San Sebasti¨¢n recupera en una exposici¨®n la disidencia art¨ªstica vasca de los a?os setenta
El Koldo Mitxelena presenta ¨®leos, dibujos, v¨ªdeos, revistas y esculturas de la ¨¦poca
En 1974, el pintor Amable Arias cogi¨® un sobre usado y dibuj¨® a un pelotari lanzando la pelota contra el sello de Franco con todas sus fuerzas. Fue un gesto ¨ªntimo, sin trascendencia p¨²blica, pero sirve para ilustrar el movimiento cr¨ªtico y art¨ªstico que emergi¨® en el Pa¨ªs Vasco en los ¨²ltimos a?os de la dictadura y el comienzo de la transici¨®n. La Ganbara del Koldo Mitxelena de San Sebasti¨¢n revisa esta ¨¦poca con Disidencias. Otras, una exposici¨®n de ¨®leos, carteles, dibujos, v¨ªdeos y revistas que suma obras de creadores como Zumeta, Balerdi, Eguillor, Ibarrola o Ameztoy.
Fernando Golvano, comisario de la exposici¨®n, ha tratado de hacer de Disidencias. Otras una microcartograf¨ªa de las pr¨¢cticas creativas y culturales que emergieron en el contexto "irrepetible de los a?os 70". "Irrepetible, en primer lugar, porque es una ¨¦poca todav¨ªa dominada por la dictadura franquista, la ausencia de libertades, la represi¨®n, la prohibici¨®n del euskera, que imped¨ªa de alg¨²n modo una expresi¨®n libre de ideas y expresiones art¨ªsticas", explic¨®. Sin embargo, eso no impidi¨® que "esas inteligencias creativas de artistas, escritores o poetas tomaran a veces formas m¨¢s camufladas o m¨¢s marginales" para rebelarse contra el sistema.
Lo hizo Arias con el dibujo del pelotari, pero no fue el ¨²nico. Otros, como Rafael Ruiz Balerdi, dibujaron escenas de enfrentamientos entre la polic¨ªa y los manifestantes en la misma ¨¦poca que Remigio Mendiburu empleaba posavasos para realizar intervenciones de agitaci¨®n y propaganda. "Era una manera de dejar huella, una marca, un peque?o graffiti o un dibujo contra el estado de las cosas", recuerda Golvano. Creadores como ellos encarnaban la disidencia art¨ªstica del tardofranquismo, de forma paralela a la resistencia organizada en movimientos y organizaciones clandestinas. A?os m¨¢s tarde, tras la muerte de Franco, otros tomaron su misma senda. "Hubo una aut¨¦ntica explosi¨®n" creativa, recuerda el comisario. "Empiezan a hacerse acciones, nacen revistas; surgen aut¨¦nticos laboratorios de transgresi¨®n art¨ªstica y nuevos imaginarios".
En la Ganbara, que exhibe ¨®leos de Zumeta, el famoso pu?o de Agust¨ªn Ibarrola o dibujos de Ameztoy, se suceden muestras palpables de esta eclosi¨®n. Por ejemplo, varias portadas de la revista Euskadi Sioux, "la experiencia m¨¢s sat¨ªrica y corrosiva de esos a?os", seg¨²n Golvano, en la que participaron artistas como Rafael Castellano, Jos¨¦ Mar¨ªa Aguirre Alcalde y Juan Carlos Eguillor. "Ya no se critica el estado de las cosas, la ausencia de la libertad o de una reci¨¦n estrenada libertad; se critican tambi¨¦n principios imaginarios que pugnan por ser dominantes; todo el imaginario de lo que debe ser Euskadi y lo vasco, de la ikurri?a, del imaginario nacionalista, de la lucha armada", afirma el comisario. Tambi¨¦n de aspectos sociales e incluso sexuales. En una de las vitrinas puede verse la portada del n¨²mero 0 de la revista, en la que, junto al dibujo de una mujer se lee: "En Euskadi no se folla".
Euskadi Sioux -TVE lleg¨® a censurar la emisi¨®n de uno de sus anuncios, realizado por Jos¨¦ Mar¨ªa Aguirre Alcalde y Eguillor, que ahora se muestra-, s¨®lo lleg¨® a sacar a la calle siete ejemplares, pero se ha convertido en el icono de toda una ¨¦poca en la que surgen colectivos como Txomin Barullo o Cloc y en la que escritores, poetas, m¨²sicos, artistas pl¨¢sticos, etc¨¦tera trabajaron de la mano. Hab¨ªa pasado ya una d¨¦cada de la experiencia del grupo Gaur y se dio una conexi¨®n "entre la vanguardia cosmopolita, desde un Oteiza, un Amable o un Sistiaga, y la cultura popular, con los hermanos Artze, Mikel Laboa o bertsolaris", explic¨® Golvano.
Y todo ello no se entender¨ªa sin el encuentro de artistas de Pamplona en 1972, que reuni¨® a grandes nombres de la vanguardia internacional y a creadores locales, siempre vigilados por la escultura de un polic¨ªa realizada por el Equipo Cr¨®nica. "Fue como 100.000 veces una Manifesta en todos los sentidos. Un fogonazo para las nuevas generaciones", asegur¨® Golvano. Por eso es el punto de partida de la exposici¨®n que se cierra diez a?os m¨¢s tarde, coincidiendo con el arranque de las nuevas instituciones culturales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.