Mutu, a la calle
El sindicato de jugadores brit¨¢nicos critica al Chelsea por haber despedido al rumano, cocain¨®mano confeso, en vez de ayudarle a rehabilitarse
El Chelsea despidi¨® ayer a su futbolista internacional rumano Adrian Mutu despu¨¦s de que ¨¦ste admitiera d¨ªas atr¨¢s que sol¨ªa tomar coca¨ªna. La directiva del club londinense justific¨® su decisi¨®n en su pol¨ªtica de "tolerancia cero" contra las drogas y confirm¨® que le someti¨® a un control antidopaje porque sospechaba su adicci¨®n. La medida fue mal encajada por los jugadores. El presidente de su asociaci¨®n, Gordon Taylor, recrimin¨® al club por haber preferido echar a Mutu a ayudarle a superar su problema y convertirle en un ejemplo de que la rehabilitaci¨®n es posible en el mundo de las drogas.
Detr¨¢s del despido de Mutu palpitan tambi¨¦n sus desavenencias con el entrenador, el portugu¨¦s Jos¨¦ Mourinho, que llegaron a su punto culminante a principios de octubre, cuando Mutu decidi¨® desplazarse a Praga para jugar un partido de su selecci¨®n frente a la checa, de la fase previa de la Copa del Mundo de Alemania 2006, a pesar de que, en teor¨ªa, estaba lesionado.
El jefe ejecutivo del Chelsea, Peter Kenyon, explic¨® que el club sospechaba de Mutu "debido a su bajo rendimiento". "Diversos estudios cl¨ªnicos durante cierto tiempo nos hicieron creer que su comportamiento estaba asociado con las drogas", a?adi¨®. "El contrato firmado es muy claro y la ingesta de cualquier tipo de drogas se considera una falta grave que acarrea el despido", concluy¨®. En ese sentido, el club no distingue entre tomar drogas para mejorar el rendimiento deportivo, lo que se conoce por dopaje, y tomarlas de forma recreativa, por placer, lo que suele crear graves problemas de dependencia psicol¨®gica y deterioro f¨ªsico. As¨ª, ya ech¨® en 2002 a un portero suplente, Bosnich, por consumir coca¨ªna, aunque ¨¦l no reconoci¨® que lo hiciera voluntariamente.
En el caso de Mutu, que puede ser sancionado con hasta dos a?os de suspensi¨®n, el hecho de que aceptara de inmediato su responsabilidad invit¨® a algunos a creer que el Chelsea podr¨ªa elegir la v¨ªa de mantenerle en su plantel para intentar rehabilitarle.
"Han puesto a Mutu en el punto de mira para sac¨¢rselo de encima y eso es lo opuesto a tratar de abrir el camino hacia un proceso de rehabilitaci¨®n que es posible", se lament¨® Taylor. "La actitud puede ser de tolerancia cero, pero no es una pol¨ªtica que apoyemos", agreg¨®. "El Chelsea tiene la obligaci¨®n de cuidar de ¨¦l. Esper¨¢bamos un mayor inter¨¦s suyo por el bienestar social de sus empleados", se quej¨® despu¨¦s. "Me parece alucinante que se hayan gastado millones en Mutu y no est¨¦n dispuestos a discutir la situaci¨®n con ¨¦l y procurar poner las bases para que se convierta en un ejemplo y animarle a afrontar un proceso de rehabilitaci¨®n", denunci¨®; "muchos otros equipos estar¨ªan dispuestos a ayudar al jugador". Finalmente, record¨® que el Chelsea nunca ha permitido que su plantilla recibiera informaci¨®n de Sporting Chance, la cl¨ªnica de rehabilitaci¨®n fundada por el defensa central del Arsenal y de la selecci¨®n inglesa tras superar su dependencia del alcohol en los a?os 90.
Tambi¨¦n el ex barcelonista Gica Popescu, representante de Mutu, arreci¨® contra el Chelsea: "Adrian sabe que ha cometido un error y que lo peor de todo fue no pedir ayuda. Lo hizo tras el an¨¢lisis y todos han intentado apoyarle, desde la asociaci¨®n de jugadores hasta la federaci¨®n. Todos menos su equipo".
El club del magnate ruso del petr¨®leo Roman Abramovich pag¨® 15,8 millones de libras (22,7 millones de euros) al Parma en 2000 por Mutu, al que le ven¨ªa abonando 90.000 euros semanales. Ahora el rumano est¨¢ en la calle, tiene pendiente una sanci¨®n y afronta la posibilidad de que el club ingl¨¦s le reclame parte del dinero que pag¨® por ¨¦l al italiano. Esa hip¨®tesis tambi¨¦n mereci¨® las cr¨ªticas de Taylor, que expres¨® su "incredulidad".
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