"Al-?ndalus es una aportaci¨®n ¨²nica en la cultura occidental", afirma Gonz¨¢lez Ferr¨ªn

La reconquista de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica por los reinos cristianos trajo consigo la desaparici¨®n de Al-?ndalus como realidad hist¨®rica. A partir de ese momento naci¨® un mito que dio origen a interpretaciones contrapuestas que oscilaban entre la idealizaci¨®n m¨¢s edulcorada y el rechazo radical. El profesor Emilio Gonz¨¢lez Ferr¨ªn intenta dar una visi¨®n equilibrada de este territorio que se mueve entre la realidad y el mito en su libro Las rutas del Islam en Andaluc¨ªa, que acaba de publicar Andaluc¨ªa Abierta (marca editorial de la Fundaci¨®n Jos¨¦ Manuel Lara).

Gonz¨¢lez Ferr¨ªn, que present¨® ayer el libro, es profesor de la Universidad de Sevilla y dirige el Centro de Estudios sobre Oriente Medio y ?frica. El profesor preside asimismo la Fundaci¨®n Gordion, centrada en el estudio de las "tierras intermedias entre Oriente y Occidente". Gonz¨¢lez Ferr¨ªn ha sido investigador libre en las universidades de El Cairo (Egipto), Amm¨¢n (Jordania), Damasco (Siria), Lovaina (B¨¦lgica) y en la School of Economics & Political Sciencies de Londres. El profesor ha recibido el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos por su obra La palabra descendida, una lectura cultural del Cor¨¢n.

Las rutas del Islam en Andaluc¨ªa recorre la literatura, el arte y el pensamiento de la Edad Media peninsular en cerca de dos centenares de p¨¢ginas repletas de fotograf¨ªas e ilustraciones. Gonz¨¢lez Ferr¨ªn se adentra en la estructura social de Al-?ndalus de la mano de sus personajes m¨¢s significativos. M¨¦dicos, fil¨®sofos, poetas y guerreros desfilan por una obra que trata de acercar al lector una sociedad que ha sufrido las distorsiones m¨¢s extremas en la interpretaci¨®n de las generaciones posteriores. El profesor de la Universidad de Sevilla reconsidera el islam del pasado como la continuaci¨®n natural del mundo cl¨¢sico romano. Gonz¨¢lez Ferr¨ªn tampoco olvida su evoluci¨®n hasta hoy y la degeneraci¨®n contempor¨¢nea en sus grupos m¨¢s extremistas.

El triunfo de los reinos cristianos tras siglos de periodos b¨¦licos y de convivencia fue seguido de la creaci¨®n de un mito que ha llegado a dividir a ide¨®logos, estudiosos y propagandistas. Unos proclamaron la nostalgia por el para¨ªso perdido de Al-?ndalus; otros se aprestaron a negar con vehemencia su condici¨®n ed¨¦nica. Para Gonz¨¢lez Ferr¨ªn, la etapa andalus¨ª puede definirse como un tiempo ilustrado en el que Oriente se instal¨® en Occidente enriqueci¨¦ndolo con una nueva visi¨®n del mundo.

"Es un texto que no intenta casarse con ning¨²n grupo pol¨ªtico, ideol¨®gico e hist¨®rico. Es un libro reactivo. Porque publiqu¨¦ distintas cosas sobre Al-?ndalus me han venido tildando de quintacolumnista del arabismo espa?ol", explic¨® el profesor de la Universidad de Sevilla. "Esa acu?aci¨®n andalus¨ª fue espec¨ªfica. El siglo XX araboisl¨¢mico ha sido laico. Lo que ocurre ahora es una revoluci¨®n sociol¨®gica del Cor¨¢n. Si digo que Al-?ndalus no fue isl¨¢mico sino andalus¨ª le quitas combustible a algunas reivindicaciones. Al-?ndalus forma parte del legado romano y visigodo. Al-?ndalus es una aportaci¨®n ¨²nica en la cultura occidental y sirve tanto como la Iliada o el Ulises de Joyce", recalc¨® Gonz¨¢lez Ferr¨ªn.

"Arma arrojadiza"

"Todo pasado olvidado prepara su venganza", agreg¨® el profesor, en referencia a las distorsiones de la realidad social andalus¨ª. "Durante los a?os setenta la progres¨ªa occidental utiliz¨® lo ¨¢rabe como arma arrojadiza", dijo Gonz¨¢lez Ferr¨ªn. Un ejemplo de esto es la distinta visi¨®n que tienen de Al-?ndalus el arabista Seraf¨ªn Fanjul y el escritor Juan Goytisolo. "Seguro que hay una lectura que tiene sentido entre la aportaci¨®n cient¨ªfica de Fanjul y la aportaci¨®n po¨¦tica de Goytisolo", agreg¨® el profesor, que insisti¨® en que se puede dar una visi¨®n equilibrada de Al-?ndalus entre las ideas de sus nost¨¢lgicos y de sus detractores.

Gonz¨¢lez Ferr¨ªn puso diversos ejemplos de c¨®mo la aplicaci¨®n de categor¨ªas actuales a sucesos ocurridos hace siete u ocho siglos puede acabar en el error. As¨ª, algunos jud¨ªos y moriscos guardaban la llave de su casa tras emprender el camino del destierro. "Y, a veces, la llave del jud¨ªo sefard¨ª y la llave del morisco abr¨ªan casas vecinas en Espa?a", coment¨®. "En Al-?ndalus hab¨ªa una idea de que hab¨ªa gente muy distinta participando en la modernidad de su tiempo", concluy¨® Gonz¨¢lez Ferr¨ªn.