Una cadena de ataques insurgentes deja una treintena de muertos en Samarra
Las bombas de EE UU alcanzan un hospital en Faluya en v¨ªsperas del asalto a la ciudad
Samarra, la ciudad sun¨ª del norte de Irak que el Gobierno de Ayad Alaui cita como un ejemplo de restauraci¨®n de la ley y el orden, vivi¨® ayer la jornada m¨¢s sangrienta de la posguerra iraqu¨ª. Al menos 37 personas murieron y m¨¢s de 60 resultaron heridas en una cadena de atentados con coches bomba. Tras los ataques, los insurgentes distribuyeron panfletos de apoyo a "nuestros hermanos de Faluya contra las fuerzas de ocupaci¨®n". En v¨ªsperas del asalto final, aviones estadounidenses volvieron ayer a bombardear Faluya y alcanzaron un hospital y docenas de casas.
La explosi¨®n de dos veh¨ªculos a primera hora de la ma?ana frente a la municipalidad y a un puesto policial, que caus¨® 23 muertos y 40 heridos, marc¨® el inicio de la jornada en Samarra, seg¨²n fuentes de la seguridad iraqu¨ª. "Vi c¨®mo un coche se dirig¨ªa al Ayuntamiento, cuando la polic¨ªa lo detuvo, explot¨®", afirm¨® el due?o de una librer¨ªa de Samarra, Mohamed Ahmed.
Tras las dos primeras explosiones, un tercer coche bomba deton¨® cerca de un convoy militar sin causar v¨ªctimas, pero un cuarto autom¨®vil provoc¨® la muerte de al menos 10 polic¨ªas y heridas a cinco al estrellarse contra una comisar¨ªa. Entre las v¨ªctimas mortales de los atentados figura Abdul Razak al Jarmin, jefe de la Fuerza de Acci¨®n R¨¢pida de la localidad, seg¨²n testigos. Tras las explosiones, los insurgentes lanzaron proyectiles de mortero contra el Ayuntamiento y tres comisar¨ªas, en las que murieron cuatro agentes y 17 resultaron heridos. En ese ataque, los insurrectos tomaron prisioneros a 10 polic¨ªas, cuyo paradero se desconoce. Tras los ataques, los autores distribuyeron panfletos en los que precisaban que "apoyamos a nuestros hermanos de Faluya contra las fuerzas de ocupaci¨®n", en alusi¨®n al cerco de la ciudad por tropas de Estados Unidos.
Mientras, Faluya vivi¨® ayer el octavo d¨ªa de intenso bombardeo estadounidense, a la vez que una columna de blindados se enfrentaba a los insurgentes en las afueras de la poblaci¨®n. El doctor Ahmed Ranem, del hospital general de Faluya, inform¨® ayer de que entre 100 y 200 bombas estadounidenses cayeron sobre el basti¨®n insurgente en las ¨²ltimas 24 horas, dejando al menos dos personas muertas y siete heridas, entre ellas mujeres y ni?os. Varios testigos aseguraron que los bombardeos de la noche del viernes alcanzaron un hospital, un almac¨¦n de suministros m¨¦dicos y docenas de casas. La ciudad rebelde del llamado tri¨¢ngulo sun¨ª volvi¨® a amanecer ayer semidesierta, ante la inminencia de la gran ofensiva terrestre.
Miembros de las fuerzas iraqu¨ªes empezaron a llegar a las bases estadounidenses en las afueras de la ciudad, en previsi¨®n del asalto final, anunci¨® un portavoz de los marines, quien admiti¨® la deserci¨®n de numerosos soldados iraqu¨ªes y al menos un oficial, contrarios a la operaci¨®n. "Han desertado; no quer¨ªan ir a Faluya", indic¨® el sargento Applegate. Por su parte, los marines que luchar¨¢n contra los insurgentes est¨¢n provistos de sofisticado armamento, pero carecen de experiencia en este tipo de combates, asegur¨® una fuente militar de EE UU. "Cerca del 95% de mis hombres no tienen experiencia en grandes combates, y muchos en ning¨²n tipo de combate", dijo el sargento Michael Edwards. Los marines se enfrentar¨¢n a una fuerza entre 1.000 y 6.000 seguidores del supuesto l¨ªder de Al Qaeda en la zona Abu Musab al Zarqaui, seg¨²n estimaciones de EE UU.
En un intento por controlar la batalla medi¨¢tica, la insurgencia invit¨® ayer a los periodistas a empotrarse entre sus filas y "ser testigos de la cruzada contra el islam y ver la verdadera cara de EE UU", seg¨²n un comunicado del consejo muyahid de Faluya, compuesto por l¨ªderes insurgentes, tribales y religiosos. "Les protegeremos [a los periodistas] y les transportaremos al lugar de los acontecimientos. Habilitaremos un edificio especial para ellos", agregaba el texto.
En el resto del pa¨ªs, tampoco cesaron los ataques. En Baquba, al este, un grupo de hombres armados acribill¨® a balazos a un antiguo miembro de los servicios secretos de Sadam Husein. Tambi¨¦n en el este, en Ramadi, 20 soldados de EE UU resultaron heridos en varios choques. Y cerca de Mosul, a unos 400 kil¨®metros al norte de Bagdad, un conductor turco muri¨® al explotar una bomba al paso del cami¨®n en el que viajaba.
Portavoces policiales informaron de que los cad¨¢veres de 12 miembros de la Guardia Nacional capturados en octubre fueron hallados en Latifiya, al sur de Bagdad.
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