Miedo a Guadalajara
Este a?o la cultura catalana es la invitada oficial de la Feria del Libro de Guadalajara, M¨¦xico. Por ese motivo, un centenar de catalanes relacionados de un modo u otro con ella nos desplazaremos all¨ª, gracias al Institut Ramon Llull (al que Dios conceda larga vida). De este centenar, 36 nos dedicamos a escribir. El resto son actores, profesores universitarios, editores, presentadores de programas culturales, pol¨ªticos o artistas pl¨¢sticos.
Cien personas llenan un avi¨®n. Y eso significa que tal vez ser¨¢ fletado un Boeing ocupado enteramente por nosotros: la cultura catalana. En el aeropuerto habr¨¢ bromas, tiranteces o falsas promesas de futuras copas en com¨²n. "Yo s¨¦ el lugar donde hacen los mejores Margaritas", dir¨¢n en diversos corrillos los m¨¢s enterados. "Todav¨ªa no he recibido tu libro, a ver si me lo env¨ªas", mentir¨¢n algunos. En la tienda de libros de la sala de espera, todos comprobaremos si nuestra ¨²ltima obra est¨¢, y si est¨¢ la de los dem¨¢s. "Es que mis lectores no son de aeropuerto", dir¨¢n los ausentes, "mi obra no se mezcla con El c¨®digo Da Vinci". Ya en el avi¨®n, tendr¨¢ lugar el cambio de asientos. "?Te importa que me siente con fulano? Es que t¨² eres medi¨¢tico y no te ajunto". Cuando el sobrecargo nos de la bienvenida a bordo, alguien protestar¨¢ por el hecho de que no lo haga en catal¨¢n. Eso propiciar¨¢ un debate en los asientos delanteros sobre el futuro de nuestra lengua (en los asientos traseros, habr¨¢ quienes ya se la est¨¦n dando). Treinta segundos despu¨¦s de que nos podamos desabrochar el cintur¨®n, ese ex cargo convergente ofrecer¨¢ un recital de poemas en el pasillo. Mientras, ese actual cargo socialista empezar¨¢ a componer all¨ª mismo su pr¨®xima suite: Quadern mexic¨¤. Ser¨¢ el momento de desenfundar el libro escogido para el viaje. Que si Proust, que si la biograf¨ªa de M¨®nica Lewinsky dedicada... Hasta habr¨¢ dos o tres que corrijan galeradas.
Pero este tranche de vie que les estoy contando, y que ser¨¢ irrepetible, tambi¨¦n tiene una parte mala: dense cuenta de que todo nuestro acervo cultural, el ¨²nico patrimonio con el que cuenta el pa¨ªs, 100 mentes escogidas (de las cuales, 36 dedicadas al arte de Ramon Llull), puede que se concentre en un solo avi¨®n. Es muy peligroso. ?Y si un terrorista se infiltra entre nosotros disfrazado de agente literaria con un traje de chaqueta de color crudo? ?Y si secuestran al escritor Pere Gimferrer para, aprovechando su caracter¨ªstica vestimenta, suplantar su personalidad, matar al sobrecargo y hacernos volar por los aires? No es s¨®lo que me preocupe mi
muerte, con la vida que tengo por delante y con los mexicanos peludos que me esperan con los brazos abiertos. Es que conmigo (y mis colegas) se extinguir¨¢ la flor y nata de la intelectualidad. Van a morir los futuros candidatos a ganar el Nobel, el premio Columna Jove o -s¨®lo en el caso de los medi¨¢ticos- el TP de Oro. Si hubiese un accidente, los ¨²nicos escritores en lengua catalana que quedar¨ªan vivos ser¨ªan los que no han sido invitados. Y es terrible. Fig¨²rense. La negra de Asha Mir¨®, que no ir¨¢ a la feria por razones de negritud, podr¨ªa ser la pr¨®xima galardonada con el Premi Llibreter.
Andreu Buenafuente, que no ir¨¢ a la feria por razones de mediatiquez, podr¨ªa convertirse en el pr¨®ximo presidente de la Associaci¨® d'Escriptors en Llengua Catalana.
El Rey y la Reina, el Pr¨ªncipe y la Princesa, incluso Jaime de Marichalar y la infanta Elena no viajan nunca juntos, para que, en caso de accidente, al menos quede uno vivo. Y nosotros debemos seguir este ejemplo sin el cl¨¢sico autoodio. Seamos realistas.
Baltasar Porcel es nuestro autor m¨¢s importante y tiene que viajar en un avi¨®n aparte, entre impresionantes medidas de seguridad. Siento ser tan injusta, pero de este modo nos aseguramos la supervivencia de la cultura y la lengua. Si fenece Porcel -toco madera-, quedaremos todos los dem¨¢s para llenar el inmenso vac¨ªo. Y si fenecemos todos los dem¨¢s, quedar¨¢ ¨¦l, que se basta y se sobra para ser, en exclusiva, la Cultura Catalana. En el avi¨®n de Porcel, que se podr¨ªa llamar Port d'Andratx y deber¨ªa ser escoltado por cazas del ej¨¦rcito, creo que ser¨ªa sensato que tambi¨¦n viajase otro de nuestros tesoros: ese cuadro tan magn¨ªfico, tan extraordinario, tan irrepetible que ha creado el sin par artista T¨¤pies para la ocasi¨®n.
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