?Signos de compromiso?

La crisis instalada en Ucrania tras el fraude en las elecciones presidenciales no se confina ya a la grave tensi¨®n en Kiev. Los acontecimientos han traspasado las fronteras de la antigua rep¨²blica sovi¨¦tica y amenazan directamente las relaciones entre la Uni¨®n Europea y Rusia. Sin embargo, y pese al anuncio oficial ayer de la victoria por tres puntos del primer ministro prorruso, V¨ªktor Yanuk¨®vich, parece abrirse una ventana al compromiso forzada por la en¨¦rgica presi¨®n combinada de la UE y EE UU, que han declarado inaceptable la manipulaci¨®n electoral y urgen la revisi¨®n de la votaci¨®n del domingo.

El derrotado l¨ªder opositor, el proocidental V¨ªktor Y¨²shenko, cuyos seguidores ocupan por millares las calles de la capital, anunciaba ayer que est¨¢ dispuesto, con garant¨ªas, a repetir la segunda vuelta de los comicios. Un Yanuk¨®vich aparentemente convertido se?alaba, por su parte, que no est¨¢ interesado en unos resultados oficiales si ¨¦stos le dan una "victoria ficticia", que no sea leg¨ªtima y cre¨ªble. Las declaraciones de los antagonistas se producen en un clima de gran tensi¨®n interna y vor¨¢gine diplom¨¢tica a ambos lados del Atl¨¢ntico.

El terreno de encuentro podr¨ªa perfilarse hoy en la aplazada cumbre entre la Uni¨®n Europea y Rusia. Holanda, que preside por turno la UE, se ha mostrado abrasiva sobre el resultado electoral en Ucrania. Putin, que el lunes se apresur¨® a felicitar a su candidato Yanuk¨®vich por su triunfo "honesto y convincente", se muestra de acuerdo ahora en buscar una soluci¨®n pactada a la crisis, tras su di¨¢logo telef¨®nico con un en¨¦rgico Schr?der y el rechazo frontal de los resultados por Washington.

La eventual desestabilizaci¨®n de Ucrania -50 millones de habitantes, a caballo entre Rusia y Europa- es asunto de extrema gravedad. El pa¨ªs es una pieza clave del mapa geoestrat¨¦gico ruso y va a poner definitivamente a prueba las cada vez m¨¢s deterioradas relaciones entre ambos mundos. Pese a necesitarse mutuamente, la desconfianza entre Mosc¨² y Bruselas va en aumento, sobre todo tras la reciente ampliaci¨®n europea que ha colocado en su frontera a una serie de pa¨ªses que, por su anterior sometimiento a la URSS, son ahora especialmente al¨¦rgicos a todo lo que Mosc¨² significa. Putin prefiere verse cada vez m¨¢s como l¨ªder de una gran potencia, en el rango de China y EE UU.

La soluci¨®n pac¨ªfica de la crisis requiere, en cualquier caso, de la cooperaci¨®n entre Rusia, Europa y EE UU. Y pasa por la asunci¨®n de que no se puede imponer a los ciudadanos un presidente salido de un fraude electoral. Las dos v¨ªas te¨®ricamente abiertas para enmendar el pucherazo son la revisi¨®n independiente de los comicios o su repetici¨®n. Esta ¨²ltima soluci¨®n parece, en estos momentos, la que mejor ayudar¨ªa a los ucranios a enfilar la democracia y salir del callej¨®n al que han sido conducidos por un Gobierno sin escr¨²pulos.