Tenso adi¨®s a la familia asesinada
300 personas asisten al entierro de la pareja de 17 a?os y su beb¨¦ apu?alados en su casa
M¨¢s de 300 personas, entre familiares y amigos, asistieron ayer al entierro de la familia asesinada a pu?aladas en Madrid la madrugada del pasado viernes. Los cad¨¢veres de Amalio M.V., Ada F. F., de 17 a?os, y la hija de ambos, Nerea, de s¨®lo nueve meses, fueron enterrados en una misma sepultura del cementerio Sur de Madrid en medio de escenas de angustia y dolor y de gritos de "venganza".
Algunos sollozos y murmullos en medio de un ambiente general de angustia, tensi¨®n y silencio entre las m¨¢s de 300 personas que esperaban ayer en torno a las 12.00 en el cementerio Sur, en Carabanchel, la llegada de los f¨¦retros de Amalio, Ada y su hija. La familia fue cosida a pu?aladas la madrugada del pasado viernes en su domicilio, una casa baja situada en el n¨²mero 33 de la calle de S¨¢nchez Preciado, en el distrito de Moncloa-Aravaca. Sus cuerpos fueron encontrados sobre las 3.00 por dos amigos de la familia.
"Un gitano nunca matar¨ªa a un beb¨¦", afirm¨® la portavoz de la familia
Entre la multitud congregada en el camposanto, a una ni?a de unos seis a?os le daban miedo las tumbas. "No tengas miedo de los muertos; a los vivos es a los que tienes que tener miedo", le dijo su abuela. Gritos de "?criminales!" y "?asesinos!" se escuchaban junto a expresiones como "pobres criaturas" en referencia a la pareja y a su hija asesinadas, en susurros que romp¨ªan de cuando en cuando la respiraci¨®n contenida que sosten¨ªan todos los presentes, llegados desde diversos puntos de Espa?a.
Esta escena dur¨® alrededor de media hora. La llegada de los f¨¦retros desat¨® los nervios de los familiares y amigos de las v¨ªctimas, algunos de los cuales hab¨ªan pasado toda la noche en vela en el tanatorio Sur, muy cerca del cementerio. Los gritos de dolor y los llantos sustituyeron a los susurros cuando los familiares que portaban los ata¨²des, blancos, trataban de abrirse paso entre el tumulto que intentaba tocar los f¨¦retros antes de que descansaran definitivamente en la misma sepultura. Primero salieron los restos de Ada, luego los de Amalio y por ¨²ltimo los del beb¨¦, en una caja de apenas un metro de largo. Algunos familiares cayeron desfallecidos. Al menos cuatro personas tuvieron que ser evacuadas de entre el gent¨ªo.Dos de ellas fueron atendidas, aquejadas de crisis de ansiedad, por los sanitarios del Samur desplazados al lugar.
Y entre las voces que exig¨ªan "justicia", tambi¨¦n algunas a?ad¨ªan la palabra "venganza". El abuelo de una de las v¨ªctimas ped¨ªa a la polic¨ªa que encontrase r¨¢pidamente a los culpables de la matanza y que les hiciese pagar por el crimen, porque si no, lo har¨ªa la propia familia.
Pilar Heredia, miembro de la asociaci¨®n gitana Yerbabuena y candidata del PSOE en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas y generales, hizo de portavoz de la familia de las v¨ªctimas, que no quiso hacer declaraciones. Los nervios, la tensi¨®n y el dolor del momento se sumaron al gran enfado de muchos de ellos por las informaciones difundidas en algunos medios de comunicaci¨®n y que vinculaban el crimen con un ajuste de cuentas. As¨ª, en una de las entradas del tanatorio se lleg¨® a producir una escena muy tensa en la que uno de los familiares de la v¨ªctima, que hab¨ªa pasado toda la noche sin dormir, lanz¨® una botella de pl¨¢stico a algunos fot¨®grafos y c¨¢maras de televisi¨®n que trataban de tomar im¨¢genes del sepelio. Otros familiares se le unieron e insultaron y amenazaron a los reporteros. Pero finalmente la intervenci¨®n de otros familiares calm¨® los ¨¢nimos.
Heredia afirm¨® que este tratamiento en algunos medios, del que se quejaban tanto los familiares como ella misma, se debe a que las v¨ªctimas eran "una familia de etnia gitana". "Siempre que se trata de gitanos, se empieza a hablar de drogas y de ajustes de cuentas. Y eso son especulaciones que nos hacen much¨ªsimo da?o al pueblo gitano. Aqu¨ª no ha habido nada de eso. Lo que ha habido es el asesinato de tres menores", afirm¨®. Adem¨¢s, asegur¨® que "no va a haber ley gitana, porque la ley de los gitanos es la misma que la de todos los dem¨¢s, la Constituci¨®n y la democracia", explic¨®.
Heredia justific¨® los comentarios de algunos familiares que hab¨ªan clamado venganza contra los asesinos como "una reacci¨®n normal de alguien que ha perdido a sus seres queridos, y m¨¢s teniendo en cuenta la muerte de un beb¨¦ tan peque?o", pero asegur¨® que esa revancha no se va a producir. As¨ª, pidi¨® a las fuerzas de seguridad que pongan en marcha todos los mecanismos necesarios para esclarecer "cuanto antes" este crimen.
En cuanto a los agresores, tanto los familiares como la propia Heredia ten¨ªan claro que los criminales no pueden ser de "etnia gitana". "Un gitano nunca matar¨ªa a un beb¨¦", a?adi¨® Heredia.
Adem¨¢s, la familia segu¨ªa manteniendo ayer que el m¨®vil del crimen hab¨ªa sido el robo, aunque la investigaci¨®n de la polic¨ªa est¨¢ enfocada hacia la venganza o el ajuste de cuentas.
El Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid, Pedro N¨²?ez Morgades, que tambi¨¦n asisti¨® ayer al entierro, pidi¨® por su parte una gran reflexi¨®n a la sociedad sobre "c¨®mo puede producirse una violencia tan brutal, en este caso hacia tres menores. La sociedad corre el peligro de terminar insensibiliz¨¢ndose ante estos hechos". Y esta reflexi¨®n, dijo, ha de hacerse desde todos los puntos de vista, "desde las instituciones, la familia, desde la escuela". La clave es ver en "qu¨¦ han fallado todas las instituciones, incluida la m¨ªa". N¨²?ez Morgades, al igual que Heredia, pidi¨® al delegado de Gobierno en Madrid, Constantino M¨¦ndez, la r¨¢pida detenci¨®n de los culpables del triple crimen.
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