La democracia, a la baja

El presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Mar¨ªn, abri¨® ayer la primera de las dos jornadas del Club de Madrid con la pregunta clave del problema que m¨¢s preocupa a Occidente, y en especial a Europa, tras el 11-M y el reciente brote de violencia en Holanda ?C¨®mo luchar contra el terrorismo sin cercenar la libertad individual? Mar¨ªn hizo una ajustada descripci¨®n del meollo del debate: "No se trata de que la democracia est¨¦ en peligro, sino de que la ya mermada calidad de este sistema se reduzca peligrosamente", concluy¨® el presidente del Congreso.

El Club de Madrid, integrado por unos cincuenta ex presidentes de todo el mundo (de los que m¨¢s de la mitad participan estos d¨ªas de la III Asamblea del grupo) y un importante n¨²mero de expertos, se ha reunido para analizar el estado de salud de las democracias, en especial tras la transformaci¨®n del mundo despu¨¦s de los ataques terroristas de Nueva York y Washington en 2001 y de Madrid hace ocho meses. La lucha contra el terrorismo y la defensa de la democracia es "en esencia" lo mismo, sentenci¨® ayer el comisario europeo de Justicia e Interior, el portugu¨¦s Antonio Vitorino. "Justamente hay que reforzar la democracia", explicaba Vitorino, "para evitar que puedan surgir grupos populistas que propugnen por luchar contra el terrorismo fuera del ¨¢mbito del derecho". Muchos miembros del club, en especial varios ex presidentes de pa¨ªses latinoamericanos que vivieron el terrorismo, tanto de grupos extremistas como del Estado, reconocieron este peligro para Europa.

?ste es el mayor peligro y Holanda es la madre del cordero. Desde que un radical isl¨¢mico marroqu¨ª asesin¨® al cineasta Theo Van Gogh el pasado 2 de noviembre en Amsterdam, en los Pa¨ªses Bajos se han producido una serie de ataques contra escuelas musulmanas y mezquitas y la detenci¨®n de varios presuntos radicales, e incluso del presidente del partido del l¨ªder ultraconservador Pim Fortuyn (asesinado hace dos a?os) por amenazar en nombre de un falso grupo musulm¨¢n falso. Si en un pa¨ªs con una larga tradici¨®n democr¨¢tica, liberal y de tolerancia como Holanda se rompe la convivencia, la situaci¨®n puede tornarse inmanejable en otros pa¨ªses europeos.

Vitorino ve el peligro pero cree que a pesar de esto Europa se ha mantenido y se mantendr¨¢ fiel a los principios que rigen el fr¨¢gil equilibrio entre "seguridad y libertad". Y prueba de ello, en opini¨®n del comisario, es que Europa no ha adoptado una legislaci¨®n que limite los derechos fundamentales, ni creado tribunales especiales para juzgar a los terroristas, ni reg¨ªmenes especiales de detenci¨®n, ni privado a los presuntos terroristas de sus derechos procesales.

Desde los atentados del 11 de marzo en Madrid, Vitorino sostiene que Europa ha aprendido que la "determinaci¨®n de sostener los valores y las instituciones democr¨¢ticas, la unidad de objetivos en la UE y en el plano internacional y la disponibilidad de un servicio de inteligencia eficaz", son los requisitos m¨ªnimos necesarios para luchar contra el terrorismo sin interferir en las libertades individuales.

El respeto por otros credos y etnias dentro de la UE es tambi¨¦n un factor clave para combatir el terrorismo dentro de la legalidad. "No tendremos ¨¦xito si no podemos movilizar a los elementos isl¨¢micos moderados en nuestros pa¨ªses", dijo Vitorino. "Cuando nos enfrentamos al terrorismo isl¨¢mico, tambi¨¦n nos enfrentamos al rechazo de la poblaci¨®n isl¨¢mica en nuestras naciones. Hemos de evitar la estigmatizaci¨®n de la comunidad musulmana", aclar¨®.

Vitorino sostiene que los Estados miembros saben que por s¨ª solos no pueden afrontar la amenaza terrorista. La UE ha puesto ya en marcha algunos instrumento para luchar contra el terrorismo, como la de elaborar una definici¨®n com¨²n del mismo, los cambios en la legislaci¨®n penal o la llamada "euro-orden" para agilizar los tr¨¢mites de extradici¨®n.

En ocho d¨ªas, Vitorino ser¨¢ reemplazado por el italiano Franco Frattini y hay dos temas urgentes por abordar: la financiaci¨®n "legal" del terrorismo y un mejor conocimiento del perfil del terrorista. La idea generalizada es que en la pobreza y la exclusi¨®n social est¨¢n las ra¨ªces del terrorismo fundamentalista y, sin embargo, el perfil de los autores del 11-M y del asesino de Van Gogh muestran que se trata de profesionales cualificados con un alto grado de integraci¨®n.

El mantenimiento del delicado equilibrio entre la seguridad y la libertad ser¨¢ una tarea de larga duraci¨®n y seg¨²n algunos asistentes del Club de Madrid, la b¨²squeda de una victoria r¨¢pida es el primer paso para poner en peligro la democracia en Europa y el respeto a los derechos humanos.