La galaxia de Ronaldinho

Plasmada de forma rotunda la superioridad colectiva e individual del Bar?a sobre el Madrid y evidenciado el traspaso de poderes entre uno y otro, el gran cl¨¢sico espa?ol entroniz¨® a¨²n m¨¢s a Ronaldinho: el gran mago del f¨²tbol universal. Hay que remontarse a Maradona para encontrar otro ilusionista semejante. Hoy, como en los tiempos del Pelusa, la hinchada inunda el Camp Nou a la hora del calentamiento. Ronaldinho despliega su repertorio malabarista y se convierte en un telonero impagable. ?l enciende el estadio y, con la grada en efervescencia, llegada la hora de la verdad, su sonrisa resulta tan contagiosa que sus compa?eros m¨¢s que tiritar con la presi¨®n propia del f¨²tbol festejan el tajo. Ronaldinho ha destensado a un Bar?a que se sent¨ªa perdedor tras la nefasta presidencia de Joan Gaspart. ?l, tal que un mes¨ªas, casi como Johan Cruyff en 1973, lider¨® la remontada del pasado curso y en torno a ¨¦l gravita este Bar?a guapo y ganador. Mejor abrigado que el curso anterior, con jugadores de enjundia como Deco, Eto'o o Larsson, Ronaldinho, castigado por defensas rivales y asfixiado por un calendario monstruoso, parec¨ªa haberse tomado esta campa?a de forma m¨¢s sosegada. Hasta que el Bar?a tuvo que lidiar con los dos huesos m¨¢s indigestos: el Milan y el Madrid. No es casual que en ambos duelos irrumpiera de nuevo el mejor Ronaldinho, el de la chistera repleta de tacos, el¨¢sticos, ca?os, pases bizcos (aqu¨ª miro, all¨ª la pongo)... Y el efectivo. Porque el duende brasile?o no es s¨®lo un futbolista capaz de domar la pelota como nadie. Con un golazo tumb¨® al Milan, con dos pases sepult¨® al Madrid y con un penalti le despidi¨®. Ronaldinho tiene arte y puede ser matador (14 goles la pasada temporada). Ya es gal¨¢ctico y le queda toda una carrera por delante, lo contrario que a muchos de sus oponentes del s¨¢bado, a los que la edad y el empacho de ¨¦xito han puesto en el ¨²ltimo pelda?o de la pasarela. La opulencia de Ronaldinho y sus compa?eros de galaxia es proporcional a la depresi¨®n deportiva de Roberto Carlos o Zidane. ?sta es la l¨ªnea que hoy separa a ambos equipos. Si el Bar?a no promueve otro divorcio inoportuno, como tantas veces ha hecho (Cruyff, Maradona, Ronaldo...), el futuro es azulgrana. Por obra y gracia de Ronaldinho.