El Instituto Cervantes busca f¨®rmulas para proyectarse en Hispanoam¨¦rica
Consolidar el idioma en un mundo cambiante es el gran desaf¨ªo de los pr¨®ximos a?os
"Es urgente buscar las f¨®rmulas necesarias para una integraci¨®n definitiva de los pa¨ªses hispanoamericanos en los proyectos del Cervantes", explic¨® C¨¦sar Antonio Molina, director del instituto. Y ¨¦se ha sido el mensaje que ha intentado trasladar en Rosario. Los pr¨®ximos desaf¨ªos de una lengua en expansi¨®n que se habla en ambas orillas del Atl¨¢ntico exigen la unidad de esfuerzos de todos los pa¨ªses donde se habla espa?ol, no s¨®lo porque no tiene sentido la dispersi¨®n cuando la eficacia del trabajo com¨²n es incontestable, sino cuando "es tal la demanda de servicios que se reclaman del instituto que solos no vamos a poder atenderlas", coment¨®.
La presentaci¨®n de los proyectos del Cervantes se hizo el viernes cuando a¨²n reverberaba en el teatro El C¨ªrculo el elogio que Roberto Fontanarrosa hizo de las malas palabras. Igual ocurre, tal fue la fuerza de convicci¨®n del narrador, que los interesados por el espa?ol lo que quieren en realidad es acceder a la fuerza expresiva de esas palabras. El caso es que, como indicaba C¨¦sar Antonio Molina, en el mismo momento en que se realizaba su exposici¨®n se estaban examinado 15.000 alumnos en 300 centros de 80 pa¨ªses para obtener el diploma de espa?ol como lengua extranjera (ELE). Seguro que cuando el director del Cervantes termin¨® su exposici¨®n, una porci¨®n de los alumnos se serv¨ªan ya del carajo para dar cuenta de su furia cuando recog¨ªan los malos resultados de su examen.
"Adem¨¢s de internacionalizarse, el Instituto deber¨ªa tambi¨¦n hispanizarse"
"Muchos hispanoamericanos reclaman la presencia del Cervantes"
"En este congreso han sido muchos los hispanoamericanos que han reclamado la presencia del Cervantes en sus pa¨ªses", comenta Molina durante una breve entrevista. "Es cierto que ya hay muchos hispanoamericanos como profesores y como directores de biblioteca, pero entre nuestro proyectos, y siempre que sea jur¨ªdicamente posible, estamos considerando la posibilidad de que tambi¨¦n puedan dirigir alguno de los centros que el Cervantes tiene desperdigados por el mundo. Adem¨¢s es importante que haya nuevos centros en estos pa¨ªses. Por ejemplo, en M¨¦xico, cuyo apoyo es imprescindible frente a la demanda de espa?ol en Estados Unidos. Es m¨¢s f¨¢cil que haya gente que se matricule en el DF que en Madrid o Nueva York, pongamos por caso".
Durante estos d¨ªas se ha hablado de la necesidad del Cervantes de romper con pesos burocr¨¢ticos y de proyectarse m¨¢s internacionalmente. "Es su obligaci¨®n, debe llevar la lengua y la cultura espa?olas, y tambi¨¦n las auton¨®micas, al resto del mundo. Lo que deber¨ªa hacer tambi¨¦n es hispanizarse". Detr¨¢s de estas palabras de C¨¦sar Antonio Molina hay cifras. Brasil necesita 250.000 profesores de espa?ol. El Instituto Cervantes colabora activamente con universidades y academias hispanoamericanas en la formaci¨®n de profesores. Quiz¨¢ sea necesario dar un paso m¨¢s. Asentarse en estos pa¨ªses y servir de motor para generar todos esos recursos que cada vez se piden m¨¢s y frente a los cuales la oferta que procede de Espa?a exclusivamente terminar¨¢ por agotarse.
Para acceder a la Universidad, los bachilleres brasile?os deben examinarse de una segunda lengua. Veintiocho mil estudiantes eligieron el espa?ol; 18.000, el ingl¨¦s, y 800, el franc¨¦s. En el estado de R¨ªo de Janeiro, de 20 millones de habitantes, es obligatorio el espa?ol como segunda lengua. N¨²meros que dan idea de la magnitud del desaf¨ªo. Ah¨ª est¨¢n los 1.300 millones de chinos, donde el espa?ol interesa cada vez m¨¢s. Un desaf¨ªo para el que conviene unir fuerzas, y no dispersarlas.
El Instituto Cervantes es, pues, consciente de la importancia de lo que el espa?ol se juega en los pr¨®ximos a?os. Hay que atender toda la demanda de quienes quieren aprenderlo, estar bien situados y con los recursos suficientes para que esa lengua sea la primera piedra de la proyecci¨®n de la cultura. "No s¨®lo la literaria. Los Cervantes deben dar a conocer tambi¨¦n lo que hacen los arquitectos, los urbanistas, los m¨¦dicos, los cient¨ªficos sociales. Para ello est¨¢ el proyecto de la creaci¨®n de una fundaci¨®n, donde las empresas espa?olas (y tambi¨¦n las hispanoamericanas que quieran unirse al proyecto) puedan aportar esos fondos que tanta falta hacen para la actividad cultural -cada vez m¨¢s intensa, cada vez m¨¢s grande- que deben realizar los centros del Cervantes por el mundo".
Las otras lenguas
El 20 de diciembre se inaugura el centro del Instituto Cervantes de Belgrado; en febrero o marzo de 2005, el de Estocolmo; en marzo o abril, el de Praga; en oto?o, el de Sof¨ªa. El a?o 2006 ser¨¢ el de la expansi¨®n por Asia. M¨¢s adelante, tal vez Sydney.
Est¨¢ la propuesta de que el diploma (DELE) que entrega el Cervantes a los que aprenden el espa?ol como lengua extranjera sirva tambi¨¦n en los pa¨ªses hispanoamericanos. El Centro de Formaci¨®n de Profesores, que se inaugurar¨¢ en Alcal¨¢, pretende servir como modelo piloto para aplicarse en otros lugares del mundo. En San Mill¨¢n de la Cogolla, dentro de poco, el Cervantes firmar¨¢ con RTVE un acuerdo para la elaboraci¨®n de una serie de programas de televisi¨®n -dramatizados, con personajes que hablen espa?ol con sus diferentes acentos- para ense?ar nuestra lengua. Parte del material sobre el que se har¨¢n estos programas procede del Aula Virtual de Espa?ol (AVE), el sitio donde el Cervantes ofrece cursos por la Red. El Centro Virtual Cervantes, la atenci¨®n a los hispanistas o la necesidad de una nueva sede en Madrid fueron otros aspectos tratados con C¨¦sar Antonio Molina.
Pero lo que el director del Instituto quiso subrayar una vez m¨¢s es que, junto a la decidida voluntad de proyectar el espa?ol en el mundo, existe tambi¨¦n la batalla por abrir un hueco a las otras lenguas del Estado -el catal¨¢n, el euskera, el gallego- en las actividades de sus centros. El congreso, donde el Cervantes luch¨® por la inclusi¨®n de debates que incluyeran la variedad ling¨¹¨ªstica de Espa?a, es una buena prueba de los peque?os logros que hay que conquistar en este frente.
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