Voluntad de consenso

Las formas no son inocentes en pol¨ªtica. Los pol¨ªticos catalanes se han empe?ado y "comprometido" saludablemente a intentar que el nuevo Estatuto catal¨¢n no sea un tr¨¢gala impuesto por el tripartito. Ayer, los l¨ªderes de los cinco grupos parlamentarios se reunieron en el castillo de Miravet, a orilas del Ebro, para analizar el camino por el que debe transitar el debate parlamentario sobre el Estatuto. Dos elementos destacan de la reuni¨®n: est¨¢n todos y todos hacen expl¨ªcito su respeto a este debate.

En su primer pronunciamiento conjunto subrayan su prop¨®sito de que el nuevo Estatut sea un instrumento ¨²til en el marco espa?ol y europeo. Se evita el mensaje secesionista y se apuesta, admitiendo las dificultades, por un nuevo modelo de integraci¨®n de Catalu?a en el conjunto de Espa?a. Ser¨ªa lamentable que las conveniencias pol¨ªticas partidistas enturbiaran esta voluntad explicitada ayer. Los partidos catalanes no deber¨ªan perder nunca de vista que el valor del consenso del que arrancan en Catalu?a deber¨ªa refrendarse con la misma amplitud en el conjunto de Espa?a.

La foto de Miravet es la de la voluntad de acuerdo. Reunir desde el PP hasta los independentistas de Esquerra, pasando por CiU, socialistas y ecosocialistas, es una muestra de que ese deseo de que el Estatuto acabe siendo asumido y defendido por toda la ciudadan¨ªa de Catalu?a -tal como expresa el punto sexto del comunicado conjunto- va m¨¢s all¨¢ de la mera ret¨®rica.

Es cierto que no ser¨¢ f¨¢cil llegar a un acuerdo. El Partido Popular fue el m¨¢s interesado en introducir una cl¨¢usula cautelar en el comunicado que firmaron ayer los cinco partidos: una referencia a la complejidad de los asuntos pendientes de debate. Los populares catalanes son al tiempo el eslab¨®n d¨¦bil, por donde se puede romper el buen clima de debate, y el yunque imprescindible que resiste los golpes de la direcci¨®n nacional del partido. La ruptura de ese consenso por parte del PP catal¨¢n dejar¨ªa en una situaci¨®n dif¨ªcil al Partit dels Socialistes respecto a su partido hermano, el PSOE, al que el PP se esfuerza en presentar como reh¨¦n de las supuestas excentricidades auton¨®micas del tripartito catal¨¢n.

El otro peligro es que CiU, la principal formaci¨®n de la oposici¨®n y ajena a las responsabilidades de Gobierno, quiera exhibir plumajes nacionalistas a costa del proyecto liderado por el tripartito. Pero despu¨¦s de los fuegos de artificio ret¨®ricos que precedieron la reuni¨®n de Miravet por parte de CiU, los nacionalistas conservadores se avinieron ayer a firmar un comunicado conjunto y a esa foto de grupo, anteayer tan criticada. Todos han hecho concesiones para que Miravet fuera la instant¨¢nea de la madurez democr¨¢tica.