Un alto dirigente del PP gast¨® 1,65 millones de la Zona Franca de C¨¢diz tras su cese

El ex delegado especial del Estado en la Zona Franca de C¨¢diz, Manuel Rodr¨ªguez de Castro, del PP, autoriz¨® en febrero y marzo de 2001, el mismo d¨ªa en el que dimiti¨® acuciado por numerosas denuncias de irregularidades y despu¨¦s de cesar en el cargo, tres pagos por parte de Rilco -una de las sociedades del recinto fiscal- por valor de 1.657.652 euros a dos empresas -una con sede en Miami- por trabajos de asesor¨ªas y materiales que, seg¨²n valoran t¨¦cnicos de Rilco y de la Zona Franca, son "de dudosa utilidad". Este dirigente, vinculado pol¨ªticamente al ex vicepresidente del Gobierno y presidente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato, y a la alcaldesa de C¨¢diz, Te¨®fila Mart¨ªnez, se mantuvo adem¨¢s como presidente, consejero delegado o consejero de varias empresas de la Zona Franca entre cuatro y diez meses despu¨¦s de su salida del cargo.

Seg¨²n la documentaci¨®n a la que ha tenido acceso este peri¨®dico y que obra en poder del Tribunal de Cuentas, Manuel Rodr¨ªguez de Castro autoriz¨® tres pagos millonarios de la Red Iberoamericana de Log¨ªstica y Comercio Exterior (Rilco), propiedad al 100% de la Zona Franca de C¨¢diz, d¨ªas despu¨¦s de cesar en el cargo como delegado especial del Estado de este organismo, dependiente del Ministerio de Hacienda.

Rodr¨ªguez de Castro present¨® su dimisi¨®n el 19 de febrero de 2001 en un pleno extraordinario de la Zona Franca, convocado ante las numerosas irregularidades que trascendieron de su gesti¨®n. En aquella sesi¨®n, Rodr¨ªguez de Castro inform¨® que minutos antes le hab¨ªa comunicado su decisi¨®n al entonces ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro. El Consejo de Ministros acord¨® su cese el 23 de febrero a propuesta del titular de Hacienda como recoge el BOE en la orden 3.803 del d¨ªa siguiente. Sin embargo, Rodr¨ªguez de Castro sigui¨® al frente de algunas sociedades de la Zona Franca que dirig¨ªa o en las que figuraba en representaci¨®n del recinto fiscal gaditano. Se mantuvo como presidente, consejero delegado y delegado de Rilco -cargo inherente al de delegado en la Zona Franca- hasta el 7 de junio de 2001. Sigui¨®, por tanto, como m¨¢ximo responsable de esta entidad casi 4 meses despu¨¦s de dimitir y cuando Miguel Osuna ya le hab¨ªa sustituido al frente del recinto fiscal gaditano el 9 de marzo.

Provisi¨®n de trabajos

El mismo d¨ªa en el que dimiti¨® -19 de febrero- firm¨® una transacci¨®n bancaria de la cuenta de Rilco en una sucursal de la caja de ahorros El Monte de Sevilla y Huelva, en la ciudad de C¨¢diz, a la cuenta que tiene Miami la sociedad Free Zone Management Services Corporation, en el banco Brickell Branch de Florida. El pago fue de 643.082 euros en concepto de provisi¨®n para los trabajos iniciales. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, el 23 de febrero -la misma jornada en la que el Consejo de Ministros dispuso su cese-, autoriz¨® otro pago a la misma sociedad de Miami por importe de 761.785 euros para servicios de proveedores, adquisici¨®n de materiales, equipos, licencias, etc.... Sin embargo, el sello de entrada del banco tiene la fecha de 27 de febrero.

El tercer pago lo firm¨® el 27 de febrero a Telvent Interactiva -filial de Abengoa- por valor de 252.785 euros, aunque, al igual que la anterior operaci¨®n, el banco fecha el sello de entrada d¨ªas m¨¢s tarde: el 7 de marzo. Seg¨²n consta en la orden de la transferencia fue en concepto de provisi¨®n para los trabajos iniciales.

Estos pagos fueron para materiales y asesor¨ªas "de dudosa utilidad que a¨²n hoy no prestan un servicio claro y ¨²til", seg¨²n detallan t¨¦cnicos de Rilco y de la Zona Franca de C¨¢diz consultados por este peri¨®dico. Estas mismas fuentes explican que estos pagos son parte de unos contratos millonarios que concedi¨® el recinto fiscal gaditano a estas empresas a las que apenas reclamaron documentaci¨®n. En el caso de la sociedad Miami Free Zone no aparece ni siquiera desglosada en su propuesta de trabajo datos econ¨®micos ni el personal que iba a destinar a este negocio. No se incluyen tampoco certificaci¨®n alguna de la embajada espa?ola sobre esta firma ni documentaci¨®n sobre su solvencia. Esta exigua aportaci¨®n de datos no fue, sin embargo, impedimento para que la Zona Franca de C¨¢diz cerrase los acuerdos con esta empresa norteamericana.