Bush suspende los juicios militares de Guant¨¢namo
El Gobierno recurre la sentencia que ilegaliz¨® los procesos
Tras el revolc¨®n que la pol¨ªtica jur¨ªdica antiterrorista del Gobierno estadounidense sufri¨® el pasado lunes con la decisi¨®n de un juez que fall¨® que los procesos de los detenidos en Guant¨¢namo a cargo de comisiones militares son ilegales, la Casa Blanca ha decidido detener los juicios. Adem¨¢s de recurrir el fallo, la Administraci¨®n podr¨ªa replantearse aspectos b¨¢sicos de los procedimientos.
Quiz¨¢ por ello, el a¨²n responsable de Justicia, John Ashcroft, uno de los arquitectos de la pol¨ªtica que identifica a los detenidos tras el 11-S como "combatientes enemigos" no sujetos a las garant¨ªas de la Convenci¨®n de Ginebra, ha lanzado un ataque en toda regla contra los posibles cambios. En junio, el Tribunal Supremo tir¨® por tierra la pol¨ªtica del Departamento de Justicia de que se puede retener de forma indefinida a los acusados de pertenecer a Al Qaeda y a los talibanes sin acusarles formalmente o sin facilitarles el acceso a abogados.
Seg¨²n el Supremo, esos "combatientes enemigos" -la f¨®rmula acu?ada por la Administraci¨®n para calificarles de ilegales-tienen derecho a defenderse en tribunales estadounidenses y con las garant¨ªas legales.
La sentencia del Supremo, celebrada por los defendores de los derechos civiles, anim¨® a los abogados de los detenidos a presentar recursos y oblig¨® al Pent¨¢gono a poner en pie un sistema para agilizar procedimientos, lo que llev¨® a crear "tribunales de revisi¨®n del estatus de combatiente" por los que han desfilado m¨¢s de 350 prisioneros. De ellos, 131 han sido confirmados como combatientes y destinados a las comisiones militares.
Pero James Robertson, juez federal, fall¨® el lunes que los procesos a cargo de estas comisiones -que sustituyen al consejo de guerra- son ilegales y que los detenidos tienen que ser juzgados como prisioneros de guerra, al amparo de las regulaciones internacionales. Robertson se refer¨ªa al proceso de Salim Ahmed Hamdan, un yemen¨ª de 34 a?os acusado de ser el ch¨®fer de Osama Bin Laden. El juez entiende que el presidente no tiene autoridad para definir qui¨¦n es un "combatiente enemigo" y que la pol¨ªtica de Justicia es suicida en caso de que soldados de EE UU caigan prisioneros.
Ante este panorama, y a la espera de la resoluci¨®n del recurso del fallo de Robertson, el Gobierno ha decidido suspender provisionalmente la actuaci¨®n de las comisiones. El Pent¨¢gono, que ya hab¨ªa anulado el lunes los procesos de noviembre y las audiencias preliminares de enero, hizo lo mismo con el calendario de diciembre, seg¨²n Los Angeles Times, que indica que "se ha incrementado la presi¨®n para que el Gobierno reconsidere la estructura b¨¢sica de las comisiones militares".
Ampliar los derechos
Entre las opciones que se discuten, a?ade el diario, est¨¢ la modificaci¨®n de las normas "para ampliar los derechos de los detenidos y sustituir los juicios por consejos de guerra". Otra posibilidad que se considera es llevar a los 550 detenidos en la base situada en territorio cubano a una prisi¨®n militar en EE UU.
En esta situaci¨®n, el ya dimitido Ashcroft tron¨® el viernes, en una reuni¨®n de la Sociedad Federalista -una asociaci¨®n de abogados conservadores-, contra "la tendencia profundamente perturbadora" de estos fallos. "La supervisi¨®n judicial intrusiva y el cuestionamiento de las decisiones presidenciales en estas ¨¢reas cr¨ªticas pueden poner en peligro la seguridad de nuestro pa¨ªs en tiempos de guerra".
?Habla Ashcrof a¨²n por la Casa Blanca o su dimisi¨®n se debe a que se niega a flexibilizar una pol¨ªtica obviamente equivocada? Algunos observadores conectan su sustituci¨®n por el consejero jur¨ªdico de la Casa Blanca, Alberto Gonzales, como el primer paso para modificar esa pol¨ªtica. Aunque Gonzales ayud¨® a elaborar la tesis de la excepcionalidad de los poderes presidenciales que el Supremo derrib¨® hace seis meses, es m¨¢s pragm¨¢tico que Ashcroft y, sobre todo, est¨¢ m¨¢s pr¨®ximo a Bush.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.