La suerte del comisario franc¨¦s queda en manos de los juristas de la Euroc¨¢mara

La nueva Comisi¨®n Europea se estren¨® ayer con una primera jornada totalmente influida por el caso del comisario franc¨¦s, Jacques Barrot, que fue condenado en 2000 y despu¨¦s amnistiado por financiaci¨®n irregular de su partido. Por carta enviada a Josep Borrell, presidente de la Euroc¨¢mara, Barrot reconoci¨® ayer esa condena, por vez primera desde su designaci¨®n como comisario, el pasado abril. Borrell la envi¨® a los servicios jur¨ªdicos, cuyas conclusiones ser¨¢n analizadas por los l¨ªderes parlamentarios el jueves. S¨®lo el de los liberales, el brit¨¢nico Graham Watson, pidi¨® ayer la dimisi¨®n de Barrot.

En su carta a Borrell, Barrot, encargado de la cartera de Transportes y vicepresidente del Ejecutivo comunitario, explica que la ley francesa de amnist¨ªa implica "la desaparici¨®n de toda sanci¨®n y el olvido", hasta el punto de que incluso "se proh¨ªbe a toda persona que haya conocido el caso recordar su existencia". Por eso, explica, no se sinti¨® obligado a informar de su condena de ocho meses ni al presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso -quien hasta le ofreci¨® ser comisario de Justicia-, ni al Parlamento Europeo, que le someti¨® a un largo examen antes de votar la investidura de la Comisi¨®n, lo que se produjo el jueves sin que los eurodiputados conocieran el pasado de Barrot.

Barrot a?ade en su carta que ni ¨¦l ni las autoridades francesas han tenido "la voluntad de disimular los hechos o las condenas amnistiadas". Precisa que, una vez amnistiado, fue elegido consejero del Alto Loira en 2001, diputado nacional en 2002 y "nada me hubiera impedido", dice, "ser candidato ante el Parlamento Europeo y sentarme entre vosotros". Para el comisario, la clave reside en que cada ciudadano europeo, comisario o no, est¨¢ sometido a su propio sistema penal nacional. "Sostener lo contrario pondr¨ªa en duda el sistema penal franc¨¦s que me es aplicable".

En efecto, ¨¦sa es la clave, como qued¨® claro en las discusiones que el fin de semana mantuvieron los dirigentes de los grupos parlamentarios, donde los franceses han recordado que en sus partidos hay decenas de casos como el de Barrot por financiaci¨®n irregular de partidos. S¨®lo el l¨ªder de los liberales, el brit¨¢nico Graham Watson, pidi¨® ayer la dimisi¨®n de Barrot, pero despu¨¦s de suspender una rueda de prensa tras comprobar la divisi¨®n de su grupo (88 esca?os), en el que los franceses tienen mucha fuerza (11 representantes, s¨®lo por detr¨¢s de brit¨¢nicos e italianos, con 12 cada uno). La posici¨®n de los liberales suele ser definitiva, porque inclina la balanza entre los dos grupos mayoritarios: PPE (268), al que pertenece Barrot, y socialistas (200).

"Si yo fuera Barrot, ofrecer¨ªa mi dimisi¨®n para evitar mayores da?os a la Comisi¨®n en su conjunto", se?al¨® en un comunicado Watson, quien record¨® que un pol¨ªtico condenado como Barrot "estar¨ªa descalificado" para ocupar un cargo p¨²blico en muchos pa¨ªses de la UE en los que, adem¨¢s, ser¨ªa "impensable" la amnist¨ªa para sentencias por financiaci¨®n irregular de partidos. Y es que, para Watson, el problema "no es legal, sino pol¨ªtico".

Es lo contrario que opina el l¨ªder de los socialistas, el alem¨¢n Martin Schulz, quien ayer lanz¨® sin explicaciones una tabla de salvaci¨®n a Barrot, al recordar que su grupo (con 31 franceses, los m¨¢s numerosos) ya exigi¨® "una explicaci¨®n legal del caso" y que, si los servicios jur¨ªdicos de la Euroc¨¢mara consideran que las explicaciones de Barrot son satisfactorias, "el caso quedar¨¢ cerrado" para los socialistas.

"Malentendidos"

O sea, que a los socialistas no les importar¨¢ que en la Comisi¨®n haya un vicepresidente que fue condenado en su d¨ªa y que no lo cont¨® ni al presidente de la Comisi¨®n ni al Parlamento Europeo porque se lo permit¨ªa la legislaci¨®n francesa. Schulz habl¨® con Barrot ayer y, despu¨¦s, el comisario franc¨¦s coment¨®: "Si yo hubiera podido imaginar que lo ocurrido pod¨ªa originar tales malentendidos, yo mismo habr¨ªa tomado la iniciativa de mencionarlo ante los presidentes Prodi [Romano, anterior responsable de la Comisi¨®n] y Barroso y ante el Parlamento Europeo".

Eso es lo que Barroso, en efecto, hubiera preferido, como insisti¨® ayer en su primer d¨ªa de trabajo su portavoz, la tambi¨¦n francesa Fran?oise Le Bail, quien aguant¨® casi una hora interrumpida de preguntas sobre el caso Barrot. Barroso, dijo su portavoz, sigue confiando en el comisario franc¨¦s, pero el s¨¢bado le pidi¨® que fuera ¨¦l mismo quien diera la cara ante la Euroc¨¢mara. Entre las numerosas preguntas, periodistas del Este se quejaron de que el comisario h¨²ngaro, L¨¢zsl¨® Kov¨¢cs, sigue siendo "acusado" de haber sido comunista, o de que la comisaria propuesta por Letonia, Ingrida Udre, fue relevada porque estaba siendo investigada en otro caso de financiaci¨®n irregular de partidos.

En ayuda del comisario franc¨¦s tambi¨¦n acudi¨® ayer el propio Gobierno de Par¨ªs, cuyo ministro de Justicia, Dominique Perben, explic¨® por carta a Borrell las consecuencias jur¨ªdicas de la ley de amnist¨ªa.