Diarre¨¢spora
Bien, el futuro del pueblo vasco no se decidir¨¢ en Espa?a, seg¨²n Juan Jos¨¦ Ibarretxe. Tal vez se decida en el Estado o, ?qui¨¦n sabe!, tal vez en Argentina. All¨ª, se reuni¨® el lehendakari con la di¨¢spora, y les cont¨® las excelencias de su plan, y aplaudieron todos a rabiar.
Por supuesto que el se?or Ibarretxe tiene todo el derecho del mundo a explicar su plan a quien le plazca, mismamente a los indios navajo, si as¨ª se le antoja. Y aunque habr¨¢ quienes consideren a estos ¨²ltimos como miembros de alguna de las diez tribus perdidas de Israel, las que se dispersaron tras el exilio babil¨®nico -las de Rub¨¦n, Sime¨®n, Isacar, Zabul¨®n, Dan, Neftal¨ª, Gad, Aser, Efra¨ªm y Manas¨¦s-, est¨¢ claro que los navajo no formaban parte de la audiencia argentina del lehendakari. ?Qui¨¦nes eran esos se?ores y se?oras? ?Rediez!, j¨²roles que cada vez que oigo hablar de la di¨¢spora vasca se me revuelven las tripas.
?Porqu¨¦ no se considera di¨¢spora vasca la de los ciudadanos dispersos en otros territorios espa?oles, quiz¨¢ la m¨¢s numerosa?
Se evoca as¨ª una Tierra Prometida que es aquella que jam¨¢s ha abandonado el pueblo vasco ni nunca ha sido obligado a hacerlo
Si no recuerdo mal, la palabra di¨¢spora es griega y significa dispersi¨®n. Ese es, digamos, su significado neutro, y quien m¨¢s quien menos puede hallar en s¨ª mismo alg¨²n germen de di¨¢spora capaz de suscitar su curiosidad, su melancol¨ªa y hasta su verg¨¹enza. Diasporados, por lo tanto, podemos estar casi todos. Pero hay otro significado fuerte de la palabra di¨¢spora, que ha desplazado por antonomasia a su significado neutro y que hace que su uso no pueda ser inocente.
Me refiero al significado jud¨ªo de la palabra, cuyo valor cultural y religioso est¨¢ vinculado a una historia de sufrimiento. La di¨¢spora es la dispersi¨®n sufrida por el pueblo jud¨ªo tras la destrucci¨®n del segundo templo de Jerusal¨¦n y su superaci¨®n est¨¢ ligada a la promesa mesi¨¢nica. Ser¨ªa s¨®lo un problema jud¨ªo, m¨¢s o menos caprichoso para los ajenos a esa religi¨®n, si la dispersi¨®n no les hubiera supuesto a los jud¨ªos, en tanto que tales, una historia de persecuciones en las m¨¢s diversas geograf¨ªas que culmin¨® con el intento de su aniquilaci¨®n definitiva.
La di¨¢spora significa desterritorializaci¨®n, y el jud¨ªo ha sido un pueblo desterritorializado hasta la instauraci¨®n del Estado de Israel, por cierto una impostura a¨²n para bastantes jud¨ªos, quienes conciben Israel no s¨®lo como una realidad pol¨ªtica, sino tambi¨¦n, y sobre todo, teol¨®gica. Para ¨¦stos, la di¨¢spora a¨²n no ha terminado, ya que no se dan las condiciones religiosas -mesi¨¢nicas- para el retorno.
?Tiene algo que ver el uso vasco de la palabra di¨¢spora con ese significado fuerte del t¨¦rmino, o se atiene a su significado neutro, carente de cualquier connotaci¨®n pol¨ªtica o religiosa? Aunque nada puede tener en com¨²n con ¨¦l, es evidente que se acoge al significado fuerte por contagio mim¨¦tico, para extraer de ¨¦l consecuencias por identificaci¨®n. El pueblo vasco ser¨ªa semejante al pueblo jud¨ªo, un pueblo disperso a la espera de una Tierra Prometida a¨²n por alcanzar.
El discurso resulta par¨®dico, porque esa Tierra Prometida es aquella que el pueblo vasco jam¨¢s ha abandonado ni ha sido nunca obligado a abandonar. La di¨¢spora es as¨ª el constructo imaginario indispensable para simular una expropiaci¨®n ficticia. Una farsa de una realidad dolorosa, de cuyo concepto se apropia sin tener nada que ver con ella.
A falta de una expropiaci¨®n real de su territorio y de una promesa mesi¨¢nica de retorno, la desterritorializaci¨®n ficticia del pueblo vasco a trav¨¦s de la farsa necesaria de la di¨¢spora s¨®lo puede servir a una finalidad secular, sustentada por una teolog¨ªa secular, y cuya conclusi¨®n desdichada pod¨ªa ser la masacre -como tambi¨¦n est¨¢ ocurriendo con la realizaci¨®n secular del retorno jud¨ªo, s¨®lo que ¨¦sta respond¨ªa a un exilio real, y a una persecuci¨®n real, algo que con el pueblo vasco ni se ha dado ni se da-.
Desterritorializar al pueblo vasco -para lo que es fundamental el concepto de di¨¢spora- significa distinguir a ¨¦ste de la actual ciudadan¨ªa del territorio vasco, gobernado por los vascos y no obstante irredento, a¨²n Tierra Prometida. Significa, de hecho, distinguir en esa ciudadan¨ªa a quienes son vascos de quienes no lo son, y admitir que puedan ser m¨¢s vascos que estos ¨²ltimos unos ciudadanos argentinos que jam¨¢s han pisado esta tierra y cuyo origen vasco se remonta a cuatro o cinco generaciones.
Desterritorializar supone as¨ª una condici¨®n para redimir del invasor una tierra de la que, en realidad, nunca se ha sido despose¨ªdo. Una tierra en la que adem¨¢s se gobierna y en la que desde su Gobierno se toman cada vez m¨¢s disposiciones para esa di¨¢spora que constituir¨ªa su negaci¨®n impl¨ªcita. ?Por qu¨¦ no se incluye en ella la di¨¢spora vasca de otros territorios espa?oles, quiz¨¢ la m¨¢s numerosa??No ser¨¢ porque ¨¦sta no aplaudir¨ªa el plan Ibarretxe ni otros desprop¨®sitos similares?
Una farsa, s¨ª, pero adem¨¢s un agravio.
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