Inteligencia, libertad y belleza
En la madrugada del domingo, a las 6.30 horas, ha muerto en su casa de Madrid Daniel Gil. Junto a ¨¦l se encontraba su hermana Mari, quien incansablemente lo acompa?¨® durante estos ¨²ltimos y duros a?os, en los que el parkinson hab¨ªa limitado enormemente su capacidad para hablar y moverse.
Con Daniel desaparece el m¨¢s importante de los dise?adores gr¨¢ficos espa?oles y el que sin duda m¨¢s ha influido en el desarrollo y el prestigio de nuestra a¨²n joven profesi¨®n.
Cuando el m¨¦dico forense que hab¨ªa acudido a la casa-estudio de la calle Arturo Soria, en medio de un paisaje de cansancio y dolor, vio las reproducciones en el pasillo, nos pregunt¨®: "?Entonces era ¨¦l? ??l era el de las portadas de Alianza?". Y es que en la Espa?a de los a?os sesenta la valiente apuesta de Alianza Editorial encabezada por Salinas, Ortega Spottorno y Javier Pradera no hubiera sido completa sin las brillantes, sorpendentes y espl¨¦ndidas portadas de Daniel Gil. Portadas que constituyeron un oasis visual en medio del desierto de la larga y gris dicatadura. Como el forense, miles de espa?oles hemos crecido con las im¨¢genes de aquellas cubiertas que se convirtieron en ventanas que permit¨ªan imaginar un mundo mejor, donde la inteligencia, la libertad y la belleza se adivinaban posibles.
Pero el talento de Daniel Gil no consisti¨® ¨²nicamente en su sorprendente capacidad est¨¦tica. Fue adem¨¢s su car¨¢cter, firme y en¨¦rgico, lo que le permiti¨® crear las condiciones para hacer posible que las 2.000 portadas de Alianza sean hoy, como ser¨¢n ma?ana, algunas de las m¨¢s significativas muestras del arte contempor¨¢neo espa?ol. Porque Gil, ¨²nico dise?ador espa?ol galardonado con la Medalla de Oro de las Bellas Artes, era adem¨¢s de un gran artista uno de esos seres humanos, desgraciadamente escasos, que abren espacios y desbrozan caminos. Miembro del Partido Comunista durante los a?os m¨¢s duros de la represi¨®n, abandon¨® la militancia a ra¨ªz de la invasi¨®n de la antigua Checoslovaquia y la expulsi¨®n del grupo de intelectuales disidentes encabezados por Claud¨ªn y Sempr¨²n.
Las nuevas generaciones de dise?adores, fot¨®grafos y artistas pl¨¢sticos espa?oles debemos mucho a este artista cuyo poderoso legado est¨¦tico est¨¢ esparcido en miles de bibliotecas an¨®nimas y en las retinas de toda una generaci¨®n de ciudadanos.
Hoy es un d¨ªa doblemente triste para los que adem¨¢s de tener a Daniel como maestro tuvimos la suerte de quererlo como amigo. Su ¨¢cido e indesmayable sentido del humor, sus inteligentes opiniones est¨¦ticas y sobre todo su honda calidad humana, dejan un hueco imposible de rellenar. Nos quedan sus portadas.
Babelia
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