Adaptaciones
El 250 aniversario del nacimiento de Mart¨ªn y Soler se celebr¨® en el Palau de la M¨²sica con una lectura dramatizada de la zarzuela La madrile?a o el tutor burlado, que, a su vez, es la adaptaci¨®n de una ¨®pera bufa del compositor valenciano. Refiri¨¦ndose a la producci¨®n, el director de escena Vicente Genov¨¦s indicaba, en un comentario que acompa?aba al libreto, que "se respetan las partes cantadas en su integridad y se recrean, en una versi¨®n libre de Josep Maria Gil, las partes habladas de la zarzuela, reduciendo su duraci¨®n y adapt¨¢ndolas a una est¨¦tica contempor¨¢nea ambientada en un ensayo de la propia obra (...) Haciendo uso de este teatro dentro del teatro, podemos tambi¨¦n aligerar las partes habladas que no han resistido bien el paso del tiempo". Resultar¨ªa ingenuo, ciertamente, escandalizarse de tales aligeraciones y cambios, cuando eran moneda corriente durante el siglo XVIII, pero es leg¨ªtimo preguntarse si el uso que se ha hecho del "teatro dentro del teatro" o de la contextualizaci¨®n contempor¨¢nea contribuyen aqu¨ª a realzar la obra o si, por el contrario, la muestran, todav¨ªa con mayor crudeza, como lo que realmente es: un espect¨¢culo teatralmente infumable y un argumento indigerible, cosas ambas que, por lo dem¨¢s, se produc¨ªan en aquella ¨¦poca con la misma frecuencia que en la nuestra las telenovelas. Y que nadie se rasgue las vestiduras: lo que la m¨²sica tiene de bueno, ah¨ª est¨¢. Precisamente porque lo tiene, son encomiables los esfuerzos para su difusi¨®n tales como esta representaci¨®n del Palau, la edici¨®n de la partitura por parte del Institut Valenci¨¤ de la M¨²sica y la Editorial Piles y, desde luego, el trabajo de investigaci¨®n y puesta a punto llevado a cabo por Carles Magraner y su Capella de Ministrers. Pero, siendo fieles a la realidad, por m¨¢s que mutilemos y disfracemos a La madrile?a, el libreto se nos cae de las manos. Quiz¨¢s, incluso, cuanto m¨¢s lo disfracemos, peor se quede. Los recortes de las partes habladas se justifican mucho mejor: m¨¢s de lo mismo y sin m¨²sica hubiera resultado insoportable.
La madrile?a
De Mart¨ªn y Soler. Capella de Ministrers. Director: Carles Magraner. Solistas: Raquel Lojendio, Jos¨¦ Antonio L¨®pez, Antoni Arag¨®n, Joana Llabr¨¦s, Carlos L¨®pez Galarza, Pedro Castro. Narrador: Diego Braguinsky. Director de escena: Vicente Genov¨¦s. Palau de la M¨²sica. Valencia, 6 de noviembre de 2004
En cuanto a la partitura, nadie se sorprender¨¢ a estas alturas comprobando que en el joven Mart¨ªn y Soler se anuncian ya en el encanto mel¨®dico y el acierto para los n¨²meros de conjunto que tanta fama le dar¨ªan en Europa, aunque su consideraci¨®n como "Mozart valenciano" tenga bastantes dosis de chauvinismo. En cualquier caso, las exigencias para los cantantes, en lo que respecta a la t¨¦cnica y estilo vocal, s¨ª que se aproximan a las que requiere el canto mozartiano. Destacaron en este aspecto las voces femeninas, as¨ª como la de Jos¨¦ Antonio L¨®pez. La direcci¨®n de Magraner al frente de la Capella de Ministrers hubiera requerido, acompa?ando al rigor, un punto m¨¢s de gracia en el fraseo, especialmente en n¨²meros de perfume tan popular como el de la Seguidilla del Acto II.
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