Mala noticia para el Gobierno espa?ol

Para el Gobierno espa?ol, independientemente de sus reacciones p¨²blicas, hasta aqu¨ª escasas, el nombramiento de Condoleezza Rice como secretaria de Estado en sustituci¨®n de Colin Powell es una mala noticia sin m¨¢s paliativos que el de haber sido anunciada. La otra hip¨®tesis de que un segundo mandato de George W. Bush tendr¨ªa un perfil m¨¢s moderado y conciliador con los aliados empieza a revelarse, en efecto, como otra p¨ªa intenci¨®n infundada, comparable a la que previ¨® la victoria de John Kerry en las elecciones norteamericanas.

Miguel ?ngel Moratinos puede ser considerado como el miembro del Gobierno m¨¢s afectado por esta designaci¨®n, que llena de incertidumbre sus posibilidades de recomponer las relaciones con Washington sin que Madrid pague alg¨²n duro precio en t¨¦rminos de programa o incluso de responsabilidades pol¨ªticas.

La salida de escena de Powell implica para el ministro la p¨¦rdida del principal contacto que ten¨ªa para desarrollar esa tarea. El secretario y Moratinos hab¨ªan trabajado estrechamente en la creaci¨®n del Cuarteto para la paz en Oriente Pr¨®ximo -integrado por EE UU, la UE, la ONU y Rusia- y ambos han expresado en p¨²blico que se aprecian. Rice, por el contrario, fue parca en la manifestaci¨®n de simpat¨ªas incluso hacia el ex presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar por los d¨ªas en que ¨¦ste era el aliado insustituible.

Un ¨²nico encuentro

Entre el ministro espa?ol y su nueva hom¨®loga ha habido un solo encuentro. Fue el pasado mes de abril, cuando Moratinos realiz¨® su hasta ahora ¨²nica visita a Washington, apenas 24 horas despu¨¦s de que el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero anunciara la retirada de las tropas de Irak. A diferencia de lo que ocurri¨® con Powell, no hubo testigos de la entrevista con la entonces consejera nacional de seguridad. Ni siquiera una fotograf¨ªa. Pero qued¨® claro que la conversaci¨®n fue de las que en lenguaje diplom¨¢tico se describen como "franca y dura". Es decir, que la ideologizada dama no ser mordi¨® la lengua.

Moratinos, que se apresur¨® a declarar su estima hacia Powell y casi su pesar porque dimita, no parece tener prisa en valorar la figura de la sucesora. La ¨²nica anotaci¨®n en su agenda relativa a este cap¨ªtulo esencial que son las relaciones con Washington es la entrevista concertada con el secretario saliente, el pr¨®ximo 13 de diciembre en Bruselas, durante un consejo de la OTAN. Es probable que se mantenga, porque el relevo en Washington podr¨ªa no producirse hasta enero, pero ser¨¢ ya una despedida, y no la oportunidad de enderezar las cosas. Entretanto, las ¨²nicas indicaciones sobre las intenciones de Bush para con Espa?a las traer¨¢ el rey Juan Carlos la pr¨®xima semana, cuando regrese de visitar al presidente estadounidense en su rancho de Tejas.