El Tau asume una digna derrota

Se quejaba Ivanovic, hace un par de semanas, de que el Tau no ten¨ªa la intensidad requerida. Y, claro, el Tau sin tensi¨®n es menos Tau, bastante menos, no s¨®lo, para su t¨¦cnico, sino para el com¨²n de los aficionados. Pues bien, el Tau mantuvo la tensi¨®n, es cierto, durante las tres cuartas partes del encuentro. Llegado el ¨²ltimo cuarto, el decisivo, el que resuelve los partidos igualados, se desinfl¨®. ?Por qu¨¦? No se sabe. Bien es verdad que el CSKA Mosc¨², el favorito del grupo y de la competici¨®n, tiene mejor plantilla que el conjunto vitoriano, que el equipo de Ivanovic basa su juego en un derroche f¨ªsico, en la inteligencia de Calder¨®n y la actitud y aptitud de Scola. Ayer,en Mosc¨², Scola cumpli¨® su cometido. Ni Savrasenko (2,17), ni Muursepp. ni Dikoudis pudieron con el argentino que lamentablemente para el Tau no cont¨® con al ayuda ni de David, desafortunad¨ªsimo, ni de Betts, inconsistente.. Scola se agot¨® y Calder¨®n acab¨® presa de los nervios.

A cambio, el CSKA (una constelaci¨®n de buenos jugadores) fue de menos a mas, al amparo del ex de Portland y Detroit, Brown, y del griego Papaloukas, desconocido al principio, intratable al final.

Con leves ventajas, encar¨® el Tau el ¨²ltimo cuarto. Y baj¨® los brazos. La marcha apresurada de Conley (el que m¨¢s corr¨ªa, el m¨¢s din¨¢mico) fue el mazazo definitivo. A Macijauskas le aplicaron el tercer grado defensivo y el lituano acab¨® enloquecido, sin saber a donde ir, por donde buscar la canasta. El Tau defendi¨® mal, esos minutos, y el CSKA adquiri¨® una decena de puntos de ventaja, un tramo que sabe gestionar con oficio y calma. Y el partido se muri¨®. Al final pudo la plantilla sobre el equipo y el Tau asumi¨® un derrota digna.