Tipo de cambio
Los mercados de valores se vieron ayer zarandeados por los vaivenes de las grandes divisas, en particular el d¨®lar y el euro, cuyo tipo de cambio sufr¨ªa importantes variaciones tras el anuncio de Rusia de ajustar sus reservas mediante la venta de d¨®lares contra euros.
La revalorizaci¨®n de la moneda europea empieza a convertirse en un problema importante al afectar, en principio, a las exportaciones y, despu¨¦s, porque la inversi¨®n exterior, que tradicionalmente trabaja en d¨®lares, no entra a las bolsas europeas porque el tipo de cambio resulta adverso. El momento parece m¨¢s adecuado para comprar con euros en otros mercados cuyas econom¨ªas se ven m¨¢s favorecidas por esta coyuntura.
La publicaci¨®n del PIB de Alemania en el tercer trimestre, con un incremento del 0,1% debido al descenso de las exportaciones, viene a confirmar los problemas que la supuesta fortaleza del euro -los operadores del mercado de divisas prefieren hablar de la voluntaria debilidad del d¨®lar- puede acarrear a las econom¨ªas de la eurozona.
La Bolsa espa?ola, que a media ma?ana lograba nuevos m¨¢ximos anuales intrad¨ªa, terminaba la sesi¨®n con ganancias m¨ªnimas ante la prudente retirada de los inversores. El Ibex 35 subi¨® el 0,04% en medio de una gran confusi¨®n, al tiempo que el ¨ªndice general de la Bolsa de Madrid ganaba el 0,16%.
La contrataci¨®n en el Mercado Continuo cay¨® casi a la mitad de la del d¨ªa anterior, con 1.848,84 millones de euros, esta vez con poco m¨¢s de 150 millones de euros en operaciones institucionales. Algunos observadores estimaban que esta cifra de negocio es demasiado baja para una sesi¨®n que ha contado con numerosas alternativas para compradores y vendedores, por lo que esperan problemas inmediatos.
La Bolsa de Nueva York abri¨® participando de la confusi¨®n general por el varapalo moral que supone para Estados Unidos la p¨¦rdida de protagonismo de su divisa, por m¨¢s que beneficie a sus exportaciones, y a media sesi¨®n el Dow Jones de valores industriales ced¨ªa el 0,33%. El resto de los mercados europeos tambi¨¦n se dej¨® llevar por el desconcierto.
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