Inteligentes y solitarios

A los 10 a?os me di cuenta que tardaba mucho en escribir, mis compa?eros terminaban el examen en una hora y yo necesitaba el doble de tiempo. Me ve¨ªa diferente cuando era peque?o, a veces incluso como un genio, porque sab¨ªa y entend¨ªa muchas cosas de otros cursos superiores. Despu¨¦s vas perdiendo esa capacidad e incluso en mi curso hab¨ªa cosas muy simples que no entend¨ªa. Me cuesta mucho relacionarme con los dem¨¢s". Andr¨¦s Escudero, 20 a?os y estudiante de Ingenier¨ªa Industrial en la Universidad de Sevilla es uno de los cerca de 4.000 alumnos andaluces que sufren el s¨ªndrome de Asperger.

Se trata de un trastorno neurobiol¨®gico bastante desconocido en Espa?a y cuya caracter¨ªstica principal es la dificultad de relacionarse socialmente con las otras personas. "Son ni?os solitarios, capaces de resolver problemas matem¨¢ticos, pueden ser expertos en astronom¨ªa, conocer todos los detalles de las guerras mundiales pero no saben mantener una conversaci¨®n rec¨ªproca con un ni?o de su clase. Son incapaces de establecer relaciones con los iguales apropiadas a su nivel de desarrollo, lo suelen hacer con personas m¨¢s peque?as o mayores", explica Pilar Mart¨ªn Borreguero, experta en psicolog¨ªa cl¨ªnica y ponente en las I Jornadas Provinciales sobre S¨ªndrome de Asperger y Educaci¨®n, que se celebraron la semana pasada en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.

Un encuentro, organizado por la universidad sevillana, la Asociaci¨®n Asperger Andaluc¨ªa y la Junta de Andaluc¨ªa, que reuni¨® a padres, profesores, expertos y afectados en la capital andaluza.

Las jornadas sirvieron para informar a los profesores de c¨®mo pod¨ªan reconocer el trastorno entre sus alumnos para poder comunic¨¢rselo a los padres y tambi¨¦n para que los afectados reclamaran m¨¢s ayuda de las administraciones. Aunque reconocer un s¨ªndrome de Asperger no es nada f¨¢cil. Las personas que sufren este trastorno no se diferencian f¨ªsicamente de los dem¨¢s, hablan perfectamente, incluso poseen un vocabulario m¨¢s rico de lo corriente, aunque en d¨®nde s¨ª son diferentes es en la dificultad de integraci¨®n social y la incapacidad que tienen en hacer amigos.

"Son ni?os que tienen una alteraci¨®n importante del uso de m¨²ltiples comportamientos no verbales como el contacto ocular, muchas veces no miran con el que hablan, no suelen compartir placeres con los dem¨¢s ni?os ni les dan una respuesta de apoyo cuando lo necesitan. Suelen tener man¨ªas como apagar varias veces las luces, sentarse en la misma silla, a partir de los siete a?os tiene problemas con la escritura en el colegio, son desorganizados y en la edad adulta no tienen amigos y tienen muchas dificultades para relacionarse con los dem¨¢s", contin¨²a Mart¨ªn Borreguero. Los afectados suelen ir de psic¨®logo en psic¨®logo sin que se sepa que les pasa. A Andr¨¦s Escudero le diagnosticaron una esquizofrenia y Manolo Poyato, otro afectado de 29 a?os, descubri¨® su trastorno gracias a un programa de televisi¨®n. "Me llam¨® mi madre el a?o pasado y me dijo que pusiera la televisi¨®n. Me di cuenta que me pasaba lo mismo. Yo sab¨ªa que era exc¨¦ntrico, que no sab¨ªa relacionarme, aunque lo especialistas lo achacaban a la timidez. Ahora s¨¦ lo que tengo aunque la Seguridad Social sigue pasando un kilo de nosotros, los m¨¦dicos no tienen ni idea del s¨ªntoma aunque no lo van a reconocer nunca y se pasan la bola de uno a otro. Yo he estado de un lugar a otro como una pelota. Aunque ahora ya s¨¦ lo que tengo y que lo voy a tener toda mi vida, he aprendido a leer el lenguaje corporal y eso me ayuda bastante para relacionarme", cuenta Poyato.

El s¨ªndrome de Asperger es muy dif¨ªcil de diagnosticar, muy reciente (no se tipific¨® hasta 1992) aunque el equipo Especifico de Trastornos del Desarrollo de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, dirigido por la psic¨®loga Juana Mar¨ªa Hern¨¢ndez, est¨¢ pendiente de recibir el visto bueno para dotar a todos los colegios e institutos de Espa?a de un instrumento de deducci¨®n del s¨ªndrome. "Lo recibir¨ªan los profesores, ver¨ªan los principales s¨ªntomas de los afectados y as¨ª por lo menos podr¨¢n informar a los padres de qu¨¦ les ocurre a sus hijos" ,explica Hern¨¢ndez. Aunque hasta que esto ocurra, los especialistas se?alan que miles de afectados seguir¨¢n yendo de psic¨®logo en psic¨®logo intentando descubrir por qu¨¦ son diferentes a los dem¨¢s.