Escuela p¨²blica

En septiembre, recibimos la noticia de que nuestro hijo hab¨ªa obtenido plaza en la escuela p¨²blica infantil de Manzanares el Real, de titularidad municipal. El 20 de octubre era la fecha de incorporaci¨®n (nuestro hijo no hab¨ªa cumplido a¨²n los tres meses). Adem¨¢s, se fijaba un plazo de adaptaci¨®n obligatorio de s¨®lo dos horas diarias.

El 6 de octubre se nos carg¨® en nuestra cuenta un recibo de 25 euros en concepto de "cuota mensual de septiembre", aunque el ni?o no hab¨ªa ido. Apenas una semana m¨¢s tarde, el d¨ªa 15, recibimos otro cargo de 185,40 euros en concepto de "octubre-2004". Pensamos que era un error; no s¨®lo porque el ni?o segu¨ªa sin ir a la escuela, sino porque esa cuota es pr¨¢cticamente id¨¦ntica a la que se paga en los centros privados de la zona.

Nos pusimos en contacto con el Ayuntamiento solicitando la devoluci¨®n. Al mismo tiempo, intentamos sin conseguirlo ponernos en contacto con el concejal responsable de la escuela, quien siempre estaba ilocalizable. Eso s¨ª, le pas¨® la pelota a los empleados, quienes nos informaron de que ¨¦sa era la cuota para este a?o, 185,40 euros, de los cuales 112 son de escolarizaci¨®n y 73,40 por comedor. Cantidad abusiva si se tiene en cuenta que la Comunidad fija el precio de sus comedores en 66,42 euros y que, en el caso de nuestro hijo, el men¨² diario es un biber¨®n.

La Consejer¨ªa de Educaci¨®n nos indic¨® que los 185,40 euros, incluido el comedor, es el precio que el Ayuntamiento, gobernado por una coalici¨®n PP-ALMA, ha fijado y que, si bien ten¨ªamos raz¨®n en cuanto a lo excesivo del mismo, sobre todo si lo comparamos con los precios que tienen las casas de ni?os de titularidad de la Comunidad, que no pueden superar los 25 euros, ellos no pod¨ªan hacer nada. El verdadero problema no es tanto que un Ayuntamiento cobre indebidamente una cantidad, sino que este servicio cumple una funci¨®n social y educativa de tal ¨ªndole que deber¨ªa ser lo menos onerosa posible para el ciudadano, y no como ocurre, que el precio es pr¨¢cticamente id¨¦ntico al que cobran otros centros privados, con el agravante de que en esta escuela infantil p¨²blica, su excelente personal docente se ve en la obligaci¨®n de desempe?ar su tarea en unas condiciones de precariedad que les lleva incluso a pedir a los padres ayuda material (juegos, m¨²sica..) e incluso s¨¢banas para las cunas.