Don Quijote de la Mancha
En un lugar de la Mancha" -es decir, en un pueblo cualquiera del centro de Espa?a- un hidalgo de posici¨®n modesta ha perdido, leyendo libros sobre fant¨¢sticos caballeros andantes, la noci¨®n de la realidad, y decide ponerse a imitar sus nobles haza?as idealistas. Pertrechado con viejas armas, y habiendo adoptado el nombre de don Quijote, hace una primera salida en busca de aventuras a lomos de su caballo Rocinante. Pronto regresar¨¢ maltrecho, para volver a salir una segunda vez, acompa?ado ahora por un labrador vecino suyo, Sancho Panza, en calidad de "escudero". Los descalabros se suceden. Don Quijote ha confundido con gigantes unos molinos de viento; acomete contra ellos y sufre las consecuencias de su error que, sin embargo, se negar¨¢ siempre a reconocer.
Sus peripecias recorren los estratos de la sociedad espa?ola del XVII
Las sucesivas peripecias ocasionadas por su locura permitir¨¢n, en una rica variedad, recorrer los diversos estratos de la sociedad espa?ola del siglo XVII, desde los m¨¢s humildes a los m¨¢s altos, dando lugar a que mientras tanto veamos desarrollarse una relaci¨®n humana llena de los m¨¢s delicados matices entre el caballero y su escudero, quien, sin perjuicio de percibir los desatinos de su amo, es seducido y arrastrado en parte por ellos, y sobre todo siente hacia ¨¦l firme lealtad y un hondo afecto.
Tras episodios diversos, tan divertidos como pat¨¦ticos, al hilo de los cuales se introducen en el libro otras historias novelescas, los amigos del hidalgo pueblerino ahora convertido en caballero andante han urdido una farsa, y aprovechan su locura para reintegrarlo mediante ella al hogar, donde es atendido por sus familiares y donde todos procuran curarlo de su man¨ªa caballeresca.
Sin embargo, y a pesar de los recursos puestos en juego para disuadirlo, don Quijote emprender¨¢ todav¨ªa una tercera salida en compa?¨ªa de Sancho, dirigi¨¦ndose ante todo en busca de la dama de sus amores, Dulcinea, figura imaginaria forjada por ¨¦l con el vago recuerdo de una cierta aldeana que tiempos atr¨¢s le hab¨ªa encandilado. Con esto se iniciar¨¢ una nueva serie de aventuras muy diversas y siempre sorprendentes. Destacan las que tienen lugar durante el alojamiento de nuestro pretendido caballero en el palacio de unos duques, quienes, con intenci¨®n de divertirse a costa de los pintorescos personajes, nombrar¨¢n a Sancho gobernador de una supuesta ?nsula Barataria para que vea cumplida as¨ª la merced que su se?or le hab¨ªa prometido muchas veces.
Los desenga?os que amo y criado cosechan en casa de los duques les llevar¨¢n de nuevo al camino de las libres aventuras, donde, entre otras cosas, tropiezan con una partida de bandidos, hasta llegar finalmente a Barcelona. All¨ª, por ¨²ltimo, uno de los vecinos de nuestro hidalgo pueblerino que ha llegado disfrazado de caballero andante para sacar partido de su locura lo desaf¨ªa, lo vence y le impone la condici¨®n de que abandone por un a?o el ejercicio de las armas. De este modo, don Quijote y Sancho deber¨¢n regresar a su aldea, donde el hidalgo cae enfermo y, recuperado el juicio, muere en medio de general consternaci¨®n.
Este texto se public¨® en la colecci¨®n de ensayos de Francisco Rico Breve biblioteca de autores espa?oles (Seix Barral).
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