Los planes de 'el Lula de Uruguay'
La inversi¨®n exterior analiza positivamente el triunfo electoral de Tabar¨¦ V¨¢zquez
"Es el Lula de Uruguay". As¨ª define al izquierdista Tabar¨¦ V¨¢zquez, presidente electo de este pa¨ªs suramericano, su futuro ministro de Econom¨ªa, el moderado Danilo Astori. Con esa comparaci¨®n se refiere a este m¨¦dico onc¨®logo y ex alcalde de Montevideo, que en comicios anteriores hab¨ªa intentado sin ¨¦xito llevar a la izquierda al poder y que el domingo pasado venc¨ªa en las urnas ofreciendo un rostro m¨¢s amigable para los inversores extranjeros, despu¨¦s de renunciar a subir los impuestos a los ricos y dar subsidios del Gobierno a los pobres.
Uruguay necesita crecer para afrontar una deuda que supone el 106% de un PIB de 12.000 millones de d¨®lares y cuya mitad vence esta legislatura
Tabar¨¦ V¨¢zquez apoya las inversiones privadas como motor del crecimiento de la econom¨ªa nacional y no discrimina a las de origen for¨¢neo
Las empresas espa?olas han actuado poco en Uruguay, el ¨²nico pa¨ªs suramericano que se resisti¨® a la ola privatizadora de los a?os noventa. Sin embargo, Espa?a es el segundo inversor extranjero, detr¨¢s de Estados Unidos, en este pa¨ªs de 3,4 millones de habitantes. Telef¨®nica gan¨® este a?o dos bandas de telefon¨ªa m¨®vil y pronto se har¨¢ cargo de la filial uruguaya de Bell South, que domina este sector junto con la estatal Antel. Uni¨®n Fenosa es socia de la petrolera p¨²blica Ancap en la distribuidora de gas Conecta.
En este pa¨ªs agr¨ªcola y ganadero, que hasta la ¨²ltima crisis de 2002 era el refugio financiero de los capitales argentinos, est¨¢n presentes el Santander, BBVA y Mapfre. En el sector tur¨ªstico, otro de los m¨¢s importantes, se encuentra NH Hoteles. ENCE ha invertido en el sector maderero y planea la construcci¨®n de una planta de celulosa por 500 millones de d¨®lares.
En el departamento de Maldonado, donde se encuentra el lujoso balneario de Punta del Este, est¨¢n las ¨²nicas dos concesiones del servicio de aguas, ambas en manos espa?olas: Aguas de la Costa, de Aguas de Barcelona (Agbar), y Uragua, de Aguas de Bilbao, Iberdrola y la Caja de Ahorros de Vizcaya. Las dos han sido cuestionadas por las ONG de incumplimientos contractuales, da?os medioambientales y elevadas tarifas. Tanto es as¨ª, que el domingo tambi¨¦n se celebr¨® un plebiscito en el que el 65% se pronunci¨® a favor de dejar la gesti¨®n del agua en manos estatales.
"Transici¨®n ordenada"
V¨¢zquez y su principal rival, Jorge Larra?aga, hab¨ªan llamado a votar a favor de la propuesta, pero no aclararon si rescindir¨ªan los contratos con Aguas de la Costa y Uragua. Las empresas consiguieron en 2002 que bajara el canon que pagan al Estado, pero segu¨ªan quej¨¢ndose de que su valor permanec¨ªa expresado en d¨®lares, pese a la devaluaci¨®n de aquel a?o. Uragua advirti¨® de que abandonar¨ªa la concesi¨®n si ganaba el "s¨ª" y ahora aboga por una "transici¨®n ordenada".
V¨¢zquez, candidato del Encuentro Progresista-Frente Amplio, le hab¨ªa aclarado a los empresarios espa?oles, en su visita a Madrid de julio pasado, que respetar¨ªa los contratos firmados por el actual Gobierno y los anteriores. Les dijo que no promover¨ªa las privatizaciones, pero s¨ª las inversiones extranjeras.
Los ejecutivos que se reunieron con ¨¦l se quitaron los temores que a priori les generan los pol¨ªticos de la izquierda latinoamericana y destacaron que V¨¢zquez admiti¨® la posibilidad de asociaciones entre empresas estatales y privadas, aunque en condiciones diferentes a las propuestas por los partidos tradicionales, el Colorado (en el Gobierno) y el Nacional o Blanco. Sin embargo, tambi¨¦n expresaron lamentos.
El vicepresidente de la patronal CEOE, Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n, opin¨® al finalizar el encuentro que "el propio PSOE privatiz¨® la gesti¨®n de servicios p¨²blicos". Sin embargo, en su exposici¨®n, V¨¢zquez se hab¨ªa referido a su estrategia de pa¨ªs: "Ser¨¢ uruguaya o sencillamente no podr¨¢ ser".
A principios de los a?os noventa, el entonces presidente, el blanco Luis Alberto Lacalle, intent¨® sumarse a la ola latinoamericana de privatizaciones, pero el 72% de los uruguayos se opuso en un plebiscito celebrado en 1992. El actual jefe de Estado, Jorge Batlle, busc¨® vender al menos una porci¨®n minoritaria de empresas estatales y tampoco lo logr¨®. Con el apoyo de la izquierda consigui¨® que se aprobara una ley para abrir al capital privado una parte de Ancap, en la que Repsol YPF estaba interesada, pero despu¨¦s la alianza de V¨¢zquez se manifest¨® en contra porque la venta no iba acompa?ada de una ley que regulara al sector. En otro plebiscito, celebrado en diciembre pasado, un 64% de los ciudadanos se opuso a la venta.
La que fuera considerada la Suiza de Am¨¦rica a principios del siglo XX padece un paro del 14% y un tercio de su poblaci¨®n es pobre, aunque sigue siendo el pa¨ªs con m¨¢s porcentaje de clase media de Latinoam¨¦rica. Bajo la actual presidencia del liberal Jorge Batlle, Uruguay sufri¨® el contagio de la crisis argentina y en 2002 debi¨® devaluar, congelar dep¨®sitos de cuatro bancos y reestructurar la deuda p¨²blica, que perdi¨® la calificaci¨®n de grado de inversi¨®n, que en la regi¨®n s¨®lo mantienen Chile y M¨¦xico.
Tranquilidad inversora
La econom¨ªa cay¨® un 11% en 2002, pero al comp¨¢s de la recuperaci¨®n de Argentina y Brasil, as¨ª como del alza de los precios de las materias primas agr¨ªcolas, repunt¨® un 3% el a?o pasado y crecer¨¢ un 10% en 2004, seg¨²n el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este organismo, que hace dos a?os, junto con Estados Unidos, organiz¨® un rescate a Uruguay por 3.000 millones de d¨®lares, pronostica que el a?o pr¨®ximo el crecimiento alcanzar¨¢ a s¨®lo el 3,5%.
Uruguay necesita expandirse para afrontar una deuda que supone el 106% de un PIB de 12.000 millones de d¨®lares. M¨¢s de la mitad vence en el pr¨®ximo periodo de gobierno, que se inicia en marzo de 2005 y finaliza cinco a?os despu¨¦s. "Cumpliremos las obligaciones contra¨ªdas por anteriores Administraciones", aclar¨® V¨¢zquez, a imagen y semejanza de lo que proclam¨® Lula antes de llegar a la presidencia brasile?a.
Fuentes diplom¨¢ticas espa?olas aseguran que prevalece la sensaci¨®n de tranquilidad entre las empresas de su pa¨ªs porque V¨¢zquez apoya la inversi¨®n privada como motor del crecimiento y no discrimina a la de origen for¨¢neo. Tambi¨¦n destacan que habla de modernizar el Estado y de la posibilidad de asociarlo con el sector privado. V¨¢zquez lo hizo cuando era alcalde de Montevideo, al dar en concesi¨®n la recolecci¨®n de residuos. Quiz¨¢s los bancos pueden estar preocupados por la intenci¨®n del Frente Amplio de gravar la renta financiera, pero al menos ha desistido de suprimir el secreto bancario.
A diferencia de Batlle, que apost¨® por establecer una alianza con Estados Unidos y la semana pasada firm¨® con ese pa¨ªs un tratado de protecci¨®n de inversiones, Tabar¨¦ V¨¢zquez quiere alinear a Uruguay con el eje progresista del Brasil de Lula y la Argentina de N¨¦stor Kirchner.
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