"En Europa se hace muy poco esfuerzo para crear ciencia"
Tim Hunt (Neston, Reino Unido, 1943) todav¨ªa acude regularmente a su laboratorio de investigaci¨®n en el Imperical Cancer Research Fund de Londres. Desde ah¨ª prosigue con el estudio de las ciclinas -las mol¨¦culas que le hicieron acreedor del Premio Nobel de Medicina en 2001, en compa?¨ªa de Paul Nurse y Lelland Hartwell- que explican mecanismos b¨¢sicos de la divisi¨®n celular. Tambi¨¦n investiga las enzimas que participan de los mecanismos de destrucci¨®n y degradaci¨®n celular. A su trabajo como cient¨ªfico, sin embargo, le ha salido un competidor. Seg¨²n confes¨® en el acto inaugural del congreso de la Sociedad Espa?ola de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular celebrado recientemente en Lleida (que patrocin¨® la Fundaci¨®n BBVA), su inter¨¦s se est¨¢ decantando por la pol¨ªtica cient¨ªfica europea, cuya reestructuraci¨®n dio un paso importante la pasada semana en Par¨ªs al concretarse m¨¢s la futura Agencia Europea de Investigaci¨®n (ERC). Hunt se ve a s¨ª mismo "demasiado viejo" para seguir en la brecha del laboratorio.
"Los cient¨ªficos europeos j¨®venes deben alcanzar mucho antes su independencia"
"El Airbus y el conocimiento del organismo humano se generan de forma distinta"
Pregunta. ?Tan viejo se siente a sus 61 a?os?
Respuesta. La investigaci¨®n de punta requiere mucha concentraci¨®n y dedicaci¨®n. Aunque sigo interesado en el trabajo de laboratorio y tengo en marcha diversos proyectos, es cierto que me considero demasiado viejo ya para abordar iniciativas de gran calado. Es para los m¨¢s j¨®venes, hay que darles paso. Adem¨¢s, estoy ocupado con otras muchas cosas.
P. ?Qu¨¦ tipo de cosas?
R. Me preocupa mucho la pol¨ªtica cient¨ªfica europea. Ahora mismo estoy ocupado hablando con ministros y otros agentes pol¨ªticos, tratando de pensar en f¨®rmulas que permitan recabar mayor apoyo para la ciencia que se hace en Europa. Se est¨¢ viendo que el modelo actual no es el ¨®ptimo para que los investigadores progresen adecuadamente. Hay que encontrar mecanismos, por ejemplo, para que los cient¨ªficos europeos j¨®venes alcancen mucho antes su independencia, hay que darles m¨¢s facilidades y tambi¨¦n mayor responsabilidad para que sean ellos los que marquen la pauta.
P. ?Eso significa tambi¨¦n m¨¢s libertad?
R. La libertad en ciencia es fundamental. Las restricciones jam¨¢s han sido positivas. Yo mismo me considero un ejemplo de ello. Si me hubieran limitado o coartado no hubiera llegado donde estoy.
P. ?Qu¨¦ hay que hacer?
R. De entrada, definir un nuevo modelo de carrera investigadora. Los cient¨ªficos tienen que ingresar antes en el sistema. Adem¨¢s, hay muchos problemas en el mundo de la ciencia que necesitan de sangre nueva. Biol¨®gicos, m¨¦dicos, ecol¨®gicos, geol¨®gicos, evolutivos... Necesitamos que gente con nueva visi¨®n nos ayude a comprender c¨®mo los organismos funcionan y han evolucionado.
P. ?Puede ser la Agencia Europea de Investigaci¨®n una soluci¨®n?
R. Su estado es todav¨ªa embrionario, pero si progresa puede ser fundamental para el futuro de Europa. De su avance se esperan nuevas f¨®rmulas de organizaci¨®n y de financiaci¨®n al estilo de las que aportan la National Science Foundation o los Institutos nacionales de Salud en Estados Unidos. Ambos han demostrado ser buenos modelos para asegurar la calidad de la producci¨®n cient¨ªfica y para promocionar a los j¨®venes investigadores. Nadie ha puesto en marcha, hasta el momento, un modelo mejor.
P. Tal vez sea tambi¨¦n el m¨¢s f¨¢cil de implementar.
R. Sobre el papel s¨ª. Pero no ha habido nadie en Europa capaz de poner en marcha un sistema similar. En cualquier caso, no obstante, hay que empezar por lo posible, muy lentamente, con mucha sensibilidad y mucho tacto.
P. Tenemos los Programas Marco. ?Cambiar¨ªa algo de ellos?
R. No s¨¦ en otras ¨¢reas, pero en biolog¨ªa se busca mucha orientaci¨®n y aplicabilidad. Se persigue la participaci¨®n de empresas y la obtenci¨®n de rendimientos a corto plazo. Eso no deja mucho lugar para la investigaci¨®n b¨¢sica.
P. ?Cree que se prima en exceso a las empresas biotecnol¨®gi-cas y farmac¨¦uticas?
R. Para ellas el planteamiento est¨¢ bien, pero el conocimiento que aplican tiene que salir de alguna parte. Si todo el esfuerzo se centra en la aplicabilidad, ?quien va a generar las nuevas ideas? Este planteamiento est¨¢ llevando a que los cient¨ªficos europeos se vayan a Estados Unidos. No s¨¦ si se puede hablar con precisi¨®n de fuga de cerebros. Lo que s¨ª s¨¦ es que en los a?os sesenta muchos j¨®venes investigadores norteamericanos ven¨ªan a Par¨ªs o a Cambridge y que el flujo se ha invertido. Si ven¨ªan a Europa es porque hab¨ªa cient¨ªficos brillantes y todo el mundo quer¨ªa trabajar con ellos. El caso es que en Europa nos hemos vuelto todos muy comodones. Investigamos, publicamos mucho, pero hacemos poco esfuerzo por crear ciencia.
P. Por lo que dice, la f¨®rmula a aplicar parece ser simple.
R. Es que lo es. Lo ¨²nico que necesitas es gente joven y brillante y sitios donde hacer ciencia de calidad para descubrir los secretos fundamentales de la naturaleza. Y algo m¨¢s de libertad. Estamos todos demasiado preocupados por cu¨¢ntos art¨ªculos vamos a publicar, por producir al precio que sea. Publicar est¨¢ bien cuando tienes algo que decir, cuando aportas algo de inter¨¦s a un problema. No todo lo que se publica cumple con estos requisitos.
P. Hablaba antes de libertad. ?De qu¨¦ forma entiende que se coarta en el actual sistema europeo?
R. La forma c¨®mo se financian algunas investigaciones o se firman algunos contratos son contrarios a la libertad que necesita el cient¨ªfico para progresar. El sistema puede ser v¨¢lido cuando te refieres a propuestas con un alto componente tecnol¨®gico, pero el Airbus y el conocimiento sobre el organismo humano se generan de forma distinta. Hay ya una cierta sensibilidad al respecto, de modo que se propugna diferenciar ambos procesos y situarlos en ¨®rbitas de financiaci¨®n y de exigencia distintas. Soy optimista al respecto, creo que podremos avanzar en esta l¨ªnea.
P. Suponga que se encuentra un joven al que le gustar¨ªa estudiar algo, pero la ciencia le aterra. ?Se sentir¨ªa tan optimista?
R. Hay dos motivos para tener miedo a la ciencia. Uno es su dificultad. La clave, en este caso, son la escuelas. El segundo son las falsas percepciones, las fantas¨ªas que se crean acerca de la verdadera misi¨®n del cient¨ªfico. F¨ªjese en lo que est¨¢ ocurriendo ahora mismo con la clonaci¨®n. Yo no quiero tener hijos clonados, pero, aunque quisiera, no es m¨¢s que pura fantas¨ªa a la que oponemos una resistencia poco comprensible. El resultado es una pol¨¦mica est¨¦ril. Discutimos lo que est¨¢ mal o es inmoral sin darnos cuenta de que la propia naturaleza nos est¨¢ dando la respuesta.
P. ?Quiere decir que no sabemos explicar lo que estamos haciendo?
R. De alg¨²n modo ocurre eso. Detestamos todo cuanto huela a clonaci¨®n o a manipulaci¨®n gen¨¦tica y nos dejamos seducir cada d¨ªa en el supermercado por la palabra org¨¢nico. Tenemos un problema con las palabras y con un cierto tipo de moralidad. Pero la ciencia es la realidad, es lo ¨²nico que nos permite decir que podemos probar que lo que decimos es cierto. No es mi opini¨®n contra la tuya, sino una realidad que puede ser contrastada. La ciencia no deber¨ªa ser un juego pol¨ªtico.
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