C¨²per anula al Zaragoza de Savio
El Mallorca rentabiliza un gol ante un rival generoso en el esfuerzo y poco l¨²cido al ataque
Sabedor de su superioridad, no se escondi¨® en momento alguno y revitaliz¨®, como tantas veces, un partido que estaba predestinado al bostezo general. Elegante en sus movimientos, trabajador hasta la extenuaci¨®n y t¨¢cticamente espl¨¦ndido, Savio trat¨® de resucitar a un Zaragoza carente de ideas. Todos sus compa?eros, conscientes de la falta de pegada ofensiva, buscaban con reiteraci¨®n su banda, la izquierda, el ¨²nico foco ofensivo aragon¨¦s en el d¨ªa de ayer. Centr¨®, busc¨® fortuna con t¨ªmidos disparos, mare¨® a Cort¨¦s, el lateral derecho rival, y arranc¨® con asiduidad los aplausos del p¨²blico. Pero las patadas bermellonas fueron el b¨¢lsamo id¨®neo para soliviantar su presencia. Y lo logr¨® el cuadro balear, pues, aunque Savio no lo dej¨® de intentar, el Mallorca, gracias a su defensa numantina y al tanto de Luis Garc¨ªa, evit¨® que Westerveld recogiera de su porter¨ªa la pelota amarilla.
ZARAGOZA 0 - MALLORCA 1
Zaragoza: Luis Garc¨ªa; Poncio (Cuartero, m. 85), Milito, ?lvaro, Toledo; Movilla, Zapater (Garc¨ªa Granero, m. 77); Cani, Galletti (?scar, m. 70), Savio; y Javi Moreno.
Mallorca: Westerveld; Cort¨¦s, Ramis, Fernando Ni?o, Poli; Farin¨®s, Pereyra, Jorge L¨®pez (Campano, m. 86), Arango (Tuni, m. 66); Perera (Marcos, m. 75) y Luis Garc¨ªa.
Gol: 0-1. M. 20. Luis Garc¨ªa recibe un pase de Perera en la frontal del ¨¢rea chica y, de ca?o, bate al meta zaragocista.
?rbitro: P¨¦rez Burrull. Amonest¨® a ?lvaro, Zapater, Poli, Jorge L¨®pez, Luis Garc¨ªa y Perera.
Unos 30.000 espectadores.
Pero, a pesar de la garra del cuadro blanquillo, de su infatigable trabajo, la columna vertebral no coordin¨® la presi¨®n defensiva. Principalmente, porque el lesionado Villa, el ariete por decreto, siempre hace v¨¢lida esa sentencia futbol¨ªstica de que el delantero es el primer defensa. Todos los compa?eros, los que ven su espalda, presionan al un¨ªsono bajo sus directrices. Sin embargo, ayer no jug¨® y los de V¨ªctor Mu?oz, empecinados en remontar con demasiada inquietud la adversidad del resultado, descuidaron lo m¨¢s importante: la construcci¨®n del juego para abrir espacios en la zaga contraria. M¨¦rito de H¨¦ctor C¨²per, que vivi¨® el partido al l¨ªmite, con pasi¨®n e intensidad. Se qued¨® sin comprobar si el banquillo asignado era confortable -no se sent¨® en todo el encuentro-, gesticul¨®, grit¨® y, en ciertos instantes, se exasper¨®. Hasta que dos ca?os precedieron al gol de su equipo. El de Perera a Milito, primero, y el de Luis Garc¨ªa a su tocayo en nombre y apellido, el guardameta zaragocista, despu¨¦s. Un tanto que plasm¨® la idea t¨¢ctica del argentino: contenci¨®n absoluta de la zaga -los laterales nunca pasaron la divisoria-, presi¨®n a partir del medio del campo y un contragolpe r¨¢pido, incisivo y, sobre todo, vertical. Un tanto que facilit¨®, as¨ª, la continuidad de su planteamiento t¨¢ctico.
El sistema de C¨²per anul¨® el juego ma?o. As¨ª, Cani s¨®lo se llev¨® silbidos, Javi Moreno estuvo ausente en todo momento y Galletti no encontr¨® su sitio. Ni siquiera cuando V¨ªctor Mu?oz decidi¨®, en la segunda parte, disponer a sus interiores en la banda opuesta a su pie de ejecuci¨®n. No obstante, el experimento dur¨® escasamente un cuarto de hora. Y es que el Zaragoza, aunque su afici¨®n animara con dedicaci¨®n, aunque Zapater buscara con insistencia pero con falta de referente el pase vertical, aunque Savio lo intentara, perdi¨® ayer su primer partido en casa contra un equipo con sello, el de C¨²per, por mucho que se presentara en La Romareda como colista. Puede que la figura del t¨¦cnico agentino sea controvertida, pero nadie discute su capacidad para optimizar los recursos y armar un buen equipo aunque sea desde el ¨²ltimo puesto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.