Tr¨¢nsfugas en Le¨®n
La deserci¨®n de dos concejales de Le¨®n elegidos el a?o 2003 dentro de las listas de la Uni¨®n del Pueblo Leon¨¦s (UPL) -coligada hasta ahora con el PSOE en el consistorio municipal- ha puesto en marcha una operaci¨®n de transfuguismo para cambiar el gobierno de la ciudad. El apoyo de la desleal pareja -anunciado el s¨¢bado- a los 12 concejales del PP permitir¨¢ a la nueva alianza derribar al alcalde del PSOE (respaldado por los 10 concejales socialistas y los tres ediles fieles a la UPL) y nombrar en su lugar a Mario Amilivia, cuyo biotipo se asemeja curiosamente al inolvidable corregidor de Ponferrada Ismael ?lvarez. Este abordaje corsario a la alcald¨ªa de Le¨®n -programado para principios de diciembre- incumplir¨ªa de forma palmaria el Pacto Antitransfuguismo suscrito el 7 de julio de 1998 por el PP, el PSOE y otros once partidos. La convocatoria del Comit¨¦ de Seguimiento del acuerdo realizada por el ministro Sevilla tratar¨¢ de impedir ma?ana el atropello; ser¨ªa parad¨®jico que el presidente del PP, Mariano Rajoy, fuese precisamente el responsable ¨²ltimo de la conculcaci¨®n de un pacto contra esa corrupta "patolog¨ªa pol¨ªtica" del que fue activo promotor -vivir para ver- cuando era ministro de Administraciones P¨²blicas.
"Transfuguismo" es un t¨¦rmino utilizado para describir el comportamiento de los candidatos electos -al Congreso, los parlamentos aut¨®nomos y los ayuntamientos- dentro de las listas cerradas y bloqueadas de un partido que rompen con su organizaci¨®n y ponen el esca?o -conseguido al amparo y con el dinero de las siglas traicionadas- a disposici¨®n de sus adversarios pol¨ªticos. La historia de esas deslealtades no es una pel¨ªcula de buenos y malos: el PP y el PSOE han desempe?ado alternativamente el papel de seductores y de enga?ados en esas tragicomedias de adulterio pol¨ªtico. Zaplana inici¨® su embustera, p¨ªcara y desvergonzada carrera pol¨ªtica con la ayuda de una concejal socialista que le permiti¨® acceder mediante una moci¨®n de censura a la alcald¨ªa de Benidorm, primer paso hacia la conquista de la presidencia de esa Generalitat valenciana, cuyo control el actual portavoz parlamentario del PP perdi¨® durante el reciente congreso regional del partido. Esperanza Aguirre tambi¨¦n obtuvo la presidencia de Madrid gracias a la oscura deserci¨®n de dos diputados socialistas poco despu¨¦s de celebradas las elecciones de 2003.
Las razonables sospechas sobre las motivaciones venales de los parlamentarios y concejales que desertan primero de su partido y utilizan luego el esca?o para obsequiar a sus adversarios con una presidencia auton¨®mica o una alcald¨ªa (la presidencia del Gobierno no ha sido objeto todav¨ªa de ese comercio, pese a los abundantes casos de transfuguismo dentro del Congreso de los Diputados) desprestigian a las siglas implicadas en ese mercadeo de voluntades y polucionan a la clase pol¨ªtica en su conjunto. Los maletines con billetes usados sin numeraci¨®n correlativa o las transferencias a para¨ªsos fiscales no agotan los imaginativos procedimientos utilizados en ese tr¨¢fico il¨ªcito. Las recalificaciones urban¨ªsticas, las contratas, los negocios, los empleos nepotistas o las expectativas de una carrera pol¨ªtica m¨¢s brillante y mejor remunerada bajo las nuevas siglas sirven de cebo para los diputados, parlamentarios auton¨®micos y concejales que se muestran dispuestos a abandonar el partido en cuyas listas fueron elegidos y a poner el esca?o costeado con dinero ajeno al servicio del adversario.
Junto al temor a los devastadores efectos del transfuguismo sobre la imagen de toda la clase pol¨ªtica, las incertidumbres creadas por el car¨¢cter aleatorio de los beneficiados y perjudicados en ese baile de disfraces movieron hace seis a?os al PP a promover desde el Gobierno un C¨®digo de conducta -sin valor jur¨ªdico vinculante- contra esa pr¨¢ctica corruptora. No existen dudas sobre su adecuaci¨®n a este caso. El punto 2 de ese pacto de 1998, que los populares de Le¨®n se disponen ahora a utilizar como papel higi¨¦nico, compromet¨ªa a los partidos firmantes "a impedir la utilizaci¨®n de tr¨¢nsfugas para constituir, mantener o cambiar las mayor¨ªas de gobierno de las instituciones p¨²blicas": los dos concejales de la UPL han abandonado su partido con el fin de hacer a Mario Amilivia (PP) alcalde de Le¨®n mediante una moci¨®n de censura.
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