?Nos protege la Constituci¨®n europea?
Entiendo que una Constituci¨®n tiene la funci¨®n de dar un marco pol¨ªtico, social y organizativo que proteja los derechos y explicite los deberes. Por eso me pregunto si la firma del tratado para una Constituci¨®n europea por parte de los jefes de Estado de la Uni¨®n Europea en Roma responde a esta inquietud. Aparte de la arrogancia que supone que firmen el tratado antes que los pueblos se pronuncien, tengo la sospecha de que el objetivo de este proyecto de Constituci¨®n no es protegernos. Porque una Constituci¨®n de verdad y ¨²til tendr¨ªa que fijar unos derechos sociales para todos los europeos.
En el apartado social del proyecto de Constituci¨®n, todo son grandes declaraciones de intenciones sin compromisos claros, en contra de lo que pasa en el apartado econ¨®mico, donde s¨ª que se acotan unos compromisos obligatorios para todos los Estados. S¨®lo temo que con la Constituci¨®n se prepare el camino para liquidar la Europa del bienestar y de los derechos sociales, ya que en la Carta de Derechos Fundamentales (part. II) se mantienen todos los preceptos que han dado lugar a las privatizaciones y el desmantelamiento de los servicios p¨²blicos, que ahora pasan a denominarse sospechosamente "servicios econ¨®micos de inter¨¦s general" (II.36.0). Y mientras que en el campo econ¨®mico s¨ª, en las pol¨ªticas sociales no se prev¨¦ ning¨²na armonizaci¨®n entre todos los pa¨ªses europeos (III-101 y 104) y se permiten, con total impunidad, las deslocalizaciones de empresas multinacionales (III-104.6).
La verdad es que, como no tengo ninguna gran empresa, no me interesa la Constituci¨®n europea que se est¨¢ gestando. Hist¨®ricamente hemos visto en Europa un modelo social que imitar; por tanto, lo que s¨ª que me interesa es que la Constituci¨®n europea d¨¦ un marco estable y seguro para que todos los ciudadanos tengan garantizados unos derechos sociales al alza (servicios p¨²blicos de calidad, reducci¨®n del tiempo de trabajo, fiscalidad progresiva...) y se establezcan mecanismos para garantizar el cumplimiento en todos los pa¨ªses europeos. No vale la pena una Constituci¨®n para perpetuar socialmente la ley del m¨¢s fuerte.
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