El presidente chino promete en Cuba inversiones millonarias

Pese a los m¨¢s de 10.000 kil¨®metros que separan China de Cuba, ambas naciones est¨¢n cada vez m¨¢s cerca. Y no s¨®lo por razones obvias, de sinton¨ªa pol¨ªtica. Ayer, el presidente chino, Hu Jintao, viaj¨® a La Habana y apadrin¨® la firma de varios acuerdos para la producci¨®n conjunta de n¨ªquel cubano, negocio que implica una inversi¨®n de cientos de millones de d¨®lares y que, seg¨²n el propio Fidel Castro, supondr¨¢ la "duplicaci¨®n" en algunos a?os de la producci¨®n de este mineral, hoy ya primera fuente de exportaciones de la isla.

En lo que va de a?o, los intercambios entre los dos pa¨ªses han crecido casi un 40%

Durante la visita de Hu Jintao, que viaja acompa?ado de 200 empresarios, se firmar¨¢n contratos en las ¨¢reas de biotecnolog¨ªa, telecomunicaciones, turismo e industria electr¨®nica. Pero sin duda, las inversiones en la estrat¨¦gica industria niquel¨ªfera cubana son el plato fuerte del viaje del presidente chino, quien ya estuvo en Cuba en 1997 como miembro del Comit¨¦ Permanente del Bur¨® Pol¨ªtico del Partido Comunista Chino.

Altos funcionarios cubanos confirmaron a este peri¨®dico que los acuerdos son "muy importantes" y que contemplan la construcci¨®n de nuevas plantas de producci¨®n de n¨ªquel y ferron¨ªquel en la isla, lo que supondr¨¢ inversiones chinas por "cientos de millones de d¨®lares". Cuba es el cuarto productor mundial de n¨ªquel, con 75.000 toneladas anuales, y tiene una de las tres mayores reservas del mineral, con 800 millones de toneladas probadas y 2.000 millones de toneladas probables, seg¨²n fuentes oficiales. Desde hace a?os, la empresa canadiense Sherritt participa en la producci¨®n de n¨ªquel cubano, que aporta a la econom¨ªa de la isla unos 800 millones de d¨®lares anuales, casi el doble que el az¨²car. China es un gran consumidor de esta materia prima, que se emplea en la producci¨®n de acero inoxidable.

El mandatario cubano ya adelant¨®, en v¨ªsperas del viaje de Hu Jintao, la importancia que concede a su visita: durante la misma, dijo, se concretar¨¢n "grandes inversiones", que podr¨ªan ser el preludio de un despegue sin precedentes en las relaciones econ¨®micas. A pesar de que todav¨ªa sigue convaleciente de la ca¨ªda sufrida hace un mes, que le provoc¨® la fractura de la rodilla izquierda, Castro en persona encabezar¨¢ la delegaci¨®n de su pa¨ªs en las conversaciones oficiales, y su hermano Ra¨²l, segundo hombre fuerte del pa¨ªs y ministro de las Fuerzas Armadas, acompa?ar¨¢ a Hu Jintao durante los dos d¨ªas de su visita.

Pero China no s¨®lo es futuro para Cuba. Tambi¨¦n es presente. El lunes, al dejar inaugurado el primer foro de Inversi¨®n y Comercio Cuba-China, en el que participan m¨¢s de 400 empresarios de ambos pa¨ªses, el ministro de Gobierno de Cuba, Ricardo Cabrisas, anunci¨® que la isla realiza ya el 10% de su comercio con la naci¨®n asi¨¢tica. En lo que va de a?o, los intercambios han crecido casi un 40%, superando los 600 millones de d¨®lares, por encima del volumen de los intercambios con Espa?a, hasta ahora segundo socio comercial de Cuba, despu¨¦s de Venezuela.

Seg¨²n Cabrisas, "existen las condiciones y potencialidades para situar las relaciones econ¨®micas y comerciales en un nivel acorde a las estatales". Desde luego, ello implica pasar del comercio a la inversi¨®n -ya existen 11 negocios conjuntos en los sectores de la agricultura, las telecomunicaciones, la biotecnolog¨ªa, el turismo y la industria ligera, y ahora se abrir¨¢n nuevas ¨¢reas de colaboraci¨®n, la m¨¢s importante en el sector minero-.

La visita de Hu Jintao a La Habana, despu¨¦s de su arrasadora gira por Argentina, Brasil y Chile, durante la cual comprometi¨® en la regi¨®n inversiones de 100.000 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos 10 a?os, tiene, adem¨¢s de connotaciones econ¨®micas, un especial simbolismo pol¨ªtico, no exento de contradicciones.

Castro y Hu Jintao comparten los mismos cargos: el de presidente, secretario general del Partido Comunista y jefe de las Fuerzas Armadas. Pero mientras el primero es reacio a todo lo que implique iniciativa privada y en estos momentos promueve una estrategia de centralizaci¨®n y control f¨¦rreo en todas las esferas econ¨®micas, el presidente chino aboga por que su pa¨ªs sea reconocido internacionalmente como un sistema de mercado.

Cosas de la vida: Fidel Castro apoya plenamente a China en este objetivo y quiere sus inversiones capitalistas; a diferencia de lo que ocurre con la Uni¨®n Europea, las relaciones bilaterales con China no est¨¢n sujetas a ning¨²n tipo de condicionamiento pol¨ªtico ni a quejas por motivos de la situaci¨®n de los derechos humanos. La apuesta de Cuba es clara.