Peque?o pero s¨®lido
Gracias a su techo met¨¢lico retr¨¢ctil, el Twin Top combina las ventajas l¨²dicas de los descapotables y la protecci¨®n de los coches cerrados. Y aunque por dentro es casi igual que el Corsa, la posici¨®n baja al volante y la ausencia de las plazas traseras hacen sentirse en un minideportivo.
Muy manejable
A pesar de ser un descapotable, el Tigra transmite una sensaci¨®n de solidez notable y la rigidez del chasis se aprecia en que no tiene los chirridos habituales en otros cabrios peque?os y responde con un tacto consistente que le distingue.
En ciudad, sus medidas compactas refuerzan el sentido pr¨¢ctico en el uso diario: es ¨¢gil en los atascos y se aparca en cualquier hueco. Y s¨®lo su escasa visibilidad trasera complica las maniobras.
El tama?o es otra virtud en trazados virados, donde permite enlazar las curvas sin apenas inercias y resulta muy manejable. Balancea algo m¨¢s de lo deseable en virajes cerrados, pero responde con precisi¨®n y es noble y eficaz. Y el techo met¨¢lico permite hacer viajes largos con una sonoridad aceptable y s¨®lo penalizada por algunos ruidos de ajuste en las ventanillas. Adem¨¢s, cuando se descubre protege bien del aire y cuenta con una rejilla opcional (200 euros) que se coloca detr¨¢s de los reposacabezas para eliminar las turbulencias.
As¨ª, el Tigra se conduce con gran facilidad, no es nervioso en trazados r¨¢pidos y tiene un aplomo correcto en autopista. Las suspensiones son blandas y filtran bien, pero las ruedas m¨¢s anchas (205/50/16), de serie en el acabado Edition de la prueba, penalizan el confort y hacen que sea algo seco en los baches. Los frenos, con ABS, tienen un buen tacto y paran bien. Y s¨®lo le falta el ESP, que no se ofrece como opci¨®n en el Edition, pero s¨ª en el resto de la gama.
Un cambio muy mejorable
El motor 1.4 16v. de 90 CV es suficiente como versi¨®n b¨¢sica, pero no est¨¢ bien acompa?ado. Le falta fuerza por debajo de 1.500 vueltas y resulta inc¨®modo al arrancar en primera: exige tacto con el embrague para que no se cale. Despu¨¦s empuja en progresi¨®n y a partir de 4.000 revoluciones se muestra brillante porque sube de r¨¦gimen con rapidez y se estira hasta 6.500 con car¨¢cter. Sin embargo, el cambio lleva las marchas muy largas, y, junto a los neum¨¢ticos anchos de esta versi¨®n, reduce el br¨ªo y las prestaciones. Y el accionamiento de la palanca, lento e impreciso, tampoco ayuda.
Estos detalles reducen el nervio al acelerar y limitan el disfrute al volante. En carretera puede mantener buenos ritmos de crucero, pero pierde velocidad en cuanto llega una subida y obliga a reducir a menudo. Y tambi¨¦n exige elegir la marcha apropiada al adelantar, porque si no le cuesta lanzarse. Sin embargo, corre lo suficiente, y sobre todo tiene unos consumos muy bajos para un motor de gasolina porque gasta casi como un di¨¦sel: apenas seis litros en conducci¨®n suave y alrededor de ocho en ciudad y conducci¨®n deportiva.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.