Tranquilidad de contable
Jos¨¦ Ram¨®n Gonz¨¢lez, el nuevo presidente del Instituto de Contabilidad y Auditor¨ªa de Cuentas (ICAC), cuenta un chiste de contables, valga la redundancia: "?En qu¨¦ se parece un burro a un contable? En que los dos cargan y abonan". El cuento es un juego de palabras un poco n?if, como suelen ser los chistes contados por t¨¦cnicos o matem¨¢ticos, pero lo esgrime como una demostraci¨®n palmaria de que el oficio tiene sentido del humor. Falta le hace o le va a hacer. Gonz¨¢lez, pope de la contabilidad espa?ola, es economista, como cumple, y adem¨¢s pertenece al cuerpo de Inspectores Fiscales y Tributarios (como Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar). Tiene aspecto de hombre grave y tranquilo, de conducta paciente y gestos mesurados. En la trayectoria del anterior responsable del ICAC, Jos¨¦ Luis L¨®pez Combarros, Gonz¨¢lez procede del sector privado. Concretamente de una empresa el¨¦ctrica, Iberdrola. En realidad, se incorpor¨® a Hidrola hacia 1988, antes de la fusi¨®n con Iberduero. Quince a?os despu¨¦s, el Gobierno le ha rescatado para el sector p¨²blico con el espinoso encargo de poner el mercado de auditor¨ªa y contabilidad en orden con los cambios legales que est¨¢n a punto de llegar desde Bruselas.
Gonz¨¢lez es madrile?o, nacido en 1953. Antes de Iberdrola (o Hidrola) trabaj¨® para la Administraci¨®n. Concretamente en la Intervenci¨®n General del Estado (hacia 1984), en la ¨¦poca posterior a las famosas auditor¨ªas de infarto anunciadas con demasiada premura por el primer Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez. Despu¨¦s, el matrimonio le arrastr¨® hasta Asturias, delegaci¨®n fiscal de Oviedo, durante otros tres a?os, como inspector fiscal en ejercicio. En Asturias tuvo sin duda oportunidad de practicar una de sus aficiones favoritas, pasear, que seguramente echar¨¢ de menos ahora en el despacho de la calle de las Huertas. El resto de sus aficiones se orientan en la misma direcci¨®n de tranquilidad y un cierto convencionalismo. Se declara amante de la contabilidad, porque es la parte m¨¢s importante de su vida profesional. Practica asiduamente la lectura de novela hist¨®rica -como las de Gilbert Ha?fs o Christian Jacq, de las que ocupan largas estanter¨ªas en los quioscos de los centros comerciales m¨¢s modernos- y disfruta del cine durante los fines de semana. Sus preferencias son poco discutibles, aunque esperadas: Ciudadano Kane, Casablanca y la trilog¨ªa de El Padrino. Antes del cine, una buena comida, tertulia y mus. Es uno de los pocos aficionados a ese juego que reconoce que juega mal. A ver si cunde el ejemplo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.