'Titanic' Fraga

En media hora, en el domicilio de Manuel Fraga, el l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, asegura haber zanjado la ¨²ltima de las crisis de los populares gallegos. Probablemente es m¨¢s un deseo que una realidad, porque el tumor sigue sin ser extirpado y posiblemente continuar¨¢ as¨ª hasta que se produzca la retirada de la escena pol¨ªtica del presidente de la Xunta. Fraga ya ha dicho que nada, salvo la providencia divina, le va a impedir ir a por su quinto mandato en las elecciones de octubre de 2005. Y nadie dentro del partido se atreve a cuestionar p¨²blicamente su liderazgo. Otro asunto es en privado. Pero cada vez es m¨¢s evidente que no tiene capacidad para cerrar las heridas entre la facci¨®n cr¨ªtica y clientelar, aglutinada en torno a los l¨ªderes regionales Baltar y Cui?a, y el sector que respalda desde Madrid la direcci¨®n nacional del PP.

Fraga es como el capit¨¢n del Titanic, convencido de su habilidad para esquivar los hielos y de no modificar ruta pese al riesgo de hundimiento del imponente transatl¨¢ntico. Sin duda, ese buque pol¨ªtico es la bandera regional m¨¢s flamante del PP, pero dentro del partido crece el temor de que los comicios del a?o pr¨®ximo supongan la p¨¦rdida del gobierno en Galicia tras 15 a?os consecutivos de poder. Siempre se ha dicho que Fraga era la garant¨ªa m¨¢s segura para controlar pol¨ªticamente la regi¨®n -sobre todo, gracias al inquebrantable apoyo del voto rural-, donde ni siquiera la cat¨¢strofe ecol¨®gica del Prestige pas¨® factura al PP en las pasadas elecciones municipales, generales y europeas en 2003 y 2004.

Don Manuel era (no est¨¢ claro si lo es todav¨ªa) la soluci¨®n, pero tambi¨¦n es ahora el problema. La sucesi¨®n de un l¨ªder es siempre dif¨ªcil. M¨¢s a¨²n cuando su autoritarismo infunde temor a la vez que respeto por los servicios prestados en los triunfos de Galicia. Sin embargo, Fraga no sintoniza con lo que pretende Rajoy desde Madrid: apostar por la renovaci¨®n de los populares gallegos con pol¨ªticos como el vicepresidente de la Xunta, N¨²?ez Feijoo, o el secretario regional del partido, Palmou, frente al clientelismo que representan Cui?a o Baltar.

Ahora est¨¢ claro que el congreso regional del pasado octubre no signific¨® ni mucho menos el debilitamiento de los del grupo de la boina, que Fraga necesita para continuar al frente. Ya han colocado a uno de los suyos (el alcalde de Lal¨ªn) como coordinador de la campa?a electoral y se muestran convencidos de que antes o despu¨¦s Fraga destituir¨¢ al secretario regional, quien con su amenaza de dimisi¨®n desat¨® esta ¨²ltima crisis. ?Cu¨¢nto tardar¨¢ en estallar la pr¨®xima?