Yihadistas en Espa?a

Con la captura en Valencia del argelino Mohamed Boualem Khouni, por orden del juez Garz¨®n, son ya 35 los detenidos en las ¨²ltimas semanas acusados de formar parte de la trama que preparaba atentados contra la Audiencia Nacional y otros edificios p¨²blicos de la capital de Espa?a. Si se a?aden los 65 apresados en relaci¨®n al 11-M, son ya casi un centenar los detenidos por supuesta relaci¨®n con el terrorismo de masas desde marzo. La mayor¨ªa de ellos son marroqu¨ªes y argelinos, aunque hay tambi¨¦n 17 espa?oles. Casi todos resid¨ªan desde hace tiempo en Espa?a y varios de ellos ya hab¨ªan sido investigados e incluso detenidos, como este ¨²ltimo de Valencia, que lo hab¨ªa sido en septiembre de 2001, a petici¨®n de B¨¦lgica, y puesto en libertad un mes despu¨¦s.

Seg¨²n la teor¨ªa de Richard Clarke, ex asesor para temas de terrorismo de Reagan, Clinton y Bush, la red terrorista islamista se compone de varios c¨ªrculos conc¨¦ntricos organizados en torno a un n¨²cleo central formado por varios cientos de activistas de Al Qaeda. Los detenidos en Espa?a formar¨ªan parte de un segundo c¨ªrculo integrado por miles de personas dispuestas a matar y morir por su causa, organizadas en c¨¦lulas locales, y que contar¨ªan con el apoyo de un tercer c¨ªrculo, mucho m¨¢s amplio, de simpatizantes dispuestos a colaborar espor¨¢dicamente aportando dinero y otras ayudas.

De las investigaciones policiales y declaraciones ante la comisi¨®n del 11-M se deduce que las fuerzas de seguridad ten¨ªan bastante m¨¢s informaci¨®n de lo que se supon¨ªa sobre estas tramas, aunque, por tratarse en su mayor¨ªa de personas que no hab¨ªan cometido delitos, no fueron detenidas. Tras el 11-M se han comprobado interconexiones entre las distintas c¨¦lulas detectadas y tambi¨¦n vinculaciones entre los autores de esa matanza y los de otras anteriores, especialmente la de Casablanca de mayo de 2003. Hoy se conoce mejor el funcionamiento de estos grupos, incluyendo la captaci¨®n de delincuentes comunes en las prisiones.

Una de las ense?anzas del 11-M es que hay que detener a los sospechosos ante cualquier se?al de que preparan un atentado. Ello implica, como ha reclamado Garz¨®n, una adecuaci¨®n de los medios y de los instrumentos jur¨ªdicos, ya que los actuales, pensados fundamentalmente para ETA, no siempre permiten actuar a tiempo contra actividades (como las desarrolladas dentro de las prisiones) que, sin embargo, forman parte de una cadena que tiene como acto final la matanza indiscriminada.