Pocos y en la periferia

Villa de Vallecas es el segundo distrito m¨¢s extenso de Madrid, con 5.155,9 hect¨¢reas, pero tambi¨¦n es uno de los menos poblados, con s¨®lo 65.775 personas. Seg¨²n los ¨²ltimos datos del padr¨®n municipal, s¨®lo representa el 2% de los vecinos de la capital. Son pocos, comparados con otros distritos mucho m¨¢s poblados, como Puente de Vallecas, el hermano mayor, que creci¨® espectacularmente al margen del antiguo pueblo de Vallecas y donde viven m¨¢s de 242.000 personas. El escaso n¨²mero de vecinos en Villa de Vallecas se traduce en una cifra comparativamente modesta de poblaci¨®n inmigrante, 7.465 personas, que, sin embargo, representa uno de cada 10 vecinos, el 11,3%. Y la tendencia es ascendente: entre julio de 2003 y julio de este a?o, 1.320 inmigrantes se empadronaron all¨ª.

Este distrito del sur registra una de las tasas de paro m¨¢s altas de la capital

Este distrito s¨®lo tiene dos barrios: el antiguo centro hist¨®rico de Vallecas, donde vive la mayor¨ªa de los extranjeros (5.404), y Santa Eugenia, donde 2.061 personas son inmigrantes. Los grupos m¨¢s numerosos son los ecuatorianos (1.696 personas); marroqu¨ªes, con 637 vecinos censados, y peruanos, m¨¢s de 500 personas. La mayor¨ªa lleg¨® al distrito hace tiempo, pero en los ¨²ltimos a?os la comunidad rumana est¨¢ creciendo con fuerza, y ya es mayoritaria con 2.236 personas censadas, aunque muchos de ellos viven en el campamento de Los Canteros, en la Ca?ada Real.

La inmigraci¨®n es un fen¨®meno que, a pesar de alg¨²n hecho aislado, ha sido bien recibido en este distrito. Como Claudia Merino Vel¨¢squez, una peruana de 21 a?os, que ha pasado de sentirse rechazada a ser una m¨¢s. Ya ha llovido mucho desde que llegase a Madrid con su hermana y su madre para reencontrarse con su padre, que se adelant¨® unos meses a su familia para trabajar en la hosteler¨ªa. Nada menos que 14 a?os. Claudia ha pasado la mayor parte de su vida en Villa de Vallecas y asegura que ya no se siente una extranjera en su entorno, ni siquiera se plantea la posibilidad de regresar a su pa¨ªs "m¨¢s que como turista". Casi toda su familia se reparte entre EE UU y Espa?a.

Esta joven es de Santa Eugenia, el barrio donde vive desde hace siete a?os. "De peque?a era pr¨¢cticamente la ¨²nica extranjera en el barrio, pero de unos a?os a esta parte se nota que hay muchos ecuatorianos, rumanos...", comenta. Sin embargo, el porcentaje de ni?os extranjeros en edad escolar en este distrito no es de los m¨¢s altos de la capital. Los seis colegios p¨²blicos de Villa de Vallecas suman un 15,54% de ni?os extranjeros, seg¨²n datos de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, una media que oscila entre el 6,14% de inmigrantes en el colegio p¨²blico Ciudad de Valencia y el 37,44% en el colegio p¨²blico Honduras, en pleno coraz¨®n del casco antiguo del distrito. En los cinco centros concertados de Villa de Vallecas la media es inferior, s¨®lo un 8,53% de sus alumnos son inmigrantes, pero su distribuci¨®n es similar a la de los centros p¨²blicos: si en el colegio Nueva Castilla s¨®lo el 4,49% de los estudiantes es extranjero, en el Sagrado Coraz¨®n Padre Pulgar, uno de cada tres es inmigrante, el 36,54%.

Villa de Vallecas ha sido siempre un distrito perif¨¦rico: mal comunicado con el centro de la capital y con varios focos importantes de marginalidad como el poblado de las Rosillas, ya erradicado, o el de las Barranquillas. Sin embargo, la prolongaci¨®n de la l¨ªnea 1 del metro lo ha hecho accesible al resto de Madrid, y los enormes desarrollos urban¨ªsticos proyectados all¨ª -m¨¢s de 80.000 viviendas en los nuevos barrios del Ensanche de Vallecas y Valdecarros- triplicar¨¢n su poblaci¨®n en los pr¨®ximos a?os. Estos futuros vecinos, algunos de ellos inmigrantes, esperan desde hace tiempo a que se construyan sus pisos, que los promotores les hab¨ªan prometido para este a?o.

A pesar de estas promesas de modernizaci¨®n, Villa de Vallecas sigue siendo un distrito maltratado, con la segunda tasa de paro m¨¢s alta de Madrid despu¨¦s de Villaverde, un 9,9% en el pasado mes de octubre. Muchos j¨®venes quieren marcharse a otros lugares, como Claudia, que, aunque ha estudiado dos m¨®dulos de ayudante de t¨¦cnico veterinario y de higienista dental, nunca ha trabajado en lo suyo. Ha sido recepcionista, camarera y, ¨²ltimamente, dependienta de una zapater¨ªa. "Encontrar empleo es muy dif¨ªcil", dice, "y tampoco es f¨¢cil encontrar piso", y menos a 3.205 euros el metro cuadrado. Villa de Vallecas es el distrito cuyo precio del suelo ha aumentado m¨¢s y con diferencia en el ¨²ltimo a?o, un 48%.

La tragedia tampoco ha sido ajena a esta zona. La matanza del 11-M golpe¨® con fuerza en Santa Eugenia. "Por suerte no nos toc¨® directamente", dice Claudia, "pero s¨ª a mucha gente que conozco". El terror persigui¨® a esta joven hasta Legan¨¦s, donde sus padres regentan un bar. Pocos d¨ªas despu¨¦s de los atentados, los terroristas se suicidaron llev¨¢ndose por delante todo un edificio. Claudia estuvo all¨ª cuando ocurri¨®. "Fue mientras me recuperaba del trauma del 11-M y volvi¨® a pasar", recuerda: "Estuve cuatro meses sin coger el tren ni el metro".