La 'cultura' de los planes de pensiones
EN EL PRIMER TRIMESTRE de 1983, tras ganar las elecciones generales por una ampl¨ªsima mayor¨ªa absoluta, Felipe Gonz¨¢lez y su ministro de Econom¨ªa, Miguel Boyer, comparecieron de forma p¨²blica por primera vez ante centenares de empresarios, en el seno de la Asociaci¨®n para el Progreso de la Direcci¨®n y fueron largamente aplaudidos. Un empresario que intent¨® matizar esa euforia fue acallado con abucheos por sus cong¨¦neres. En aquella reuni¨®n, Gonz¨¢lez habl¨® por primera vez de las pensiones p¨²blicas y de los esfuerzos para asegurarlas. Se iniciaba un largo camino de pedagog¨ªa ante una ciudadan¨ªa que todav¨ªa no dispon¨ªa, siquiera, del derecho universal a una pensi¨®n p¨²blica.
Un lustro despu¨¦s se legalizaban los planes de pensiones privados con ventajas fiscales. Previamente se hab¨ªa producido, precisamente a causa de las pensiones, la primera huelga general contra un Gobierno socialista. En estos ¨²ltimos 15 a?os, primero el PSOE, despu¨¦s el PP y ahora de nuevo los socialistas han tenido que emplearse a fondo para convencer de que, fundamentalmente a causa del cambio demogr¨¢fico (menos nacimientos, mayor esperanza de vida), lo m¨¢s prudente es asegurarse el futuro mediante un complemento de pensi¨®n.
La pedagog¨ªa para convencer a los ciudadanos de la necesidad de planes de pensiones privados ha sido muy costosa. Llev¨® incluso a una huelga general. Los problemas de recaudaci¨®n fiscal no deber¨ªan romperla
El instrumento ha sido los planes de pensiones: el ciudadano dejaba cautiva una cantidad (no puede sacarla del fondo si no es por causas extraordinarias como un paro de largo plazo o por invalidez) hasta su jubilaci¨®n, sometida a los vaivenes de los mercados financieros. A cambio de ese riesgo suspend¨ªa el pago de una parte de los impuestos relacionados con esa cantidad hasta el momento de su retiro; entonces tendr¨¢ que desembolsar los impuestos que no ha adelantado durante el tiempo de duraci¨®n de su plan de pensiones. Las cantidades con tratamiento fiscal positivo han aumentado, sobre todo con los Gobiernos del PP. En la actualidad, uno puede deducir de la base imponible de su impuesto sobre la renta hasta 8.000 euros al a?o, m¨¢s 1.250 euros por cada a?o para mayores de 52 a?os, con un tope m¨¢ximo de 24.250 euros.
Las declaraciones que la pasada semana ha hecho el secretario de Estado de Hacienda, Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, durante un seminario de la revista El Nuevo Lunes y la seguradora Winthertur, tienen sentido desde el punto de vista recaudatorio (menos deducciones en los planes de pensiones y en la compra de la vivienda, a cambio de una tarifa m¨¢s baja del IRPF, en el seno de una futura reforma fiscal anunciada en el programa electoral del PSOE), pero suponen una marcha atr¨¢s en ese proceso de pedagog¨ªa sobre la necesidad de complementar las pensiones p¨²blicas con el ahorro privado.
No es la primera vez que se da marcha atr¨¢s en un asunto p¨²blico de extraordinaria sensibilidad. El anuncio del presidente Zapatero de que habr¨ªa una soluci¨®n para los astilleros p¨²blicos ha conducido la crisis de Izar a ese callej¨®n aparentemente sin salida en que se encuentra ahora, y ha debilitado la posici¨®n del presidente de la SEPI, Enrique Mart¨ªnez Robles: si el presidente del Gobierno ve esa soluci¨®n, ?c¨®mo va a obstaculizarla un funcionario p¨²blico? Y entonces llega Bruselas y todo se estropea.
Los planes de pensiones tienen sentido precisamente por su tratamiento fiscal. Si no, ?por qu¨¦ va a encerrar su dinero un ciudadano sin posibilidad de moverlo hasta jubilarse, si adem¨¢s su rentabilidad no est¨¢ netamente por encima de la inflaci¨®n? Presentar cambios de tanta profundidad sin el resto de variables (qu¨¦ tipo de IRPF, qu¨¦ pasa con otras deducciones como la de la compra de la vivienda, qu¨¦ ocurre con aquellos ciudadanos que ya han planificado su ahorro a largo plazo sobre este tipo de productos y no son ya precisamente j¨®venes) conduce a inseguridad jur¨ªdica.
Inseguridad jur¨ªdica, globos sonda desmentidos, el peor momento para anunciar los futuros cambios, falta de datos para hacerse un mejor juicio de valor... todo aquello de lo que abus¨® el PP.
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