el artista prefiere los d¨ªas soleados. "He podido seguir el montaje con todas las posibilidades ambientales, pero gana mucho con el sol, ya que las piezas juegan con los efectos y los reflejos. El olivo, por ejemplo, cuando le da el sol se hace transparente, y ofrece una visi¨®n diferente".
El proyecto se ha desarrollado a lo largo de un a?o, con piezas que tienen una producci¨®n lenta. El artista declara que el olivo, hecho de resinas transparentes te?idas de rojo, es una copia exacta de un olivo real de 2.000 a?os, y tambi¨¦n es artesanal la treintena de campanas de cristal, rojas o transparentes, que con sus manos golpean a distintas alturas, unidas por cordones en el aire y por el suelo, para formar la instalaci¨®n Tempus Fugit. Otras piezas, sobre el pavimento, son Mutaciones, formas vegetales como animales reptantes.
"Las obras se confrontan con toda la naturaleza que hay a su alrededor y participan de los cambios de iluminaci¨®n. Son piezas hechas a medida del lugar, del exterior y del interior. Todo tiene un aspecto muy sangu¨ªneo, que hace referencia a los sistemas circulatorios, a la vida en su sentido m¨¢s amplio, con los procesos vitales de crecimiento, de diferentes estadios, de formas naturales y minerales. Tienen que ver con los tiempos de la naturaleza, con otras medidas del tiempo".
El artista a?ade que el color rojo unifica las tres instalaciones, que hablan del "interior de las cosas, con todos los sistemas de fluidos internos". La pieza Tempus Fugit forma parte de una trilog¨ªa, con algunas piezas de torres de sonido y cielo cristalizado que ha presentado en la Bienal de Venecia y en el Museo Artium, de Vitoria. "Me interesa potenciar la idea de la fragilidad del ser y la sensaci¨®n de inestabilidad, donde todo puede desencadenar una tragedia. El espectador tiene una sensaci¨®n de desamparo y se juega con la atracci¨®n de las formas de apariencia bella e inocente, pero tambi¨¦n con la posibilidad de convertirse en una trampa". El visitante se tropieza con los trozos de una campana de cristal en el suelo y otra donde el vidrio soplado no llega a su forma natural. "Hay una situaci¨®n contradictoria en mis obras".
La comisaria de la exposici¨®n, Teresa Blanch, cree que el artista "construye presencias fr¨¢giles y vulnerables que dejan constancia de la transitoriedad permanente del ser y de que somos peque?os eslabones en los ciclos renovados de la vida". El cat¨¢logo, pendiente de publicaci¨®n, tendr¨¢ art¨ªculos de Juan Antonio ?lvarez Reyes y Jean de Loisy, y una entrevista de la comisaria al artista.
Babelia
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