Discurso de alto riesgo
No se entiende muy bien qu¨¦ rentabilidad pol¨ªtica espera obtener el PP del resultado de las elecciones en los Estados Unidos de Am¨¦rica y de las andanzas del ex presidente del Gobierno por Washington. Se entiende que la victoria de Bush y la derrota de Kerry haya sido recibida con alivio, porque el resultado inverso habr¨ªa complicado todav¨ªa m¨¢s su debate interno y sus dificultades de hacer entender su posici¨®n en pol¨ªtica exterior a la sociedad espa?ola.
Pero poco m¨¢s que esa sensaci¨®n de alivio puede esperar el PP del resultado de las elecciones americanas. Todos los sondeos disponibles indican que los ciudadanos espa?oles siguen estando alejados de manera abrumadoramente mayoritaria de la posici¨®n en la que se encuentran los ciudadanos que han votado al presidente Bush. En todos los terrenos. En pol¨ªtica exterior, por supuesto, pero no s¨®lo en pol¨ªtica exterior. Los "valores" que, seg¨²n parece, han pesado de manera determinante en la mayor¨ªa republicana, entre los que destaca la oposici¨®n al matrimonio entre individuos del mismo sexo, que se ha traducido en que en los 11 Estados en que se someti¨® a refer¨¦ndum fue rechazado de una manera clara e inequ¨ªvoca, no son compartidos por la sociedad espa?ola. El mismo porcentaje que se ha opuesto a este matrimonio en los Estados en que se ha sometido a refer¨¦ndum, es el que, de acuerdo con la encuesta de CIS, considera que debe aceptarse en nuestro pa¨ªs. No creo que exista la menor duda de que si los espa?oles hubieran podido votar entre Bush y Kerry se habr¨ªan pronunciado de manera muy mayoritaria por el segundo. Los resultados de las elecciones americanas no s¨®lo no deslegitiman los resultados electorales del 14-M, sino que m¨¢s bien los confirman. El triunfo de Bush era una apuesta personal de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, pero no de la sociedad espa?ola.
Pero es que, adem¨¢s, no se entiende muy bien c¨®mo la direcci¨®n del PP no ve que, al introducir los resultados electorales americanos en el debate pol¨ªtico interno, corre un riesgo frente al que tendr¨ªa que precaverse. La posici¨®n de los republicanos en Estados Unidos no es que no sea una posici¨®n de centro en Espa?a, sino que no es ni siquiera una posici¨®n de derecha, sino de extrema derecha. El discurso de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar aprovechando la reelecci¨®n de Bush no va a tener pr¨¢cticamente ning¨²n impacto en la sociedad espa?ola, pero s¨ª puede acabar teniendo un impacto en el interior del PP, en el que est¨¢ presente un sector muy de derecha o de extrema derecha, que puede encontrar alimento en esa posici¨®n del ex presidente del Gobierno.
Ahora mismo hay tensiones variadas en diversas organizaciones regionales y provinciales del PP, tensiones que no son por el momento reconducibles a posiciones ideol¨®gicas diferentes, pero en las que, posiblemente, hay un embri¨®n de esa diferenciaci¨®n ideol¨®gica. Mientras fue presidente del partido y, sobre todo, mientras fue adem¨¢s presidente del Gobierno el discurso de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar era un discurso unificador. Bajo el paraguas del PP y de su Gobierno se guarec¨ªan posiciones pol¨ªticas diferenciadas e incluso alejadas. Una vez que el PP ha dejado de estar en el Gobierno y que Mariano Rajoy ha sido elegido presidente del partido, el discurso de Aznar se convierte en todo lo contrario. No aglutina, sino que divide, en la medida en que impide que la nueva direcci¨®n pueda imponer el discurso con el que tiene que intentar reconquistar el Gobierno. Esta l¨ªnea la viene cultivando el ex presidente del Gobierno desde inmediatamente despu¨¦s del 14-M. Por eso dijo en su conferencia inaugural del curso de verano de FAES lo que dijo. Por eso el tono de su discurso en el 15? Congreso del PP fue el que fue. Y por eso su interpretaci¨®n de las elecciones americanas en clave interna est¨¢ siendo la que est¨¢ siendo. ?No hay nadie en el PP que advierta el riesgo que se est¨¢ corriendo?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.