?Son graves los d¨¦ficit gemelos?
El presidente Bush ha fundamentado su reciente triunfo en tres ejes principales: la seguridad, los valores sociales y la econom¨ªa. Gran parte de la propaganda europea contra el presidente reelegido se?alaba que su gesti¨®n econ¨®mica hab¨ªa sido un desastre, especialmente por la existencia de los famosos d¨¦ficit gemelos -p¨²blico y externo-, no s¨®lo para EE UU, sino tambi¨¦n para el resto del mundo, por lo que en principio podr¨ªa resultarnos chocante que la econom¨ªa haya jugado a su favor. Es importante, pues, hacer una serie de consideraciones sobre la pol¨ªtica econ¨®mica aplicada por la Administraci¨®n de Bush.
1. En contra de lo que se nos ha dicho en numerosas ocasiones, la coyuntura econ¨®mica heredada, tras un largo periodo de expansi¨®n durante los dos mandatos de Clinton, ven¨ªa marcada por una contracci¨®n del crecimiento y el estallido de la burbuja tecnol¨®gica que se hab¨ªa generado durante los a?os de la exuberancia irracional. A ello hubo que a?adir las consecuencias del atentado terrorista del 11-S y la cadena de esc¨¢ndalos de gobierno corporativo que se acumularon en los dos primeros a?os del mandato de Bush. Simplemente, a efectos de recordatorio, habr¨ªa que destacar que en los tres meses siguientes al 11-S se perdieron cerca de un mill¨®n de puestos de trabajo en EE UU.
La combinaci¨®n de un d¨¦ficit exterior cada vez m¨¢s amplio y la percepci¨®n de que su financiaci¨®n era insostenible, ha desencadenado la ca¨ªda del d¨®lar
2. La respuesta de las autoridades americanas fue un impulso monetario y fiscal sin precedentes. El tipo de intervenci¨®n de la Reserva Federal se redujo hasta niveles pr¨¢cticamente desconocidos -el 1%- y la expansi¨®n presupuestaria, que se inici¨® desde una posici¨®n superavitaria, fue de cerca de 5 puntos del PIB en t¨¦rminos estructurales a trav¨¦s de una reducci¨®n de impuestos y de un incremento del gasto p¨²blico federal, tanto de defensa y seguridad como de car¨¢cter social en educaci¨®n y en sanidad -un 60% del incremento total- en l¨ªnea con la agenda de conservadurismo compasivo de la Administraci¨®n republicana. El efecto sobre la econom¨ªa norteamericana de esta combinaci¨®n de pol¨ªticas fue un rebote importante del crecimiento que ha promediado tasas anuales pr¨®ximas al 4% durante los dos ¨²ltimos ejercicios.
3. La consecuencia de esta mezcla de pol¨ªticas macro ha sido doble; por un lado, EE UU se ha convertido en el principal motor del crecimiento global con un protagonismo muy superior al de su peso en la econom¨ªa mundial, y por otro, un d¨¦ficit exterior creciente que ha superado el nivel del 5% del PIB. Pero tal vez incluso m¨¢s relevante que la ampliaci¨®n del desequilibrio exterior haya sido el cambio en la forma de financiarlo. En efecto, durante los ¨²ltimos a?os noventa fueron los flujos privados de capital a trav¨¦s de inversiones en cartera -b¨¢sicamente acciones- y directas los que cubr¨ªan el d¨¦ficit comercial. M¨¢s recientemente, la financiaci¨®n exterior ha tenido su origen en los bancos centrales asi¨¢ticos, que han colocado los d¨®lares obtenidos por sus intervenciones en los mercados de cambios para evitar una apreciaci¨®n de sus divisas en bonos del Gobierno americano, lo que a su vez ha facilitado el mantenimiento a niveles muy reducidos de los tipos a largo en EE UU.
4. La combinaci¨®n de un d¨¦ficit exterior cada vez m¨¢s amplio y la percepci¨®n de que su financiaci¨®n era insostenible ha sido lo que ha desencadenando la ca¨ªda del d¨®lar que hemos vivido en los ¨²ltimos ejercicios. El ajuste ha consistido fundamentalmente en una depreciaci¨®n del d¨®lar frente al euro, sin que dicho movimiento haya venido acompa?ado por una apreciaci¨®n de las monedas asi¨¢ticas, cuyo peso en el comercio exterior de EE UU viene siendo cada vez mayor.
Nos encontramos con dos visiones encontradas de los d¨¦ficit gemelos en EE UU. La primera destaca los riesgos del desequilibrio exterior norteamericano, alimentado por el creciente d¨¦ficit p¨²blico, que puede llevar a un ajuste brusco e indeseable del d¨®lar con efectos negativos sobre la econom¨ªa mundial. La segunda, a su vez, subraya que el d¨¦ficit externo es consecuencia del dinamismo de la econom¨ªa americana, que a su vez es la principal fuente de crecimiento del mundo. La salida a los problemas actuales pasa necesariamente por una reducci¨®n del desequilibrio de las cuentas p¨²blicas americanas, junto a una apreciaci¨®n ordenada de las divisas asi¨¢ticas y un esfuerzo mucho m¨¢s intenso por llevar a cabo reformas econ¨®micas en Europa para facilitar la recuperaci¨®n de su demanda dom¨¦stica. S¨ª parece clara la necesidad de evitar una desaceleraci¨®n intensa de la econom¨ªa americana, ya que, hoy por hoy, ello tendr¨ªa consecuencias muy graves para el crecimiento mundial.
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